EEUU amenaza a manifestantes con “todas las opciones sobre la mesa”
Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. afirma que contempla todas las posibilidades para sofocar las multitudinarias protestas en Portland y otras urbes.
“Creo que todas las opciones continúan estando sobre la mesa, concretamente cuando hablamos de Portland”, ha dicho este domingo el secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU., Chad Wolf, durante una entrevista concedida al canal de televisión estadounidense ABC.
Asimismo, Wolf ha reprochado a las autoridades estatales de Oregón (noreste de EE.UU.) el hecho de no haber aceptado la intervención de fuerzas federales y declinar “cualquier tipo de ayuda federal para poner fin a las actividades violentas” que se desarrollan desde hace ya tres meses en el territorio estadounidense tras el brutal asesinato, el 25 de mayo, del afrodescendiente George Floyd mientras se hallaba bajo custodia policial en la ciudad de Mineápolis.
Sus declaraciones se producen después de que la noche del sábado una persona muriera en los choques que se desataron entre los integrantes del movimiento Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa, en español) y una caravana, compuesta por unos 600 vehículos, con simpatizantes del presidente estadounidense, Donald Trump.
El secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU. ha destacado la importancia de “devolver algo de normalidad a Portland” y ha enfatizado que, “si los funcionarios estatales y locales quieren hacerlo, deben pedir ayuda al Gobierno federal”.
Actualmente, Portland es uno de los epicentros de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en EE.UU. Al respecto, Trump tildó el viernes al alcalde de Portland, Ted Wheeler, de “incompetente” y prometió intervenir en esta ciudad si las autoridades locales no ponen fin a las protestas violentas.
El magnate neoyorquino, desde el inicio de las protestas en el país, no ha hecho sino recrudecerlas con sus respuestas amenazantes y duras a los indignados. Ya dijo en su momento que eran unos simples “matones” y amagó con emitir la orden de disparar si no cesaban las marchas.
La brutalidad de la Policía de EE.UU., que es la sexta causa de muerte entre los jóvenes afrodescendientes, ha suscitado críticas de diversas organizaciones de derechos civiles. Los críticos aseguran que la violencia racial en EE.UU., pese a ser endémica, ha aumentado en los últimos años por las políticas racistas de Trump.
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