Una buena y poco común crítica en contra de mi trabajo es la siguiente: ¿Si el final del 13º Baktun era tan importante para los mayas, entonces por qué hay tan poca declaración grabada, involucrando lo que pensaban acerca de esto? En modo similar, de todas las fechas de Cuenta Larga conservadas en el registro arqueológico, ¿por qué hay solamente una o dos que podrían traducirse como referencia directa a la fecha final del 2012?
Realmente no hay manera de dar una respuesta completamente satisfactoria a esta crítica, porque yo no puedo ofrecer lo que debería encontrarse en cuanto a lo que la pregunta implica: declaraciones directas, literales, talladas en jeroglíficos que han sido totalmente descifrados. Mi contestación típicamente frustrará las críticas que no quieren escuchar algunas advertencias contextuales.
Cuando identifico evidencia que relaciona a lo que los antiguos maya “dijeron” o “creyeron” acerca del 2012, los críticos probablemente lo descartarán como evidencia secundaria que no puede ser permitida. Pero habría un doble-estándar descartando esto, como lo aclarará la siguiente explicación.
Evidencia Literal
Nosotros hemos tallado monumentos fechados en la Cuenta Larga desde el 7º Baktun al 10 Baktun (1 siglo A.C. al noveno siglo DC). Algunos estudiosos han criticado la continuidad de esta sucesión, sugiriendo que la Cuenta Larga, fechada en diferentes regiones, estaba en discordancia.
Aunque ésta es una posibilidad, sería altamente improbable, puesto que el calendario de Mesoamérica estaba íntimamente involucrado con creencias religiosas sobre la inviolable sucesión de días sagrados y deidades. En la tradición manuscrita del Yucatán, la Cuenta Larga fechada vía las profecías del Katun parece haber continuado hasta los tiempos de la Conquista.
La gran mayoría de fechas de Cuenta Larga registra eventos locales y cronológicos. Muy pocos de ellos tienen algo que decir sobre “eventos de la Creación,” pero sí hay algunos. De éstos, aprendemos que se consideraba que un ciclo de 13-baktun era una época o Edad del Mundo. La fecha está grabada como 13.0.0.0.0, y respectiva fecha tzolkin corresponde a 4 Ahau.
Los estudiosos saben ahora, vía a la correlación establecida 584283, que este período de 13-baktun comenzó en 0.0.0.0.1, el 12 de agosto de 3114 A.C. y acabará en 13.0.0.0.0, el 21 de diciembre de 2012 DC. Nótese en seguida que la fecha del final de ciclo de 2012 es una fecha de solsticio.
Esto indica que los antiguos creadores mayas del sistema de la Cuenta Larga—aquéllos que lo inauguraron y fijaron su colocación en tiempo real—deben de haber pensado en que la fecha final apuntara al solsticio de diciembre. Éste es un indicador importante, porque entonces podemos sospechar fuertemente que el fin del ciclo no era sólo una consecuencia matemática de la fecha del principio; no, es muy probable algún tipo de intencionalidad.
La explicación alternativa es “coincidencia.” Los estudiosos mayas han estado casi universalmente reacios a considerar esta extraña circunstancia como un vector para la pregunta más profunda. En cambio, ellos a menudo e increíblemente, lo han descartado como coincidencia.
[Omito un largo análisis de la pregunta correlativa. Los arenques rojos ofrecidos por David Kelley, Floyd Lounsbury, y otros han sido seriamente vistos, pero están relacionados a datos sin pruebas o bien a suposiciones.]
En los Libros de Chilam de Yucatán, hay referencias a profecías acerca del fin del 13er ciclo. Su relación a 2012 es implícita pero indirecta. Debe notarse que estas profecías serían una tardía tradición de la pre-conquista que involucra el 2012, escrita por lo menos 15 siglos después de ser inventado el calendario del 2012 (Cuenta Larga). No obstante, tales perspectivas deben ser apreciadas por el simple hecho que conservan las creencias mayas sobre los finales de ciclo.
Por esta razón, también nosotros podemos acceder a las profecías de fin de ciclo en el Popol Vuh maya Quiché, grabado en Guatemala en los 1550s. Según el traductor del Popol Vuh, Dennis Tedlock, el documento del Popol Vuh probablemente fue leído directamente de un libro jeroglífico poseído por los ancianos Quiché.
Contiene leyendas de migración, así como creencias cosmológicas sobre las Edades del Mundo. Las transformaciones de las Edades del Mundo anteriores se esbozan brevemente, y se presta gran atención a la muerte de un gobernante de las Edades del Mundo nombrado Siete Guacamayo, y a los héroes de la cultura que lo heredarían, reintegrando a su padre, Uno Hunahpu.
Como demostró Dennis Tedlock, la topografía mito-cósmica de estos eventos corresponde a rasgos astronómicos y procesos fijados por el sagrado calendario de 260-días. El Mito de la Creación de los Héroe Gemelos también involucró el sagrado juego de pelota, las jornadas al mundo inferior, y eventos a ocurrir al final de las Edades del Mundo.
Si ésta es una Edad del Mundo anterior o la Edad del Mundo actual es incierto y, finalmente, irrelevante. En las narrativas folklóricas de los maya, el tiempo es un tiempo mítico: el mensaje es perenne y los eventos “pasan en” o “se aplican a” pasado, presente, y futuro. En otras palabras, las enseñanzas y creencias grabadas en el Popol Vuh revelan lo que los maya creían sobre la transición entre las Edades del Mundo. Ellos revelan visiones internas y creencias acerca de los fines del ciclo. Como tal, ellos aplican al fin del ciclo 13-Baktun.
[Omito una larga discusión de la “controversia” sobre de si los Maya consideraban importante un período de 13-Baktun; este debate deriva del descarte de los libros de la profecía maya de Linda Échele como cultura pop, por un énfasis en una fecha 20-baktun grabada en Palenque.
Su aserción fue aceptada desde 1997 por los medios de comunicación (Newsweek, febrero 17), pero la lógica es fragilísima, y hablé de ello extensamente en un apéndice a mi libro de Cosmo génesis Maya 2012 escrito en 1998. Los interesados en hacer justicia a todo este tema deben estar deseosos de avalarse con análisis claros, completos y cuidadosos de motivos y contenidos.
Paradójicamente, ese tipo de poderoso análisis no es ofrecido por los mismos académicos, quienes a menudo no muestran comprensión de lo que de ellos se cita como autoridades; por ejemplo, Schele profesó seguir a su mentor Floyd Lounsbury incondicionalmente en asuntos sobre correlación del calendario, y también profesó ser una persona inepta con los números.]
Evidencia Secundaria
Nosotros empezamos a vislumbrar cómo un juego entero de creencias y perspectivas existentes sobre “2012” puede ser considerado aceptable. Los críticos dirían que tal evidencia secundaria no es aceptable, porque ellos desearían que hubiera declaraciones directas grabadas en jeroglíficos, que hayan sido descifradas completamente. Éste es un prejuicio de la mente moderna, y revela un estándar doble.
Por ejemplo, los epígrafes mayas progresaron descifrando los jeroglíficos porque tomaron pistas de la lingüística maya moderna de la fonología moderna, de la iconografía moderna y antigua, y de los datos etnográficos en los conceptos mayas. Estas fuentes son todas SECUNDARIAS para usar la evidencia interna dentro de los mismos textos jeroglíficos. Pero fueron útiles haciendo avances. Semejantemente, los arqueo astrónomos miran un sitio como Uaxactun y encuentran claves de alineaciones centrales prominentes, importantes a las posiciones de la salida del sol en los equinoccios y solsticios.
Por eso, ellos concluyen que los constructores de templos en Uaxactun eran conscientes de estas posiciones de cuartos solares y las consideraron importantes. Noten que los arqueólogos no encontraron textos jeroglíficos declarando, “Nosotros, los constructores de Uaxactun consideramos que los equinoccios y solsticios son importantes.”
No, pero la evidencia está allí, secundariamente. Así, si nosotros podemos permitir tal metodología en estos otros reinos de estudios mayas, entonces ¿como podemos no permitirlo cuándo venimos a entender eso que era el pensamiento maya acerca del 2012?
El 2012 es un final de ciclo. Es una transición de la Edad del Mundo. Por tanto, debe ser permitida la Mitología de la Creación de la Edad Mundial grabada en el Popol Vuh. Allí es donde se pueden encontrar “declaraciones” documentadas. Y dentro de la mitología está codificada la astronomía.
Izapan y el Popol Vuh
Para dar este otro paso adelante, podemos ver las declaraciones conservadas en los monumentos tallados en el sitio de Izapan. Este sitio arqueológico data de a 400 A.C.–100 DC. Los estudiosos mayas (como Michael Coe) consideran que “la civilización de Izapann" estuvo involucrada en la invención del calendario de la Cuenta Larga. Los monumentos tallados de Izapan son pictográficos, y retratan episodios coherentes más tempranos del Mito de la Creación del Popol Vuh encontrado en los registros arqueológicos.
Estos monumentos, y los tres grupos de monumentos principales, están orientados a los horizontes solares de maneras específicas, significantes. Por ejemplo, la posición de la salida del sol del solsticio en diciembre está apuntando a lo largo del eje de la cancha del juego de pelota de Izapan. Los monumentos de la cancha del juego de pelota pintan los eventos en las historias de los Siete Guacamayo, los Héroes Gemelos y la resurrección de su padre, Uno Hunahpu.
Éstos son “documentos” y “declaraciones” en piedra, que son tan valiosos para comprender la doctrina maya de la Edad Mundial, y por consiguiente del 2012, como cualquier estela de piedra que claramente deletreara las cosa. Quizás más así, porque el sitio y los monumentos de Izapan están integrados en un paradigma unificado que toca la mitología, profecía, religión, y astronomía.
De hecho, debido a esto, el cuerpo monumental de Izapan ES una piedra de Rosetta, puesto que integra diferentes “idiomas" representativos a un todo unificado; muestra cómo podemos hacer referencias cruzadas de símbolos y motivos de diferentes categorías representativas usadas por los Mayas (mitología, profecía, religión, y astronomía).
No debemos intentar encajar los datos en una metodología preconcebida, sino que debemos aprender a ver los datos para su plena importación y valor, ver el mensaje que fue intencionalmente puesto allí por sus creadores. (Vean mis breves resúmenes sobre los monumentos de Izapan y cosmología, aquí y aquí)
En conclusión, una vez vemos que el Mito de la Creación del Popol el Vuh (el libro y su prototipo en piedra de Izapan) es el manual para el 2012, y podremos ver que no hay una carestía de “declaraciones” sobre el 2012. Si desatendemos las fuentes “secundarias” o “indirectas” como evidencia viable para reconstruir creencias acerca del 2012, ¿cómo podremos aceptar la metodología de los epígrafes quienes han sido ayudados en su desciframiento por los datos secundarios de la fonología moderna, lingüística, y la etnografía?
Una nota final.
El Periodo Clásico de 13.0.0.0.0 data de Coba y Quiriguá, cavadas siete u ocho siglos después de que las primeras fechas de la Cuenta Larga aparecen (ciclo 7, data del siglo 1 siglo A.C.). Las preocupaciones del Periodo Clásico maya eran, en general, bastante remotas de las actividades de los Izapanecos.
Aunque parece que varias innovaciones de Izapan estaban centralizadas dentro de instituciones adoptadas en la civilización maya (por ejemplo, el Mito de la Creación y la Cuenta Larga), debemos sospechar que las visiones del núcleo que fueron codificadas en esas tradiciones podrían fácilmente haber terminado empapeladas con reinterpretaciones, redacciones, modificaciones, y agendas socio-políticas localizadas.
Eso es exactamente lo que pasó en la Cristiandad, cuando aspectos de los tempranos gnósticos y herméticos fueron excluidos y aun rechazados en el Concilio de Nicea. Así, aunque el centro de esas referencias galácticas permanecen incluidas en el juego de la pelota maya y el Mito de la Creación, la importación de esas referencias por los mayas Clásicos puede haber sido severamente acalladas.
Las referencias de la alineación galáctica pueden haber sido tan relevantes a los Mayas Clásicos como lo fue la visionaria ascensión del Poimandres para un Papa del siglo nueve. En este sentido, la recuperación de tempranos textos herméticos cristianos en los años cuarenta (la biblioteca “Nag Hammadi” ) fue tan revolucionaria y perturbadora para la Iglesia Cristiana como la reintegración de las enseñanzas centrales en Izapan podrían ser a nuestro cuadro de la cosmovisión Clásica (y moderna) maya.
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