John Reed, el periodista que acompañó a Pancho Villa
A 133 años de su natalicio y a 100 de su muerte, te contamos sobre la vida y obra del periodista John Reed durante la Revolución Mexicana.
John Reed fue un periodista, poeta y activista estadounidense nacido en Portland, Oregon, el 22 de octubre de 1887. Perteneciente a una familia de clase económica alta, Reed tuvo la oportunidad de estudiar en la Universidad de Harvard, de donde se graduó en 1910. Años más tarde se convirtió en corresponsal de guerra del Metropolitan Magazine, por lo que fue enviado a cubrir con éxito la Revolución Mexicana.
Durante su cobertura en México, John Reed tuvo la oportunidad de acompañar a Francisco Villa en sus misiones por el norte de México y conoció al presidente Venustiano Carranza, a quien describió como: “un hombre de vida recta y altos ideales; un aristócrata, descendiente de la raza española dominante; histriónico y soberbio”. Resultado de su trabajo, Reed publicó el libro México insurgente.
Su obra sobre México posee un estilo literario que mezcla el reportaje con la poesía. En ella se deja entrever la admiración que el periodista tenía por el Centauro del Norte. Asimismo, narra la vida de los hombres y mujeres campesinos que vivían bajo la opresión de los grandes hacendados y la iglesia católica. Reed los describe bajando de sus tierras de pastoreo para unirse a los ejércitos libertadores, cantando en las hogueras nocturnas y combatiendo por la tierra y libertad.
John Reed y su amistad con Francisco Villa
De acuerdo con John Reed, Villa “era hijo de peones ignorantes y nunca fue a la escuela. No tenía la menor idea de las complejidades de la civilización y, cuando al fin volvió a ella, siendo ya un hombre maduro de extraordinaria astucia innata, se enfrentó al siglo XX con la ingenua sencillez de un salvaje“.
En sus entrevistas, dio gran importancia a los retratos humanos, prestando atención a los detalles. Cuando entrevistó a Francisco Villa, pudo sacar de él ideas poco conocidas, como la intención de abolir los ejércitos una vez concluida la revolución. Villa pensaba que “los ejércitos son el apoyo de la tiranía. No puede haber un dictador sin ejército”.
Además, tuvo la oportunidad de preguntarle a Villa sobre las acusaciones de violación a mujeres que yacían sobre su persona. Tras un momento de reflexión y de miradas entrecruzadas, el Centauro del Norte contestó a Reed:
“Nunca me he molestado en desmentir esas consejas –dijo-. También dicen que soy un bandido. Bien; usted conoce mi historia. Dígame: ¿ha conocido usted alguna vez a un esposo, padre o hermano de una mujer que yo haya violado?”
Entre los campesinos mexicanos
Inicialmente los campesinos veían con desconfianza que un “gringo” estuviese dentro de sus filas. Los revolucionarios sabían que la prensa extranjera mostraba la revolución de forma distorsionada. Se cuenta que le propusieron tomarse una botella de tequila completa o lo fusilarían. Cuando John se bebió la botella, los campesinos bromeaban diciendo que ningún porfirista bebería de ese modo.
Así, los campesinos empezaron a apreciar a su “compadre” John, quien los acompañaba en sus misiones. Cuando Pancho Villa lo conoció, rápidamente se ganó su aprecio y comenzó a llamarlo “amigazo Juan” o “Juanito”.
Como muestra de agradecimiento, John Reed desmintió la imagen que se daba de la revolución en el exterior, que marginalizaba el movimiento a una cuestión de andrajosos desorganizados. Sobre ello escribió:
“Éste es un error muy grave. Los mexicanos son un pueblo primitivo y carecen casi por completo de educación. Poseen rica poesía, música y teatro folclórico, pero no han tenido nunca una forma republicana de gobierno. Y pueden combatir pese a no haber sido entrenados como un ejército moderno. […] Durante todo el año y medio que estuve en Europa tras los ejércitos beligerantes de cada país, excepto Austria, no vi nunca hombres más valientes que los mexicanos”.
De revolución en revolución
En cuanto a la enemistad entre mexicanos y estadounidenses que existía en aquella época Reed aclaró a sus compatriotas:
“Nos odian finalmente porque las compañías mineras y petroleras norteamericanas han establecido la esclavitud en México, tratándolos peor de lo que haría un explotador de su propia raza. De tal modo que creo que ante nuestras tropas todo mexicano –hombre, mujer y niño- se convertiría en un guerrillero de Villa.”
Tras su misión en México, Reed no volvió a ser el mismo. Participó como corresponsal en la Primera Guerra Mundial y en la Revolución Rusa. Conoció a Lenin y documentó la Revolución de Octubre. En 1919 regresó a Estados unidos, donde fue acusado de espionaje. Debido a ello, se exilió en la Unión Soviética, lugar donde contrajo tifus. Finalmente falleció el 19 de octubre de 1920.
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