Precesión de los equinoccios
En astronomía, la precesión de los equinoccios es el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, que, como el bamboleo de un trompo o peonza; inducido por la gravedad traza un cono en un ciclo de aproximadamente 25776 años[1] (período conocido como año platónico).
Este cambio de dirección es debido a la torsión ejercida por las fuerzas de marea de la Luna y el Sol sobre la protuberancia ecuatorial de la Tierra. Estas fuerzas tienden a llevar el exceso de masa presente en el ecuador hasta el plano de la eclíptica.[2]
Históricamente se le atribuye el descubrimiento de la precesión de los equinoccios a Hiparco de Nicea como el primero en dar el valor de la precesión de la Tierra con una aproximación extraordinaria para la época. Las fechas exactas no son conocidas, pero las observaciones astronómicas atribuidas a Hiparco por Ptolomeo datan del 147 a.C. al 127 a.C. Algunos historiadores sostienen que este fenómeno ya era conocido, al menos en parte, por los antiguos sabios de la India, existen indicios también de que el astrónomo babilonio Cidenas hubiese advertido este desplazamiento ya en el año 340 a.C.[3]
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1 Precesión de la Tierra
2 Precesión de los equinoccios
3 Referencias
4 Bibliografía
5 Véase también
[editar] Precesión de la TierraEl eje de rotación de la Tierra está inclinado 23º 26' con respecto a la perpendicular a la eclíptica (el plano que contiene la órbita solar). El hecho de que el eje terrestre esté dirigido (en el transcurso de unos pocos meses o años) hacia prácticamente el mismo punto sobre la esfera celeste, es una consecuencia de la conservación del momento angular de la Tierra.
Órbita de la Tierra con el Sol en el centro. Las posiciones de la Tierra a la izquierda y la derecha corresponden a los solsticios. Las dos del centro corresponden a los equinoccios. Las fechas en las que ocurren los solsticios y equinoccios varían de un año a otro aproximadamente más menos un día.La rotación de la Tierra causa un aplastamiento polar y un hinchamiento ecuatorial de la Tierra. Si este aplastamiento no existiese y la Tierra fuese esférica, la atracción del sol no produciría un momento de fuerza sobre la Tierra y no habría modificación de la dirección del eje terrestre.
Como el eje de la Tierra está inclinado, una mitad del hinchamiento ecuatorial se sitúa de un lado de la eclíptica y la otra mitad del hinchamiento del otro lado. Durante los equinoccios, las hinchazones de cada lado de la eclíptica están a la misma distancia del Sol y este no produce momento de fuerza. En cambio, todo el resto del tiempo, y sobre todo en los solsticios, la hinchazón de uno de los lados de la eclíptica no se encuentra a la misma distancia que la hinchazón del otro lado. Como consecuencia aparece un momento de fuerza creado por el Sol que provoca el movimiento de precesión de la Tierra.
[editar] Precesión de los equinocciosDebido a este movimiento la posición que indica el eje de la Tierra en la esfera celeste (un ángulo de 23º 27' respecto a la eclíptica) se desplaza recorriendo una circunferencia completa cada 25776 años,[1] ciclo que se denomina año platónico. El círculo de la precesión tiene su centro en el polo de la eclíptica.
Como consecuencia del movimiento de precesión la posición de los polos celestes cambia continuamente. La precesión está causada por la fuerza gravitatoria de la Luna, el Sol y el resto de planetas sobre el abultamiento ecuatorial de la Tierra.
El cambio en la dirección del eje de rotación de la Tierra provoca una variación del plano del ecuador y, por tanto, de la línea de corte de dicho plano con la eclíptica. Esta línea señala en la esfera celeste la dirección del punto Aries, que retrograda sobre la eclíptica, fenómeno denominado precesión de los equinoccios. Las consecuencias de este fenómeno son:
El polo norte celeste se mueve en relación a las estrellas, siendo ahora la Estrella Polar alfa de la Osa Menor.
El primer punto de Aries, intersección del ecuador con la eclíptica, retrograda sobre el ecuador en el mismo período, es decir, 50.290966" por año.
A principios de la Era cristiana el Sol se proyectaba al comienzo de la primavera en la constelación de Aries. Actualmente, 2000 años después, ha girado un ángulo = 50,2511 x 2000 = 27,92º, proyectándose en Piscis.
Además la precesión cambia la declinación y ascensión recta de cualquier estrella. Con el transcurso del tiempo el cielo nocturno va cambiando radicalmente. Tomemos como ejemplo las constelaciones de Scorpius y Orión, cuyas ascensiones rectas son 17 horas y 5 horas respectivamente: en el hemisferio norte Scorpius es una constelación de verano y Orión lo es de invierno. Dentro de unos 12.000 años ambas constelaciones intercambiarán su relación con las estaciones: Scorpius será invernal, y Orión, estival. Para entonces sus ascensiones rectas valdrán 5 horas y 17 horas respectivamente.
El valor actual del desplazamiento es de 50.290966" por año, o alrededor de 1° cada 71.6 años. [4]
[editar] Referencias1.↑ a b El valor actual del desplazamiento es de 50.290966" por año, o alrededor de 1° cada 71.6 años. Por lo tanto: 71.6 años/grados x 360 grados = 25776 años.
2.↑ Duffett-Smith, Peter (1988): Practical Astronomy with your Calculator.
3.↑ Couper, Heather (2008): Historia de la Astronomía.
4.↑ Western Washington University Planetarium, (2010) «Precession of the Equinox».
[editar] BibliografíaDuffett-Smith, Peter: Practical Astronomy with your Calculator. Cambridge University Press 1988; ISBN 978-0-521-35699-2.
Couper, Heather: Historia de la Astronomía. Madrid: Editorial Paidos 2008; ISBN 978-84-493-2137-5.
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