"2012", los mayas y las películas de catástrofes

"2012", los mayas y las películas de catástrofes
Aprovechando el estreno de "2012" repasamos el cine apocalíptico



Cartel - Sony PicturesTras el cacareado efecto 2000, la siguiente fecha maldita en el calendario de los agoreros es 2012. El cine ha sido testigo de las más diversas crisis planetarias.

2012, esa es la fecha en la que según diversas predicciones el planeta sufrirá un cataclismo de proporciones desconocidas. El calendario maya, las cuartetas de Nostradamus, y supuestas y diversas señales de las más variopintas sociedades secretas han dado pábulo a augurios poco halagüeños, centrados en tal fecha.

El director Roland Emmerich, aficionado a poner a la humanidad en aprietos ("El día de mañana", "Godzilla") no pierde la ocasión para, en su "2012", volver a poner a la raza humana al borde de la extinción.

Las posibilidades dramáticas y de lucimiento de efectos especiales, sumados a lo atractivo que para el imaginario colectivo resultan estas epopeyas, han hecho de este género uno de los más prolíficos de los últimos años.


Con ocasión del estreno de "2012" merece la pena efectuar un repaso -forzosamente breve e incompleto- a algunas de las películas más recientes y conocidas de esta clase, especialmente dispar tanto en la calidad de los resultados obtenidos en cada cinta como en el amplio surtido de amenazas a las que deberá enfrentarse la Tierra.

Las de zombis
Los zombis, desde siempre -aunque afortunadamente solo desde el celuloide- han sido un enemigo feroz de sus huéspedes físicos, los humanos. Su origen suele deberse a los experimentos de algún científico loco con un excesivo afán de poder o un enconado odio por sus semejantes terrícolas.

El habitual virus producto de sus desvelos se expande rápidamente por todo el mundo, poniendo en jaque a la humanidad y dejando un variable -aunque pequeño- número de héroes que habrán de solventar la papeleta. Doce monos, Soy leyenda, 28 días después (y su secuela 28 semanas después) y la ya próxima Zombieland son ejemplos representativos.

Desastres naturales
En lo que pudo llamarse el verano del meteorito dos superproducciones de argumentos tan tremendamente similares como Deep Impact y Armageddon compartieron las carteleras de todo el mundo. Los ejecutivos de hollywood se las arreglaron para tener a más de uno mirando receloso al firmamento durante un tiempo.

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Fin de año y fin del mundo
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El calendario Maya y el fin del mundo en 2012
Este subgénero suele aprovechar -a veces usar como excusa- para plantear reivindicaciones medioambientales, como ocurría en otra de las ya mencionadas obras de Roland Emmerich, El día de mañana.

Aquí cabría incluir la maravillosa Wall.E. Si bien podría sorprender su inclusión en un primer momento la película de animación de Pixar transmite en su comienzo, con los paseos del pequeño robot, una sensación de soledad y devastación que junto a su alegato ecologista le hacen merecedora de aparecer en la lista.

Las de robots
Si los infectados zombis no resultaban un quebradero de cabeza suficiente para todos nosotros los robots, con los últimos avances en destrucción implantados de serie, también han sido asiduos a la hora de tratar de aniquilarnos y quedarse con el control del planeta.

La saga Terminator, cuya última entrega, Terminator Salvation, hemos visto este año, es el ejemplo paradigmático del apocalipsis robótico. Incluso nuestro destino llegó a decidirse en la pelea de dos máquinas, dejando a las claras lo poco que pintábamos en todo aquello.

La toma de conciencia por parte de las máquinas (Skynet en Terminator) y el mal uso de la ciencia por parte, nuevamente, de los científicos, es el argumento más recurrente en estos casos. Yo, robot, protagonizada por Will Smith y basado en el libro del clásico de la ciencia ficción Isaac Asimov, es el taquillazo más reciente dentro del estilo.

Las de profecías
Si el trailer y el aparato de marketing no miente, 2012 pertenecerá a la lista de las películas cuyo desastre tiene como pistoletazo de salida alguna predicción o profecía de origen diverso. Religiones, grupos ocultos, antiguas civilizaciones, etc. cualquiera son una fuente inagotable de posibilidades para poner día y hora al fin de los tiempos.

Señales del futuro, encabezada por Nicolas Cage y estrenada en este mismo 2009, ofrecía un origen diferente a los terribles presagios, los escritos de una niña. La película suscitó opiniones muy diversas, dividiendo a la mayor parte de sus espectadores entre los que la amaron y los que la odiaron, dejando a pocos indiferentes.

No se acaban aquí, desde luego, las amenazas que el planeta azul ha tenido que soportar -y soportará- en la historia del cine. Marcianos, megalómanos, saltos temporales, dimensiones desconocidas, etc. Si, pese a todo, aún tiene ganas de más, 2012 le propone una sesión de palomitas, cataclismos y efectos especiales aderezada con un poco de conciencia ecológica.