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lunes, 21 de octubre de 2013

Materialismo, capitalismo y el reverdecer de la Umma

Materialismo, capitalismo y el reverdecer de la Umma


Nuestro lugar en la creación, es el de proteger, cuidar y amar a ésta, regarla día a día para que este gran árbol llamado vida se expanda por el universo


21/10/2013 - Autor: Marco Terranova Tenorio (Zadig Alí) - Fuente: Webislam



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arbol de la vida

Cuando la ideología materialista sustenta al capitalismo y el reverdecer de la Umma se convierte en esencial. Son las superestructuras las que crean conciencia o la economía es el motor de las sociedades como decía Marx. El capitalismo en el siglo pasado tuvo al comunismo real como una cara de la misma moneda. Al caer esta cara, hoy el capitalismo enseña su rostro en estos primeros años del siglo XXI. El sistema se sustenta en un paradigma materialista y en unos valores mercantilistas que van colonizando hombre a hombre la faz de la tierra, destruyendo sus mundos interiores e imponiéndoles una forma sola de ver el mundo (pensamiento único), que los hace alejarse Allah y de la creación.

La necesidad de este paradigma ateo y nihilista es una aberración humana, ya que nos hace ver el mundo donde todo es objeto y no sujetos. Todo es inerte al tener un precio de cambio y siendo ese su valor, el valor económico. El hombre no vale por lo que es, sino por lo que tiene. Pero también la naturaleza. Es necesario para la supervivencia de este régimen del terror, que veamos el mundo bajo su paradigma y bajo la negación de la conciencia. Entonces se legitima la explotación en nombre del progreso económico, sea de hombres o de la misma naturaleza. Todo vale y no hay reglas. El mundo es un espacio donde todo se coge a merced de las ganancias individuales y donde la propiedad privada es entronizada y está por encima de las familias, los pueblos, la misma naturaleza.

La no abolición del capitalismo y su sustitución por otro sistema más humano y, en términos ecológicos, totalmente integrado en la naturaleza, nos llevará a la desaparición de la especie humana pasando por grandes sufrimientos, guerras, enfermedades, desbordamientos de las fuerzas de la naturaleza y un largo etc…

Es a través del paradigma mercantilista donde el hombre ve de una forma la vida, ve la vida con un ojo tapado, ya que el mundo espiritual, al no verse deja de existir, y se hace necesario “matar a dios, los ángeles y al mundo espiritual”, que abre la vía para la explotación de la creación (el paraíso terrenal y casa de los humanos).

Pero a Allah y al mundo espiritual no se le pueden matar; por mucho que se ignoren, como dice el Corán: Él es y no necesita de nadie para que exista. Buscar el equilibro del ser humano y ponerlo en su sitio es necesario si no queremos que este camino llamado modernización nos lleve a la barbarie o a la edad de piedra o, incluso, a volver andar a 4 patas por un retroceso o involución natural.

Hoy día son los pueblos originarios de América latina los que llevan a cabo esta labor de resistencia ante el sistema actual económico. Los hace ser líder en la lucha de la resistencia y en proponer una alternativa al mundo de hoy. Pueblos cuyos orígenes son prediluvianos, saben el precio y aún intuyen y recuerdan el precio por saltarse las leyes de la vida y de la naturaleza. Estos pueblos luchan por ellos, pero también por la misma vida y la misma naturaleza. Abren así una puerta hacia un futuro diferente y mejor.

Está claro que sin evolución espiritual y esfuerzo o yihad no habrá ni paraíso ni tampoco habrá felicidad para los seres humanos y todos los seres del mundo que hoy sufren por la locura de estos. El no matar, se extenderá en un futuro próximo a todos los seres vivos. No es indispensable matar para vivir. También nuestro lugar en la creación, es el de proteger, cuidar y amar a ésta, regarla día a día para que este gran árbol llamado vida se expanda por el universo creando otros mundos o potenciando otras formas de vida, y como dicen mis hermanos de los pueblos originarios, seamos los guardianes de la creación y aprendamos a amarla y a valorarla. El camino será largo y duro, pero el cambio vendrá de la misericordia de Allah.

Quiero terminar haciendo una crítica a la literalidad del Islam. La Verdad es Una y Única, si existiera otra verdad sería duplicidad, pero el significado profundo de la vida y su misterio están dentro del Corán, el cual ningún ser vivo o humano puede descifrarlo. Tomar las suras como verdades descontextualizadas harán volver loco a la gente, ya que vemos que si nos acercamos con corazón doble, el Corán es un espejo de nuestro corazón, y si nuestro corazón es odio, el Corán nos guiará hacia el odio, si es amor, nos guiará hacia el amor, tal es su poder y su fuerza, de ahí que debemos ser prudentes.

Seguimos anclados en el pasado, y a pesar de los golpes de pecho que somos una fuerza espiritual, puedo declarar que desgraciadamente los últimos residuos de resistencia de los seres humanos son los mismos pueblos originarios. Es verdad que en todas las comunidades hay hombres con gran conciencia, pero como fuerza profunda no somos una fuerza espiritual, hacemos parte del viejo mundo, esa hoja amarillenta a punto de caer y que será sustituida por una hoja que irá creciendo más bella, hermosa y viva, con una verdez que cegará los ojos.

Es cierto que muchos musulmanes somos muro de contención ante la barbarie, y seguiremos siéndolo, pero es necesario hoy volver a las raíces del ser humano, volver a sentir la vida, volver a vivir y no a existir simplemente. Allah no quiere sangre, quiere sabiduría, conciencia, elevación espiritual y que amemos la creación con sinceridad.

Me gustaría que volviera esa otra imagen del Islam. Hubo un pueblo en el Al-Andalus que puso como ley que para cada árbol cortado se debían plantar otros tres… Que diferente sería entonces nuestro Din y nuestra comunidad… Paciencia.

Marco Terranova Tenorio. (Zadig Alí).

Subdirector de la revista pensamientodelsur.com

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