Las Profecías Mayas y el 2012
Los Baktunes y la historia
La historia cronológica de la antigua civilización maya inicia en el Baktun 8, un poco más de tres mil años después de la fecha en que en los mitos se registra el origen de la creación actual, que corresponde al año 3114 antes de la era cristiana. La cultura maya tuvo su apogeo entre los Baktunes 9 y 10; el colapso de la época clásica sucedió en la primera década del Baktun 10, siendo el 909 D.C. la última fecha en Cuenta Larga registrada en un monumento, el cual se halla en Toniná, Chiapas.
En 2012 se completan 13 vueltas del ciclo de los Baktunes, pero para que este ciclo concluya, necesita llegar a 20.
Cuando eso suceda, en el año 4772, se abrirá entonces sí, el siguiente ciclo, el de los Piktunes.
El día anterior a que se completen los 13 Baktunes, la fecha 20/22 de diciembre del 2012 corresponde a: 12.19.19.17.19 con 3 Kawak 2 k'ank'in (día y mes en la Rueda Calendárica)
El 21/23 de diciembre del 2012 se completarán 13.0.0.0.0 y será un día 4 Ajaw 3 k'ank'in
Al día siguiente, el 22/24 de diciembre 2012 se abrirá nuevamente un ciclo de los días o kines 13.0.0.0.1, la cuenta de la Rueda Calendárica también continúa con 5 Imix 4 k'ank'in
Y al otro día, el 23/25 de diciembre del 2012 se habrán acumulado dos días 13.0.0.0.2 y es 6 Ik 5 k'ank'in
Y así continuará, completándose ciclo tras ciclo, hasta acumularse 20 Baktunes, lo cual sucederá el 13/15 de octubre del 4772 que corresponde a la fecha en Cuenta Larga 1 Piktun 0 Baktun 0 Katun 0 Tun 0 Winal 0 Kin.
El día anterior corresponde a 19.19.19.17.19 (19 Baktun 19 Katun 19 Tun 17 Winal 19 Kin)
En el día posterior se inicia nuevamente la acumulación de ciclos que se registra como 1.0.0.0.0.1, hasta completar 20 Piktunes en que inicia el siguiente ciclo, el de los Kalabtunes, y así sucesivamente.
Sabemos que esto es así, y que los Piktunes están formados por 20 Baktunes por los mecanismos de la matemática vigesimal que lo sostiene y por referencias de índole matemática, como la encontrada en uno de los paneles del templo mortuorio del rey Pakal en Palenque, conocido como el Templo de las Inscripciones, donde en un pasaje grabado en escritura jeroglífica, asevera que después de 80 ciclos de 52 años desde la fecha de su ascensión al trono (615 D.C.) habrán pasado ocho días después de la llegada del primer Piktun, lo cual no deja lugar a dudas de que el ciclo de Baktunes, para completarse, ha de llegar a veinte.
La confusión se originó por la incomprensión y el misterio que acompañaron a algunas inscripciones, como la hallada en una estela de Cobá, en la península de Yucatán, donde aparece un texto que registra el evento mítico en que se da inicio a la creación actual, en que se dio origen al tiempo y el espacio.
Los 20 ciclos superiores en esa inscripción aparecen cerrados en 13 con lo cual se aclara que los eventos ahí descritos ocurren en illo-tempore, el tiempo de los dioses, como sucede en prácticamente todos los mitos de creación donde es necesario hacer esa distinción entre el tiempo de los dioses y el tiempo de los humanos.
El numeral 13 no tiene ninguna función matemática, sino que con la combinación del numeral 13 y de 20 se transmite la dimensión cósmica, donde el trece, que en maya se dice Oxlajun, significa también completitud, abundancia; se trata de una descripción de la eternidad, donde el tiempo ya no se mueve.
Es una manera no sólo poética sino precisa para poner en contexto la narración de un evento mítico y separar el tiempo de los dioses y el de los humanos.
Al día siguiente de este evento, la cuenta aparece en ceros y empieza a correr en ciclos de 20, dando inicio al calendario que regularía la vida de los hombres a partir de entonces y que se basa en el winal 20, de winik que significa persona, pues son 20 los dedos que tiene el ser humano y que puede emplear para contar.
Es la cuenta que actualmente continúa y que no termina en 2012, estamos solamente por completar el Baktun 13.
¿Dejaron los antiguos mayas alguna profecía respecto al 2012?
Así como la Cuenta Larga no termina en el 2012, tampoco se hallan profecías para este tiempo en los mitos ni en las inscripciones jeroglíficas ni en los almanaques prehispánicos ni en los escritos posteriores a la conquista, como los Libros del Chilam Balam, que son una colección de reproducciones de textos más antiguos, donde en cada copia se actualizó la información y las referencias hasta el siglo XVIII aproximadamente, pero tampoco se halla en ellos alusión alguna a estas profecías modernas.
Lo único que se conoce son los augurios alrededor de un Katun 4 Ajaw, período que se repite cada 256 años y que se conoce como la Cuenta Corta o Rueda de los Katunes, que fue una manera muy importante de registrar el tiempo, los eventos históricos, las profecías y los rituales. Su uso tenía implicaciones políticas y religiosas.
Todos los katunes (ciclos de 20 años de 360 días) terminan en un día llamado Ajaw, lo único que cambia es el numeral. El katun del 2012 es un katun 4 Ajaw.
En el Chilam Balam de Chumayel, la narración abarca hasta el Katun 11 Ajaw que corresponde al año 1519.
En el Códice París, las Tablas de los Katunes cubren los períodos del 987 al 1244 ó del 1244 al 1500 D.C. Dado que los acontecimientos narrados son similares, no se sabe si se refieren a las invasiones del centro de México alrededor del siglo X o la invasión de los Itzá en el siglo XIII
En el Chilam Balam de Chumayel, la profecía que se refiere a todos los Katunes 4 Ajaw que se repite en los años 1244, 1500, 1756 y 2012, señala que:
"El quetzal ha de venir, el ave verde ha de venir. Ah Kantenal (El del lugar del árbol amarillo) ha de venir. Kukulkan (la serpiente emplumada) ha de venir con ellos por una segunda vez. La palabra de Dios. Los Itzá han de venir." (Chilam Balam de Chumayel. P. 54)
No hay mención en documento alguno que se refiera a un evento catastrófico o que implique un cambio mayor durante este Katun, tal como sucede con el Katun 8 Ajaw, por ejemplo.
Por otra parte, considerando que los mayas registraron muchos acontecimientos importantes de muy diversas maneras, es sorprendente que no existe más que una sola mención a la llegada del próximo Baktun 13, la cual se halla en una inscripción jeroglífica en un monumento de un sitio secundario llamado Tortuguero. El texto que acompaña a la fecha anotada en Cuenta Larga señala que: "El Baktun 13 se completará en 4 Ajaw, el tercer día del mes k'ank'in. El dios Bolon Yokte'(*) descenderá."
El dios Bolon Yokte' se trata de una deidad asociada a la celebración de finales de período, ya sea Baktun o Katun, que se menciona en otras inscripciones, por lo que no se trata de un anuncio extraordinario.
Surge la pregunta: ¿Por qué se habla de profecías mayas si no lo son?
No es de extrañar este o cualquier otro fenómeno de corte apocalíptico, pues abundan los mitos -también modernos- que relatan o anuncian cataclismos cósmicos. Los mitos que narran eras de creación y momentos de destrucción son comunes a todas las culturas.
Dice Mircea Eliade, experto en religiones y mitos, que: "Los mitos alrededor de eventos catastróficos han servido de base para movimientos milenaristas y proféticos, pues la catástrofe es también el signo que anuncia la recreación inminente del mundo."
Con la facilidad con que se pueden generar ideas, se han propuesto teorías alrededor de los antiguos mayas, su cultura, su origen y su historia, lo que hace preciso investigar, constatar y discernir.
Por ello la importancia de la impecabilidad en la interpretación... La especulación sin un método de verificación constante que compruebe la validez de la propuesta, no es una herramienta que pueda emplearse si se quiere llegar a una aproximación.
La lectura de los mitos, los símbolos iconográficos y la escritura jeroglífica maya revela conceptos que hoy invitan a ser comprendidos dentro de su propio contexto, para que aporten de esa manera sus contenidos y significados.
Esta herencia no tiene porqué verse adosada con elementos que no le son propios, que la desvirtúan, que tienen un enfoque sensacionalista y comercial.
La fuerza de la herencia de las culturas ancestrales es mayor si se mantiene la pureza, mientras que la manipulación, los elementos ajenos, la debilitan y empobrecen.
Seamos todos guardianes de ese acervo material, intelectual y espiritual que está cifrado en el arte, la cosmovisión, las tradiciones y los lenguajes que heredaron los ancestros.
No es necesario inventar teorías fantásticas y nuevas profecías, sino simplemente dejar hablar a los antiguos mayas. Es menester buscar, y aprender el lenguaje de las formas y los símbolos.
En lengua maya yucateco, la palabra "waxa'an" significa tanto buscar como encontrar. Que la búsqueda se encuentre con lo que es de valor, lo que honra, lo que revela el conocimiento de los antiguos sabios.
Los estudiosos de la cultura maya, que conocen los calendarios, saben que en el 2012 no termina ninguno de ellos, sino que sólo se completa el ciclo del Baktun 13.
Los mayas actuales pronuncian palabras que guardan valores, no anuncian catástrofes: "Ahora que estamos en momentos de cerrar otro círculo del caminar de los b'ak'tunes, k´atunes, tunes, winales y k'ines, pero principalmente del B'ak'tun 13, estamos en la etapa de preparar y dejar sustentos y bases para las futuras generaciones que verán la cara del nuevo Ajaw B'ak'tun..." (Hector Xol. Historia Mayab'. Asociación Maya Uk'ux B'e)
También señalan que "es el tiempo de la recuperación de nuestra espiritualidad, retorno al equilibrio, redefinición, reconstrucción, recuperación de nuestra identidad, restablecer nuestro saber." (Choquehuanca, 2007. En Historia Mayab'op. cit.)
Y que "Todo debe ser valorado, todo debe ser sacralizado, por la importancia y función que viene a desempeñar en la vida." (Hector Xol. Historia Mayab'. Asociación Maya Uk'ux B'e)
No han de sorprender los cambios que se gestan a nuestro alrededor. Como en la evolución de la naturaleza, en las sociedades humanas se da un continuo proceso de desarrollo, donde las formas obsoletas que ya no promueven el crecimiento del grupo y de los individuos dentro de él, se descartan para dar lugar a nuevos modos, más apropiados y que fomenten el paso hacia la siguiente etapa evolutiva. Es así como las crisis se convierten en los fulcros que dan origen a las nuevas formas y los nuevos ciclos, que cuando se agotan, dan lugar nuevamente a otros nuevos, tal como lo enseñan los mayas a través de sus mitos, sus matemáticas y sus calendarios.
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