Parajes abandonados cuyas ruinas cuentan las más insólitas historias.
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Como decía Juan Rulfo sobre Comala, en su novela Pedro Páramo: "Hay pueblos que saben a desdicha. Se les conoce con sorber un poco de aire viejo y entumido, pobre y flaco como todo lo viejo". Este es el caso de los pueblos fantasma, aquellos sitios que por extrañas razones quedaron en el total abandono.
Son parajes donde reina el silencio, la nostalgia y la melancolía, pero sobre todo, son lugares donde abundan las historias. Y es que el hecho de que hayan sido olvidados por sus habitantes no significa que callen lo que sus rincones han atestiguado.
Algunos pueblos fueron deshabitados por desastres naturales, por colapsos, por la mala forma de gobernar, por migraciones, por cierre de minas o por construcciones industriales. Lo que tienen todos en común es su semblante, uno que perdió el color cuando el último poblador huyó de sus tierras. En estos sitios pareciera que el tiempo se congeló, lo cual resulta especialmente sugestivo para los viajeros.
Alrededor de nuestro país existen diversos pueblos fantasma, que vale la pena visitar para descubrir los vestigios que actualmente les brindan identidad. Aquí los más raros y hermosos de México:
San Juan Parangaricutiro
Michoacán
En 1943, el volcán Paricutín hizo erupción. Este desastre natural arrasó con el pueblo, ya que la lava cubrió por completo las casas que se erigían en el lugar. La única construcción que no fue víctima del volcán fue la Iglesia de San Juan. Actualmente, se puede apreciar el retablo del templo, único sobreviviente de este pueblo fantasma.
Guerrero Viejo
Tamaulipas
Esta ciudad se fundó a mitad del siglo XIX, pero fue hasta el siglo XX cuando fue evacuada por el gobierno. La razón fue la construcción de la Presa Falcón, una iniciativa que inundaría el pueblo. Cabe mencionar, que los habitantes fueron reubicados en la nueva ciudad de Guerrero, es por este motivo que a este lugar lleno de agua se le conoce como Guerrero Viejo. Es necesario que los niveles de agua desciendan para dar pie a las visitas.
Cerro de San Pedro
San Luis Potosí
Aquí se descubrieron minas, las cuales propiciaron empleos durante varias décadas. No obstante, para 1948 se llevó a cabo una huelga, que al no conseguir lo que demandaban, terminó en una explosión en las minas. Desde ese momento, el pueblo fue decayendo, hasta terminar en total abandono. Hoy en día, apenas un centenar de personas habita el antiguo y desértico pueblo.
Ojuela
Durango
Este lugar debe su nombre a su fundador, un jesuita llamado Servando de Ojuelos que descubrió una mina en el lugar hacia finales del siglo XVI. Lamentablemente, en el siglo XX una fuerte tormenta inundó la mina, lo cual obligó a los habitantes a migrar hacia estados aledaños. Hoy en día, se mantiene incólume un puente colgante de más de 400 años.
Mineral de Pozos
Guanajuato
Se trataba del pueblo minero más relevante del estado de Guanajuato, pues durante el siglo XIX se extraían metales como cobre, plata, oro y bronce. Pero todo comenzó a decaer tras la Guerra Cristera, pues una inundación hizo que miles de personas dejaran el lugar. Actualmente es considerado Pueblo Mágico, y aunque cuenta con pocos pobladores, conviene visitarlo para recorrer sus ruinas.
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