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Un artículo en la última edición de la revista yihadista en idioma urdu Mujalla Tehreek-e-Taliban Pakistan («Journal del Tehreek-E-Taliban Pakistan«), publicado por Tehreek-e-Taliban Pakistan (el movimiento de los talibanes pakistaníes, TTP) – señala a «los judíos y sus títeres» como culpables de la epidemia del coronavirus y de acosar a los musulmanes durante la pandemia.[1] El autor del artículo escribe que el virus del COVID-19 fue mantenido oculto desde la década de los años 1960 para ser utilizado contra los musulmanes.

Una captura de pantalla del artículo sobre el coronavirus

Los artículos de la edición No. 8 de Mujalla Tehreek-e-Taliban Pakistan se titulan: «A los muyahidines prácticamente comprometidos con el yihad en Pakistán»; «El único medio de cambio en el país es el yihad»; «Yihad de etiqueta»; «Los medios de comunicación de la era actual y los estudiosos islámicos»; «El coronavirus y las realidades de fondo»; «Islam y nacionalismo»; «Blasfemia contra el Profeta, ¡ay!»[2]

En el artículo titulado «El coronavirus y las realidades de fondo», el muftí Abu Misbah, su autor, escribe que los judíos están detrás del coronavirus con el propósito de apoderarse del mundo. En el Islam, un muftí es un estudioso calificado para emitir fatuas («decretos religiosos»). El muftí Misbah escribe: «Los agentes de los judíos avanzaron tanto en la enemistad del Islam que, además de bombardear madrazas y mezquitas, no solo ordenaron el cierre de todos los centros religiosos en Pakistán y en otros lugares sino que también encarcelaron a los predicadores y estudiosos islámicos de Tablighi Jamaat que abrieron las mezquitas». Tablighi Jamaat es un movimiento islámico revivalista con una gran masa de seguidores en India, Pakistán, Bangladesh y en muchos otros países.

“Mientras que en tales ocasiones, como el período de la pandemia del coronavirus, Alá ordenó, ‘Le enviamos calamidades y dificultades a naciones anteriormente [como por ejemplo, los judíos] para que sean obedientes ante Alá’. Pero los títeres de los judíos de la era actual acosan a quemarropa a aquellos adoradores y a aquellos que dirigen los centros religiosos [es decir, los clérigos islámicos] para que puedan convertir a aquellos que se arrodillan ante Alá y adopten a Satanás», dice el muftí Misbah y agrega que uno debe entender a los que manejan y trabajan detrás del coronavirus a nivel global.

El escritor dice que si bien el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump culpó a China por el brote del coronavirus, el gobierno chino ha exigido una investigación internacional con el fin de refutar esta acusación hecha por Trump. «Por otra parte, los expertos que investigan esto han declarado que los pangolines[3] son ​​los culpables del brote del coronavirus, mientras que otros culparon de esto a los murciélagos; y también existe una narrativa de que es el trabajo de algunos magos sentados en la cueva de David en Israel, patrocinados por una mujer llamada Ashaveli [no legible]», este dice.

Portada de la revista.

El muftí Misbah escribe que no importa cuántas explicaciones se ofrezcan sobre el coronavirus, uno queda con las ganas de escuchar más. «Y es en esta perspectiva que surgen algunas preguntas sobre si el coronavirus parte de entre las calamidades naturales o es resultado del trabajo de aquellos que sueñan con establecer un enemigo kufri [relacionado a la incredulidad], o un gobierno de superpotencia judía. Porque, al igual que el coronavirus, cientos de enfermedades tan peligrosas se encuentran en el mundo que, además de ser fatales, tienen relevancia a poseer una perspectiva histórica descarada. Por ejemplo, una enfermedad tal como el Sida, que proviene de las relaciones sexuales entre hombres y mujeres que deambulan por los mercados, la hepatitis, el cáncer, tuberculosis, etc. Enfermedades tan comunes como estas han destruido a numerosas familias felices. Pero a nivel internacional, ninguna propaganda contra estas enfermedades se hace a tal escala como se hacen contra el polio y el coronavirus a nivel global», este observa.

Después de haber establecido este contexto, el muftí Misbah escribe: «Para encontrar respuestas satisfactorias a tales preguntas, uno tendrá primero que, examinar las declaraciones de algunos individuos y personalidades, manos secretas a nivel internacional y algunas instituciones sobre el explicar cómo los enemigos del Islam han resuelto limitar el poder humano natural de los musulmanes, (es decir, el crecimiento de su población)». Este cita el cómo las Naciones Unidas han adoptado, desde el año 1973, una política de control a la población y se establecieron instituciones de planificación familiar gastando billones de dólares en anticonceptivos como parte de los esfuerzos de la Organización Mundial para la Salud (OMS).

El escritor luego culpa a Bill Gates por el programa de vacunación contra la poliomielitis, que algunos ven como una conspiración para esterilizar a los varones musulmanes. «A nivel gubernamental respecto a aceptar la vacunación contra la poliomielitis, en la conferencia de la Fundación Bill y Melinda Gates, el fundador de Microsoft y guardián secreto de los judíos, el multimillonario Bill Gates mencionó especialmente dos puntos. Primero, es extremadamente necesario controlar a la población mundial. Segundo, Gates depositara 40 millones de dólares en una empresa japonesa para la campaña contra la poliomielitis», dice el muftí Misbah.

La revista contiene una serie de artículos sobre el yihad.

Este escribe que «según los médicos ideólogos islámicos» las vacunas contra la polio contienen ingredientes que hacen que los chicos crezcan sin poder tener hijos propios. Aunque la firma japonesa que produjo la vacuna contra el polio no está dispuesta a aceptar, tal como en el caso de otras conspiraciones similares, estas realidades, la verdad es que el uso de la vacuna contra la polio para controlar la población ya no es un secreto», declara el muftí Misbah.

Pasando al trasfondo del tema del coronavirus, el muftí Misbah señala: «Si uno analiza la perspectiva histórica del coronavirus, o COVID-19, parece claro que esto también es una seguidilla de la misma conspiración. Ya que, esto no es ninguna nueva enfermedad microbiana». Este escribe que June Almeida, una doctora en la década de los años 1960 en Escocia, descubrió este virus en el Laboratorio St. Thomas y también dio a conocer fotografías del mismo.

«Esto lleva a uno a entender que, después de su descubrimiento, el virus del COVID-19 fue mantenido en un lugar seguro y apropiadamente escondido [desde la década de los años 1960] para que pudiera ser utilizado como una bomba atómica, en especial contra los musulmanes», escribe el muftí Misbah y agrega que Bill Gates, en un discurso pronunciado en el 2015, advirtió que la humanidad enfrenta una mayor amenaza en un virus y no por una guerra nuclear. El escritor señala que Bill Gates advirtió nuevamente en el 2018 que pronto llegaría un virus mortal y afectaría al mundo en su totalidad.

En la mente del escritor, el coronavirus es una conspiración contra los musulmanes: «Teniendo en cuenta la ya madura enemistad del mundo kufri contra los musulmanes, podemos decir con certeza que si el objetivo de este virus no era lastimar a los musulmanes, entonces ¿por qué no fue preparada la cura para proteger a la humanidad contra el COVID-19 o curarlo?» este observa. El muftí Misbah agrega: «Según lo afirmado por mí, este punto está siendo probado de que el COVID-19 se mantuvo muy seguro y almacenado durante los últimos años con la intención de utilizarlo contra los musulmanes».


[1] Telegram.me/ nashir_um1_bot, 6 de diciembre, 2020.

[2] Informe del PSATY en MEMRI – Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) publica la última edición de su revista en urdu y hace hincapié en la unidad de sus filas y el yihad contra las fuerzas armadas, 7 de diciembre, 2020.

[3] Los pangolines son una especie de oso hormiguero escamoso.