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martes, 22 de octubre de 2013

La Otra Vida

La Otra Vida

Debes saber que los asuntos del próximo mundo no es lo que los ignorantes pretenden…

27/07/2010 - Autor: Sheikh Badruddin de Simawna - Fuente: Webislam
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Lo que ocurre en la Otra Vida pertenece al reino del espíritu, no a este mundo material ni tiene ninguna semejanza con éste.
Lo que ocurre en la Otra Vida pertenece al reino del espíritu, no a este mundo material ni tiene ninguna semejanza con éste.
Lo que ocurre mas allá de la tumba no es lo que algunos proclaman y otros creen. Las cosas no son de la forma que son descritas por aquellas que no las entiendan: torturas, cadenas, escorpiones, serpientes, demonios para los pecadores; rosas iluminadas por numerosas lunas, ángeles compañeros, ríos de miel y de vino, palacios, y vírgenes transparentes como cristales para los puros sin falta.
Lo que ocurre en la Otra Vida pertenece al reino del espíritu, no a este mundo material ni tiene ninguna semejanza con éste. Este mundo de materia contiene cuerpos minerales, vegetales y animales que surgen, crecen y mueren, se construyen y destruyen, se mueven y cambian, son tridimensionales en un espacio y tiempo limitados. Todo lo contenido de este mundo tiene un fin, y así como no existían en el tiempo inmemorial en algún momento todos desaparecerán. La única cosa en el mundo que irá a la Otra Vida y que no desaparecerá es el ruh, el espíritu, que no pertenece a este mundo.
Los asuntos de la Otra Vida son solo conocidos por Allah. Y están relacionados con la materia sutil del espíritu, que no tiene ninguna semejanza con nada de aquí:
wa yas’alunaka ‘an ir-ruhi. Qul ir-ruhu min amri rabbi.
Y si ellos te preguntan acerca del espíritu. Di que este está solamente en el conocimiento de mi Señor y en Su decreto.
(Isra, 17:5)
El espíritu pertenece al alam al-ghaib, el mundo de la ausencia, invisible a nuestros ojos materiales, en el sentido que no contienen nada que puede ser experimentado en este mundo. El reino espiritual de Allah está fuera del espacio y tiempo. Ni siquiera lo conocen Sus más próximos e íntimos. Hadrat Ali (que Allah este complacido con él) dijo, “law kashsafal-ghita’i ma izdadtu yaqinun” (incluso si mis velos fueron levantados, mi certidumbre no aumentaría).
Incluso si las experiencias, los conceptos, todo el conocimiento de este mundo y de esta vida, asi como las palabras e imágenes, referencias, asociaciones o comparaciones desaparecieran (puesto que todas ellas no son sino velos), no podríamos entender ni ver lo que está más allá. Sin embargo el espíritu ve y conoce.
Abu Talib Al-Makki describió así el espíritu:
"Cuando el espíritu del creyente se libera en el momento de la muerte del cuerpo material conoce a su Señor con el conocimiento de su Señor porque no ha olvidado su origen y porque recuerda y anhela mientras estuvo en la prisión del cuerpo viviente. Se eleva para volver a Él. No hay resistencia en su vuelo; ni el aire ni la gravedad lo enlentecen. No hay dificultad o algo desconocido para él. Se eleva a donde está destinado y toma la forma de su apariencia mundana, transformado en una imagen de materia sutil de acuerdo con la imaginería del reino al cual está destinado a residir".
La imagen del espíritu se embellece en la magnitud de la pureza, piedad, y buenas acciones que ha conseguido durante su existencia mundana, y el nombre del elevado reino alcanzado por los espíritus de los creyentes se denominan illiyin. Su distancia va más allá de los cielos humanos comprendida entre la luna y el Escabel de Allah, que es la base del conocimiento, poder, y dominio Divino. Es allí donde se sitúan los ocho jardines del Paraíso, tal como es mencionado en el Sagrado Quran:
Innal-muttaqina fi jannatin wa naharin fi maq’adi sidqin ‘inda malikim-muqtadir.
Ciertamente los que han obrado bien estarán en (ocho) jardines y ríos, en el lugar de la verdad junto a al más Poderoso Rey.
(Qamar, 54:54-55)
Los ocho jardines del Paraíso son:
Los jardines de waliyyah-santidad, donde residen quienes fueron leales a la verdad de Allah.
Los jardines de siddiqiyyah-los rectos, donde residen los sinceros y verídicos.
Los jardines de qurbiyyah-proximidad, donde residen los íntimos de Allah, aquellos que están próximos a Él.
Los jardines de khullah-amistad, donde residen los puros.
Los jardines de mahabbah-amor, donde residen Sus amantes.
Los jardines de khitam-completud, donde residen los unificados y perfectos.
Los jardines de ubudah-devoción, donde residen los que están al sevicio de Allah.
Los jardines de ubudiyya-servidumbre, donde residen los siervos amantes en el servicio a Allah.
Si el espíritu pertenece a un pecador, cuando abandona el cuerpo tampoco tiene forma o contorno. Sin embargo es pesado, no con un peso material sino conceptual. Desciende de acuerdo con su peso hasta hundirse en lo mas bajo de lo bajo -asfal as safilin. Los siete infiernos mencionados en el Sagrado Quran se encuentro en estos reinos.
El espíritu del pecador asume las características de su correspondiente animal. Si en este mundo fue insaciablemente ambicioso, su alma asume el carácter de un cerdo. Si fue arrogante considerándose grande y a los demás despreciables, asume la característica de un elefante. Si fue envidioso y celoso, asume la característica de un mono. Cada característica con diferente peso se hunde de acuerdo al peso de su pecado.
Algunos piensan que la Otra Vida es como el mundo de la materia debido a que Allah, el Mas Elevado, se dirige al hombre en el lenguaje del hombre. Ellos piensan en los términos que las palabras sugieren a la mente, que es material, mientras que la realidad es la palabra misma, que es de la esencia, inmaterial, conceptual. Ellos fundamentan su creyencia en versos como:
Qul yahiyha alladhi ansha ‘aha awwala marratin wa huwa ‘ala kulli khalqin ‘alim.
Di: “Aquel que los creó por vez primera les dará vida de nuevo, ya que Él conoce bien cada aspecto de la creación.
(Ya Sin, 36:79)
A wa laysa lladhi khalaqas-samawati wal-arda bi-qadirin ‘ala ‘an yakhluqa mithlahum? Bala, wa huwal-khallaq ul-‘alim.
¿No es, acaso, Aquel que ha creado los cielos y la tierra capaz de crear de nuevo algo semejante? ¡Claro que lo es! –pues sólo Él es el Creador Supremo, el Omnisciente.
(Ya Sin, 36:81)
Aunque en este verso Allah dice que El es capaz de crear algo semejante, ellos proclaman que Allah los creerá de igual forma. Ellos dicen que hay un pequeño hueso al final de la columna vertebral que no se corrompe, y que en el Día del Juicio, a semejanza del maíz que surge de un grano plantado, el hombre crecerá de este hueso para convertirse en lo que fue en este mundo.
Si tuviéramos que buscar algo existente ahora que fuera lo mismo en la Otra Vida, ello no sería ciertamente una forma o cuerpo material. Quizás es la palabra –si uno supiera lo que esta diciendo y no simplemente ruido– puesto que la palabra verdadera es producida por el espíritu.
El cuerpo cambia y envejece. Ni una sola célula permanece en el cuerpo cuando han pasado veinte años. Sin embargo la esencia, el espíritu, es lo mismo, tanto cuando es un bebé como un anciano. Es eso lo que volverá a su Señor. Es eso lo que aparecerá en el dia del Juicio e irá al Paraíso o al Infierno. Si no fuera así, si alguien siendo un niño perdiera su mano o su pie y fuera enviado al Infierno por sus pecados cometidos mas tarde en su vida, ¿seria justo que se quemara el pie o la mano inocente?, puesto que Allah dice:
Fa-man ya ‘malu mithqala dharratin khayran yarah, w aman ya ‘malu mithqala dharratin sharran yarah.
Y, entonces, quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá; y quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá.
(Zilzal, 99:7-8).
El Profeta (que la paz y bendiciones de Allah sean sobre él) dijo: “inna ma hiya a’malukum raddat ‘alaykum” (vuestras acciones, tantas buenas como malas volverán a vosotros).
Durante el Miraj, la ascensión del Profeta (que la paz y bendiciones de Allah sean sobre él) a los reinos del más allá, Hadrat Ibrahim (sobre él la paz) le dijo: "¡Oh Muhammad¡ (que la paz y bendiciones de Allah sean sobre él), dí a tu gente que el Paraiso esta vacío. En él no hay ni arboles ni ríos ni palacios. Los jardines del Paraiso, las bendiciones en su interior, son solo las palabras, subhan Allahi wal-hamdu li-Llahi wa la ilaha illa Llahu wa Llahu akbar (ensalzado sea Allah, alabado sea Allah; no hay dios sino Allah: Allah es el más grande ): diles que repitan frecuentemente estas palabras.”
La existencia mas allá de esta vida –después de la muerte, en la tumba, en el Purgatorio, en el día del Juicio Final, en el Infierno y el Paraíso– ni son de este mundo ni tienen semejanza alguna con él. Uno será recreado en la forma de su propio sirr, su esencia, y el reino en el que se encontrara será el reino de los conceptos, de los significados de su vida y acciones en este mundo.
Yawma tublas-sara’ir…
En el día en que las cosas ocultas se manifiesten…
(Tariq, 86:9).
Ese día es la vida más allá, y las “cosas ocultas” son las esencias de las cosas. Este mundo no es sino una ilusión –un sueño, no realidad. ¿Cómo podría ser la realidad de la Otra Vida la recreación de una ilusión o tener cualquier semejanza con ella?
El Profeta (que la paz y bendiciones de Allah sean sobre él) dijo: “an-nasu yanamu wa idha muta intabihu” (los hombres están dormidos. Cuando mueren, despiertan.)
Por tanto la única forma de que el hombre pueda conocer lo que hay mas allá de la vida es siguiendo la orden del Mensajero de Allah (que la paz y bendiciones de Allah sean sobre él) cuando dijo, “muta qabla an tamutu” (morir antes de morir). De esta forma podrás ver la verdadera realidad de tu yo eterno y la realidad de la eternidad. 

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