El juez que le ha quitado el sueño a AMLO... y eso no lo puede soportar
El estilo personal de gobernar del presidente Andrés Manuel López Obrador en su parte esencial es propaganda. No administra el dinero del pueblo, dispone a discreción de los recursos que la Hacienda tiene. No respeta las funciones que la Ley de la Administración asigna a las dependencias a su cargo y el ejemplo es la multifunción en que ha metido al Ejército y la Marina, así como a la secretaria de Relaciones Exteriores. No le interesa la práctica de la diplomacia, es un presidente local.
El planteamiento ideológico de López Obrador y su difusión propagandística por medio de las conferencias de prensa mañaneras y su permanente peregrinar por el país, implican el trabajo político para imponer un “Nuevo Modelo de Desarrollo” llamado “Cuarta Transformación”, que tiene como eje central la recuperación del dominio de la economía de parte del Estado y el fortalecimiento del presidencialismo, interpretado como el ejercicio del Poder sin límites, para imponer su personal criterio.
La estrategia del presidente López Obrador para imponer su 4T pasa por la demolición de lo que llama el periodo neoliberal que, dice, dominó a México por 35 años y la recuperación de los dos pilares que han sustentado las finanzas del gobierno, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ante la falta de una verdadera y profunda reforma hacendaria y fiscal.
Para llevar a cabo una política energética propia, como es su deseo, el presidente López Obrador tendría que realizar una propuesta que reformara la Constitución con lo que podría revertir la Reforma Energética que llevó a cabo el presidente Peña Nieto, pero no tiene los votos suficientes en el Poder Legislativo para emprender esta tarea.
Por la puerta de atrás
Como al presidente no le alcanzan los votos en el Poder Legislativo, para hacer lo que desea, el año pasado, por medio de la Secretaría de Energía(Sener) propuso, mediante un decreto, la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional, con la que se obstaculizaba la competencia económica en el sector energético y se beneficiaba a la CFE.
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