Cita a nueva marcha Javier Sicilia
Andrés Lagunas/El Sol de Cuernavaca
Cuernavaca, Mor.- Ante la "emergencia nacional" por la violencia y la inseguridad, el escritor Javier Sicilia levantó su plantón del zócalo de esta ciudad y convocó a una nueva marcha nacional para el próximo domingo 8 de mayo, pero al mismo tiempo, después de una fuerte crítica a la omisión, a la corrupción y el despilfarro del dinero del país, llamó a los poderes y a la clase política a firmar en Ciudad Juárez un pacto nacional "auténtico" contra la violencia "que nos está destrozando el alma y el cuerpo", despojándonos del derecho de vivir en paz.
En esta ciudad donde miles de ciudadanos han alzado la voz contra la violencia y la impunidad, tras vencerse el plazo dado a las autoridades federales y estatales para esclarecer el asesinato de siete personas el pasado 28 e marzo, entre ellas Juan Francisco Sicilia, hijo del escritor, este miércoles se llevó a cabo una ceremonia religiosa en recuerdo a las víctimas del terrible acontecimiento, pero también para orar por la paz y la justicia.
Posteriormente, tras convocarse vía las redes sociales, un gran número de ciudadanos sostuvieron un mitin en la plaza de armas general Emiliano Zapata, donde estuvieron presentes familiares de víctimas de Ciudad Juárez, Julián Le Barón, Olga Reyes, activistas y defensores de los derechos humanos como Emilio Alvarez Icaza.
En la reunión popular destacó la presencia de Eduardo Gallo, padre de la joven Paola Gallo, quien hace diez años fue secuestrada y asesinada en Morelos. "Antes y ahora el problema ha sido la impunidad", criticó el consultor empresarial, reconocido a nivel nacional por dedicar los últimos años de su vida a investigar, detectar y detener a los asesinos de su hija.
De manera simbólica también se leyeron 96 nombres de personas asesinadas en los últimos meses en Morelos, entre ellos el del joven Juan Francisco. Eduardo Gallo y Javier Sicilia se fundieron en un abrazo y se llenaron sus rostros de lágrimas cuando se coreó la exigencia del "ni un muerto más". De inmediato los 96 nombres grabados en bronce se colocaron las columnas del palacio de gobierno de Morelos, el primer muro del "holocausto", y una vez más el llamado del poeta a que en todas las ciudades todos los nombres de las víctimas se coloquen en la plaza pública.
En un mensaje que estremeció a todos los presentes, el escritor Javier Sicilia hizo un recuento de todo lo que se ha dejado de hacer en este país y que ha llevado a la gente a decir "basta, estamos hasta la madre", y criticó a los empresarios, a los sindicatos, a la iglesia católica, a los poderes, a las instituciones y a los partidos políticos por una mezquindad imperante.
La Iglesia ha descuidado el amor y el servicio a los pobres, mientras que la clase sindical y empresarial y política que "ha buscado el poder, el clientelismo político y la riqueza humillando la palabra.
"Todos y cada uno de ustedes ha puesto como el valor supremo de la vida a la economía en su sentido más pervertido: el del consumo y el del dinero. En su nombre, han destruido todos los ámbito de convivencia y con ello han destruido nuestro suelo y nuestras relaciones de soporte mutuo hasta sumirnos en el horror de la violencia, la miseria y el miedo", señaló.
Por ello indicó que "toda esta violencia debe de terminar o al país se lo va a llevar la chingada".
De la reflexión profunda, la crítica a lo que ha hundido al país en la violencia, el escritor pasó al llamado a la marcha nacional contra la violencia, a efectuarse el ocho de mayo en la Ciudad de México.
"Nosotros, la ciudadanía de Morelos, saldremos caminando de la Paloma de la Paz el cinco de mayo, para pernoctar el 7 en la Espiga, escultura de Rufino Tamayo, que se encuentra en el Centro Cultural de la UNAM y salir el día 8 a las 7 de la mañana rumbo al sitio donde se asientan los poderes de la república". Invitó a los ciudadanos de todo el país a hacer o mismo y llegar juntos al Zócalo de la capital el día de la cita, el ocho de mayo.
Pidió a todos caminar en silencio "después de estos días de recogimiento y meditación, para detener la violencia, para decirles que aún estamos a tiempo de rehacer nuestro suelo y nuestro tejido social, y de refundar la nación".
Javier Sicilia tras el mitin rechazó hablar sobre la identificación de dos de los presuntos culpables del homicidio de su hijo y sus amigos, y también aclaró que no está solicitando la destitución del presidente de la república o el gobernador de Morelos, y advirtió del riesgo de que "las antorchas encendidas para iluminar el camino" sean utilizadas perversamente para tratar de incendiar el país, de lo cual inmediatamente se desmarcó.
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