México. A más de cinco meses de la llegada de la pandemia de Coronavirus Covid-19 al país, se han desatado una serie de cuestionamientos en torno a la estrategia que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha implementado, de inicio, cuando planteó que el problema no era tan grave y que “Hay que abrazarse, no pasa nada”.
Recordemos que fue en plena conferencia de prensa en marzo, a unos días de haberse detectado los primeros casos de contagio de Covid-19, cuando el Primer Mandatario dio un discurso en el que claramente minimizó el riesgo en el que se encontraba la población, asegurando que, por su parte, continuaría dando sus giras, repartiendo abrazos y besos.
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En ese momento, y pese al supuesto optimismo contagiador de López Obrador, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, advirtió que en México, 8 de cada 10 personas se podrían contagiar. Aún con eso, el presidente continuó minimizando las medidas de prevención, exaltando su resistencia a implementarlas.
Otra forma en la que AMLO decidió mostrar a la ciudadanía lo despreocupado que lo tiene la situación de la crisis sanitaria, es que hasta el momento ha realizado a diario sus conferencias matutinas presenciales, pese a que el vocero de Salud indicó que se requería de Sana Distancia debido a la entrada de fase 2 de la contingencia.

AMLO sólo ve el «efecto negativo» en la economía

Asimismo, el presidente López Obrador ha demostrado que lo único que le importa, es el “efecto negativo” que las noticias sobre el avance del virus dejan en la economía del país, pues a mediados de junio, aseguraba que la curva de contagios iba para abajo, dispuesto a convencer a la población de que ya era tiempo de abandonar el confinamiento.
“Ayer corrió la noticia de los rebrotes de la pandemia y se cayeron las bolsas y nos pasaron a perjudicar también a nosotros, porque nuestro peso se depreció, nada más por un informe”.

DEL “HAY QUE ABRAZARSE, NO PASA NADA” A NEGAR EL AUMENTO EN LA CURVA

Los casos de contagios y decesos ocasionados por la pandemia, iban cada vez en aumento, contrario a lo que el Titular del Ejecutivo aseguraba en sus conferencias; pese a que los informes de autoridades de Salud demostraban las cifras alarmantes en México.
«El informe es positivo, es bueno, la conclusión es que la pandemia va a la baja, que está perdiendo intensidad».
Aún con las cifras presentadas por la Secretaría de Salud, a inicios de agosto, ya con una Nueva Normalidad evidente, con las más de 50 mil personas fallecidas por Coronavirus, Andrés Manuel, con el entusiasmo que lo caracteriza, aseguró que México no ha sido tan golpeado por la pandemia.
“No me gustan las comparaciones, pero en el concierto de las naciones afectadas en la pandemia nosotros no hemos sido tan golpeados, a pesar de que tenemos elementos que nos afectan como las enfermedades crónicas”.

Quédate en casa, si no es para dar e Grito de Independencia

Incontables han sido las ocasiones en las que el Primer Mandatario ha exhortado a la población a salir de casa; la más reciente, para llevar a cabo la celebración del Grito de Independencia, en plena plancha del Zócalo Capitalino, argumentando que se realizaría la conmemoración bajo estrictas normas sanitarias, mismas de las que él se ha desentendido desde el comienzo de la pandemia.
Sólo basta recordar la infinidad de veces que él mismo se ha opuesto a las indicaciones de López-Gatell respecto al uso de cubrebocas, argumentando que éste únicamente debe usarse en sitios donde no se pueda llevar a cabo la sana distancia; posteriormente excusó su conducta diciendo que sólo usará cubrebocas cuando no haya corrupción
Cabe mencionar que, hasta hace algunos días, México ya rebasaba los más de 60 mil decesos a causa de la pandemia; lo que es peor todavía, es que la verdaderas cifras, serán esclarecidas hasta que el momento de la crisis haya finalizado.