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lunes, 14 de marzo de 2011

Profecías mayas, entre los mitos y la ciencia

Profecías mayas, entre los mitos y la ciencia


Mientras que algunos pronosticadores aseguran que las profecías mayas anuncian que el mundo terminará en 2012, estudiosos de esta cultura señalan que habrá una conjunción planetaria.

Incontables veces se ha repetido en programas televisivos, radiofónicos y en revistas el anuncio que el mundo se acabará el 23 de diciembre de 2012. De acuerdo con algunas interpretaciones de las profecías mayas, esa fecha marca lo mismo la colisión del planeta Tierra con un objeto cósmico, la sucesión de una serie de catástrofes marinas y terrestres y una hecatombe mundial.

Muchos agoreros de los medios electrónicos emplean esa fecha, en la que en efecto concluye el actual ciclo cósmico de la civilización maya, para realizar espectaculares anuncios. Sin embargo, “dichas profecías lo único que prevén es que el dios Bolon Yokte bajará del cielo, quizás por ser el dios que midió la tierra con su paso al inicio del tiempo. La fecha, por cierto, coincide con una conjunción planetaria de Marte, Júpiter y Saturno”, explica Alfonso Arellano Hernández, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El especialista aclara que “se verá una enorme estrella y el espectáculo será bonito, pero nada más. El mundo va a seguir, pues los mayas utilizaban sus augurios para momentos y lugares específicos y eso no se aplica a nosotros, en la actualidad”, añadió el especialista durante la conferencia Fuentes en piedra y papel.

Arellano Hernández señala que el rey Pakal de Palenque consultó a los dioses para saber su destino, pero referido únicamente a él y a su reinado. Y es que las profecías son concretas, no hablan del futuro, únicamente señalan que el presente ciclo de la creación comenzó el 13 de agosto del año 3113 a. C., y que los sucesos de esta cosmogonía terminan en la referida fecha de 2012. Luego, simplemente comenzará otro ciclo de 5,125 años con algunas horas menos por los ajustes astronómicos.

Jugar a ser dioses

A diferencia de cosmogonías como la griega o la hebrea, en los relatos mayas hay una gran recurrencia de creaciones previas lo que significa que se renuevan. Mientras los mexicas cuentan cinco creaciones, los mayas contaron muchísimas más: antes incluso que los dinosaurios o la existencia misma del planeta.

El día que nació el universo, también nació el maíz y el cielo fue alzado y extendido como una manta. Había tres tronos: el del cielo, el de tiburón y el de nenúfar. Justamente los reyes de Palenque se sientan en los tronos originales del día de la creación, lo que los vuelve dioses a ellos. En el tablero de Palenque todos aparecen jóvenes, aunque para esa época el rey tenía 50 años y sus padres ya habían muerto. “Están jugando a ser los dioses”, afirma el historiador.

Las profecías y las interpretaciones de los textos sagrados mayas, aunque reflejaban el orden de lo divino, también lo hacían en el plano de lo cotidiano: “¿me puedo casar con ella?, ¿puedo sembrar en esta fecha?, ¿es bueno que tenga un hijo ahora?”.

“Lo sagrado se cuaja en la cotidianeidad, eso narran los códices”, dice el colaborador del proyecto La Pintura Mural Prehispánica en México, de la historiadora Beatriz de la Fuente. Los días podían ser propicios, neutros o negativos, y conocer esto era vital para distinguir cuando se podían o no realizar ciertas acciones, pues si no obedecían la armonía divina, las deidades podían mandar pestes, hambrunas o sequías. Para ello se requería de la interpretación de los textos sagrados por parte de los chilam (“el que es boca”) o sacerdotes.

“Esta sabiduría se dejó grabada en piedra, papel, hueso, cerámica y cada que alguien los lee, esa palabra recobra paulatinamente su poder. Traen al presente la vida antigua, de un tiempo mucho más antiguo que trillones de años atrás -los calendarios mayas se remontan a un tiempo que en números occidentales equivale a una cifra con 24 ceros- y a pesar del letargo siguen activos”, explica el especialista.

Otra peculiaridad reiterativa en estos textos es que relatan “los hechos de los hombres”, pero al mismo tiempo aluden a los tiempos sagrados en que los dioses hicieron cosas similares. Por ejemplo, en un texto se narra cómo el padre y la madre del rey le dan los emblemas sagrados del poder, pero también que tres millones de años atrás, su abuela pasó por el mismo proceso.

“Muchos investigadores nos quedamos con la parte antropológica e histórica, pero olvidamos lo mítico y lo sagrado. Cantidad de textos cuentan las historias de reyes pero siempre mezcladas con historias de dioses, pero hay otros que sólo hablan de los dioses y esto da pie a hacer la historia del universo”, finalizó Arellano.

Una de las interpretaciones

El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo; en este día la humanidad tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo.

La primera profecía maya nos dice que a partir de 1999 quedan sólo 13 años para realizar los cambios de conciencia y actitud para desviarnos del camino de destrucción por el que avanzamos.

Los mayas predijeron que el sábado 22 de diciembre de 2012, el Sol recibirá un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia que cambiará su polarización y producirá una gigantesca llamarada radiante. Por ello la humanidad deberá estar preparada para atravesar la puerta que dejaron los mayas, transformando a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía, sólo de manera indivi-dual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para dar comienzo a una nueva era, en un sexto ciclo del Sol.
en domingo, julio

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