Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

lunes, 4 de enero de 2021

El venado y la religión huichola

 

El venado y la religión huichola

Elemento fundamental de la cosmovisión huichola, al igual que el venado entre los yaquis el venado forma parte de los ciclos que mantenían la subsistencia del mundo, formando el conocido “complejo venado-peyote-maíz” formado por las principales fiestas ceremoniales como el Hikuli Neixa o Danza del Peyote celebrada entre mayo y junio, Namawita Neixa celebrado a finales de junio para conmemorar la ciembra y el Tatei Neixa o Danza de Nuestra Madre o de los primeros frutos celebrado en octubre, por lo que su festejo ayuda a mantener el equilibrio del mundo y en que parte del ceremonial tiene lugar la cacería del venado.

Se repite  el mismo patrón de las ceremonias yaqui con la celebración durante el amanecer, dando lugar a la cacería durante el amanecer, dirigiéndolas el cantador o marakame quien entona las canciones sagradas durante las ceremonias al ritmo de un tambor forrado con piel de venado, siendo acompañado por mujeres y niños durante la danza de Tatei Neixa quienes armonizan con sonajas. Estas canciones forman parte una sola que se reproduce por toda la noche, la que recuerda la historia de la primer cacería del venado cuya sangre sirvió de alimento para los primeros ancestros, en el caso de las que se entonan durante la recolección del peyote convierten a los participantes en los ancestros deidificados.

Antes, como la cacería se llevaba a cabo mediante trampas, permitía a los huicholes llevar vivo al venado al centro ceremonial para que ahí pudiese ser sacrificado y que su sangre sirviese de alimento a los dioses, pero las condiciones actuales cambiaron las formas debido a la escases del venado, por lo que tienen que hacerse de el con antelación guardando la sangre y la carne para la ceremonia, abandonándose la posibilidad de cazarlos con trampas para matarlos con rifle. Se tienen reportes por parte de Lumholtz quien pudo observar que las cacerías se hacían entre 45 personas bien vestidas y con un cascabeles que aparentemente servían para atraer a los venados, en otros rituales se simulaba la caza haciendo pasar a alguno de los participantes como los venados haciéndolos entrar en las trampas para que el intérprete del Padre Sol fuera por ellos como si los hubiera cazado, esta tenía una gran semejanza con la ceremonia yaqui, aunque esta última ya no se sabe de su interpretación reciente.

El fin de los cantos era el de armonizar a los participantes, los venados con los cazadores y los ancestros deidificados con el fin de servir como alimento para los dioses y así poder controlar la naturaleza. Al igual que con los yaquis, el relato mitológico tiene que ver con la primer cacería de venado de la cual Tamatsi Paritsika, el Gran Hermano Mayor, otorgo el permiso para que los primeros hombre pudieran hacerla, trascendiéndolos como “los que no mueren” y perpetuando la memoria del primer venado cazado en el peyote que fue su corazón devorado por los primeros cazadores. Aquí el venado juega el doble papel de ser el cazador y la presa al ser el que se entrega voluntariamente a los cazadores para que lo maten, convirtiéndolos en los primeros chamanes.

La importancia del peyote radica en que representa la memoria del primer venado cazado, por lo que su consumo convierte a los participantes de Wirikuta en los primeros cazadores que dieron inicio a la comunidad huichola. Esto tiene como paso previo una serie de mortificaciones que le permiten a los participante estar listos para recibir la experiencia de los ancestros y así entender la importancia de ejercer el papel de cazador y presa del venado Kauyumari. Solo alcanzando este estado es posible mantener la comunicación con los dioses, siendo el punto culminante la muerte del venado para poder alimentarlos con su sangre, para lograr asi el control del cosmos para permitir la sobrevivencia de la comunidad.

Según la creencia huichola, los venados tienen cristales en su cuerpo que son las almas de algún ancestro y que pueden ser absorbidos por el marakame con el último aliento del venado, esto también se adquiere untando con la sangre los instrumentos ceremoniales para fortalecer la comunicación con las deidades y así al morir los mismos cazadores se puedan convertir en cristales. Al igual con el caso de los yaquis y el “Árbol parlante”, los huicholes ponen las trampas en las bases de los arboles a manera de axis mundi para poder facilitar la comunicación con los dioses al sacrificarlos en un punto de constante intercambio entre ambas dimensiones.

Todo este ritual llega a su fin con la llegada de los primeros rayos del sol que es cuando los participantes logran comunicarse con las deidades al haberlos fortalecido con la sangre del venado convirtiendo esta ceremonia en la forma en que los huicholes son capaces de comunicarse con su pasado, asegurar el porvenir al alimentar a los dioses y lograr que el equilibrio del mundo se mantenga para todos.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura

Federico Flores Pérez

Bibliografía: Phylip E. Coyle, La cacería de venado de los yuto-nahuas centrales, del libro Por los caminos del maíz. Mito y ritual en la periferia septentrional de Mesoamérica.

Imagen: Marcos García López, Venado. Fuente: https://celestemundo.wordpress.com/2016/10/14/arte-wixarika/

Anuncios

No hay comentarios:

Publicar un comentario