Los mexicas tenían muchas formas bellas de entender el corazón (yóllotl)
El náhuatl nos muestra la profunda relación que existe entre vivir y pensar. La clave se encuentra en el corazón, el yóllotl.
En el México prehispánico fueron muchos los significados del corazón-yóllotl. La importancia y vigencia de la forma de pensarlo, es la misma que cuando pensamos la civilizaciones madres, como la egipcia y china, que aún influyen en la forma en que escribimos, comerciamos, pensamos, vivimos, amamos…
A su vez, Mesoamérica también fue una civilización originaria fuera del Viejo Mundo. El México prehispánico también desarrolló un urbanismo, religión, pensamiento y estructura social compleja. Debido a la riqueza cultural de nuestro mundo antiguo, la forma en que se pensó el corazón es algo que debiera interesarnos, ya que de dicha visión aún podemos aprender y sorprendernos.
En lo que hoy comprende el territorio mexicano existieron una gran diversidad de culturas, originadas por una cultura madre. Hoy atenderemos a la concepción del corazón en los pueblos de habla náhuatl, ya que como sabemos el pensar está entretejido con el habla y la forma en que habitamos el mundo. De acuerdo con el doctor Miguel León-Portilla, estos fueron herederos de culturas ancestrales como la olmeca, teotihuacana y tolteca.
Yóllotl en la lengua náhuatl
Según el trabajo de León-Portilla, la raíz de la palabra yollótl es la misma que la del verbo yoli, que significa vivir. En virtud de que la lengua náhuatl es polisintética, puede fusionar una gran variedad de vocablos, formando a su vez, diversidad de significados y sentidos.
Yoliliztli es “acción de vivir”, mientras que yollótl es esencia o fuerza de vida, propias de un ser viviente. A su vez, de yollótl se derivan palabras con diversos significados, por ejemplo:
- Yollo: abundancia de corazón; inteligente o abundante de ingenio.
- Yolo-tica: con corazón; con valor.
- Yoliuhyaliztli: camino del corazón; libertad.
- Yollocáyotl: plenitud del corazón; inteligencia.
Derivados de yollo
- Yolo-matiliztli: conocimiento del corazón; prudencia.
- Yolo-quixtia: sacar del corazón; buscar un significado.
- Yol-nonotza: llamar al corazón; meditar.
- Yol-teotl: dios en el corazón; bello compuesto que denota la idea de “pintor y escribano”.
- Yollo-tlacaquini: el que escucha al corazón; sabio.
A través de estos ejemplos podemos ver cómo el corazón tenía una estrecha relación con el conocimiento, la creatividad y la voluntad.
Por otra parte, también puede denotar empatía, generosidad, sabiduría, valentía, fidelidad. Además, existen connotaciones negativas que pueden expresar furia, hechicería, muerte de corazón y corrupción. Ejemplo de ello es la palabra yolmiqui, que significa muerte del corazón.
Corazón en la literatura náhuatl
En la flor y el canto, la poesía náhuatl, son constantes las referencias al corazón. Estos son algunos ejemplos contenidos en Cantares mexicanos.
El corazón conoce la belleza de la flores y los cantos, son ellos su riqueza en la tierra:
“Mi corazón lo sabe:
escucho un canto,
contemplo una flor,
¡ojalá no se marchiten!”
El corazón es morada del Dador de la vida; él ilumina su interior. Por eso el corazón es sabio:
“Tlaque, Nahuaque,
el Dueño de la Cercanía y la Proximidad,
brilla con su luz
en la casa de tu corazón.”
Además, en el Códice florentino se pueden encontrar los siguientes usos poéticos del corazón:
- Totonqui, teyolitia: es caliente el corazón, hace vivir a la gente.
- Moyolpaqui: mi corazón se alegra.
- Qnícemitqni yn yollotli: el corazón todo lo gobierna.
El corazón en la medicina náhuatl
De acuerdo con la medicina náhuatl, el corazón como órgano o teyolía, es “lo que da vida a la gente”. Esta forma de corazón está vinculada al corazón y al pensamiento. Además, teyolía estaba complementada por otras dos entidades: tonalli e ihíyotl, el cerebro e hígado.
A su vez, tonalli significa calor, luz y destino. Asociado a teyolía, participaba en la actividad intelectual. En cuanto al ihíyotl tenía relación directa con las emociones.
Yóllotl y la religión prehispánica
Del mismo modo que en otros contextos religiosos como el cristianismo, los sacrificios también tuvieron lugar en las religiones prehispánicas. Aunque a muchos horroriza, los sacrificios humanos solían hacerse en ciertas fiestas específicas. Sin embargo, no se trataba de la crueldad vista desde los ojos de occidente, todo ello era parte de una forma de una cosmología. Según su mitología, los dioses mismos se habrían sacrificado para dar vida a la humanidad.
Debido al gran valor que concebían al yóllotl-corazón, los mexicas lo ofrendaban como retribución por la existencia del universo y todo cuanto existe. Con ello, además, garantizaban la continuidad del cosmos. El yóllotl era resultado del sacrificio de los dioses, su entrega, era la vuelta a la fuente primigenia.
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