i las escuelas se salvan del Apartheid israelí en Jerusalén
Al comienzo de este nuevo curso escolar, la decisión de cinco escuelas de Jerusalén Este de introducir el currículo israelí ha provocado una fuerte oposición de la comunidad palestina de Jerusalén, que se encuentra bajo ocupación militar israelí desde el año 1967. Sin embargo, lo más grave, es que esta ciudad palestina ocupada enfrenta una política institucionalizada de limpieza étnica y una “judaización” sistemáticas.
En Jerusalén, los ciudadanos palestinos (históricos) en esa ciudad, sufren múltiples presiones para obligarlos a salir de la ciudad. Ellos hace más de 40 años, viven una discriminación institucionalizada. La administración israelí de Jerusalén impuesta por la fuerza militar, restringe la construcción para los palestinos, mientras miles de viviendas para colonos extranjeros rodean la ciudad y son construidos sobre tierras usurpadas a los palestinos, que a pesar de las unánimes condenas mundiales e incluso del amigo incondicional de Israel, Estados Unidos, el estado sionista en forma desafiante, no cesa de construir colonias ilegales. Hoy Jerusalén está rodeada de muros que impide a sus habitantes contactarse con sus familiares en otras zonas. Cuando se planifica la construcción de algún parque, recinto o edificio público, éste siempre se emplaza sobre viviendas palestinas para argumentar su demolición. Si un palestino o palestina de Jerusalén se casa con alguien de otras zonas, la pareja no puede vivir en Jerusalén. Hay centenares de ejemplos sobre esta política de limpieza étnica. Siempre inventan leyes, motivos y artimañas para obligar a los palestinos a emigrar.
Ahora parte de esta política de Apartheid, la administración israelí está tratando de imponer a los palestinos textos israelíes de educación. Para ello, ofrecen incentivos y facilidades para aquellos que aceptan estos textos.
Entre el material entregado figuran mapas de Israel que incluyen Cisjordania y Jerusalén Este, (haciendo desaparecer Palestina en forma total del mapa), además de identificar las ciudades y pueblos de esos territorios por sus nuevos nombres judíos.
Jerusalén aparece identificada como la capital de Israel, pese al consenso internacional que la considera territorio ocupado y pese al estatus especial que le ha sido asignada por la comunidad internacional.
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