El respeto a la mujer en Islam
El Islam llama a honrar a las mujeres, a tratarlas con cariño y cuidarlas, en una forma sin precedentes
10/01/2012 - Autor: َ, Amir Abbas Mousavi - Fuente: Asamblea Mundial de Ahlul Bait (a.s.)
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Respetar a la mujerEn la comunidad islámica, la mujer disfruta de una posición reverenciada, y al lado de sus derechos legales y civiles, goza de especial respeto, amor, afecto y sentimientos suaves que se merece más.
¿Acaso no es la madre compasiva, la amada esposa y la hija cariñosa? La mejor expresión de esta realidad es proporcionada por los siguientes versículos del Corán.
"Hemos ordenado al hombre con respecto a sus padres -su madre le llevó sufriendo pena tras pena y le destetó a los dos años -: «Sé agradecido conmigo y con tus padres. ¡Soy Yo el fin de todo! Pero, si te insisten en que Me asocies aquello de que no tienes conocimiento, ¡no les obedezcas! En la vida de acá ¡pórtate amablemente con ellos! ¡Sigue el camino de quien vuelve a Mí arrepentido! Luego, volveréis a Mí y ya os informaré de lo que hacíais»."
El Sagrado Corán (31: 14 y 15)
"Hemos ordenado al hombre que se porte bien con sus padres. Su madre le llevó con molestia y con molestia le dio a luz. El embarazo y la lactancia duran treinta meses. Hasta que, al alcanzar la madurez y cumplir cuarenta años, dice: « ¡Señor! Permíteme que Te agradezca la gracia que nos has dispensado, a mí y a mis padres, y que haga obras buenas que Te plazcan!. ¡Dame una descendencia próspera! Me vuelvo a Ti. Soy de los que se someten a Ti»".
El Sagrado Corán (46:15)
" Tu Señor ha decretado que no debéis servir sino a Él y que debéis ser buenos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos envejecen en tu casa, no les digas: « ¡Uf!» y trates con antipatía, sino sé cariñoso con ellos. Por piedad, muéstrate deferente con ellos y di: « ¡Señor, ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron cuando me educaron siendo niño!»“
El Sagrado Corán (17: 23 y 24)
" Y entre Sus signos está el haberos creado esposas nacidas entre vosotros, para que os sirvan de quietud, y el haber suscitado entre vosotros el afecto y la bondad. Ciertamente, hay en ellos signos para gente que reflexiona.".
Sagrado Corán (30: 21)
"... Comportaos con ellas como es debido. Y si os resultan antipáticas, puede que Alá haya puesto mucho bien en el objeto de vuestra antipatía."
Santo Corán (4: 19)
"... Ellas tienen derechos equivalentes a sus obligaciones (a los que los hombres), conforme al uso..."
Santo Corán (2: 228)
" Cuando repudiéis a vuestras mujeres y éstas alcancen su término, retenedlas como se debe o dejadlas en libertad como se debe. ¡No las sujetéis a la fuerza, en violación de las leyes de Dios! ..."
Santo Corán (2: 231)
Las tradiciones del Profeta, como las del Corán, también hace hincapié en el honor y la situación de la mujer y le concede un lugar respetable en la sociedad. Cuando una tradición habla de una mujer y su posición social, la condecora con un marco de amor, cariño y afecto, especialmente cuando se habla de la madre, la esposa y la hija.
El Mensajero de Allah (P), dirigió a los musulmanes con motivo de la Peregrinación de despedida y les advirtió sobre los valores que él temía que dejasen de lado después de él, y se refirió a la mujer como uno de los temas importantes. A modo de ejemplo, declaró: "Cumplid con vuestras competencias respecto a Allah en respetar a las mujeres, y os recomiendo que sean bien tratadas”.
De acuerdo con el Imam Yafar Al-Sadiq (as), el Profeta insistía en su proximidad a la mujer y su posición en su vida, diciendo que: "Se trata de la manera de los profetas a amar a las mujeres." También es citado haber dicho: "No creo que un hombre se crezca en la fe sin amar más a las mujeres."
Una vez un hombre buscó al Imam Al-Sadiq (as) para asesorarse en relación con las mujeres, mencionando que como su esposa, que estaba de acuerdo con él, había muerto, quería casarse de nuevo. El Imam le respondió: "Mira dónde te sitúas a ti mismo, a quién tomas como compañera en tu vida, y para quién se ha revelado la religión y sus secretos. Por lo tanto, si lo necesitas, cásate con una virgen, honesta y de buena comportamiento”.
Un hombre se acercó al Profeta (P) y le preguntó: "¡Oh Mensajero de Allah! ¿Con quién debo ser más benévolo?" El Profeta (Que la paz sea con él) respondió: "Con tu madre." -Preguntó, "y después, ¿con quién?" Él respondió: "Con tu madre." El hombre volvió a preguntar: "y luego, ¿con quién?" El profeta dijo: "Con tu padre."
Se cuenta que una hermana adoptiva del Profeta (P), con quien estaba muy contento, lo visitó un día, y él extendió su manto para que sentase y conversó con ella alegremente. Después de que ella se fue llegó su hermano, pero el Profeta no lo recibió tan calurosamente como había recibido a su hermana; luego, cuando le preguntaron la razón de la recepción de la hermana (más cortésmente que su hermano), aunque era un hombre, el Profeta respondió: "Porque ella era más obediente a sus padres que él."
El Imam Al-Sadiq (as) también se cita que dijo: "Todos los que proporcionan el sustento para tres niñas o tres hermanas,alcanzarán el paraíso." Se le preguntó. "¿Qué pasa si son dos? Él contestó: "Incluso si son dos." También se le preguntó. "¿Qué pasa si es una?" Él dijo: 'Incluso si es una". El Imam Abu Al-Hasan Al-Rida (P), cita: "El Profeta (P) anunció: "Allah el Exaltado, es más amable con las mujeres que con los varones. A quien da placer a una mujer de sus parientes cercanos, Allah le favorece en el Día del Juicio".
Los anteriores fueron algunos ejemplos de los textos islámicos sobre la mujer. Está claro que el Islam ha llamado a honrar a las mujeres, tratarlas con cariño y cuidarlas, en una forma sin precedentes, que ninguna otra civilización, cultura y sociedad ha llegado a hacerlo.
Lo que acabamos de relatar es una prueba del espíritu del Islam, que vinieron a honrar la humanidad, preservar sus derechos y desplegar las alas de la misericordia de todo el mundo.
”No te hemos enviado sino como misericordia para todo el mundo."
El Sagrado Corán (21: 107)
Por lo tanto, el Islam, a través del texto citado, habla con respeto de la mujer -la madre, esposa, hija, hermana- y le hace querer y se hace cargo de ella, poniendo de relieve su capacidad de amor, de misericordia y generosidad. Y además se considera la simpatía con la mujer como un signo de fe.
Es más, incluso plantea el respeto a la mujer al nivel de una conducta 'profética', y la contempla como administradora que se ocupa la riqueza, la religión y los secretos de una persona.
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