Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Marihuana en la cultura maya

 

Marihuana en la cultura maya

Sherly Canul

Publicado

  

en

 

La marihuana es una planta que se da en cualquier tierra, según se dice popularmente, y es conocida por sus propiedades medicinales. Existe poca información acerca de su uso y siembra por los antiguos mayas, aunque actualmente es conocida por personas maya hablantes de la tercera edad como un vegetal curativo.

¿Qué es la mariguana, cáñamo o cannabis?

Para explicarnos mejor, conviene advertir que el cáñamo y la marihuana pertenecen a la especie Cannabis Sativa, por lo que al utilizar el término cannabis, puede referirse a ambas. El Cannabis ha sido descrito genéricamente para referirse a cualquiera de sus preparaciones, tóxicas o no, realizadas con esta especie vegetal. La planta puede llegar a medir seis metros de altura en condiciones favorables y es un vegetal que tiene plantas macho y hembra que crecen por separado.

Conocimiento del uso de la marihuana

No es una novedad decir que los mayas se caracterizaron por ser una cultura muy avanzada, ya que investigaciones señalan que su escritura o la estructura de ciudades arqueológicas y su cultura en general, demuestran un avanceuniversal sorprendente. Asimismo, relacionar dicha cultura con la marihuana no resulta disparatado, al contrario, quizás confirma el alto grado de conocimiento de nuestros ancestros quienes vieron en esta planta una oportunidad de sanar al cuerpo.

Además, en comunidades mayas de la región existen personas que por el tipo de actividades que realizan,consumen marihuana para soportar lo pesado de sus trabajos. Entre personas que laboran en ranchos, parcelas, albañilería o simplemente en alguna de las actividades típicas de la zona, consideradas muy cansadas, es frecuente que estaplanta sea usada como medicina para calmar el dolor físico.

En la historia universal el uso de plantas medicinales por los miembros de las sociedades es algo común, y para los mayas su uso puede resultar tan normal como otras plantas, debido a que emplean la marihuana para quitarse el dolor reumático, muscular, relajante físico y espiritual, entre otras cosas.

En relación con este tema, el investigador y promotor de la cultura maya de Quintana Roo, Basilio Velázquez Chi, menciona que, “en lo medicinal se hacen infusiones para controlar fuertes dolores de cabeza, pomadas naturales o simplemente se machacan y se unta en zonas de dolor o reumas y como analgésico. La presencia de la marihuana siempre ha estado en el medio rural, no en uso comercial porque era algo que no es difícil de conseguir, no se vende, no se comercializa y tampoco se platica, quienes usan lo saben, lo aprenden a usar, a disimular, y entre la gente saben quiénes consumen, pero no es motivo de agresividad ni sobredosis o sobre uso”.

La mariguana entre los pueblos indígenas no la mencionan como substancia  extraña, puesto que la incluyen entre sus plantas medicinales. Los mayas son tan sabios que son diestros en el  manejo de las plantas medicinales, cultivadas por ellos o silvestres.

Uso lúdico de la mariguana en México

Cabe recordar que hace poco la Cámara de Senado aprobó un dictamen que regula el uso del Cannabis en el país, y esto de alguna manera podría cambiar o hacer más abierta la siembra, consumo y venta de productos tradicionales para los pueblos originarios. De cualquier manera, en la actualidad el uso de la marihuana es todavía un tabú para algunos, aunque-insistimos- la gente de las comunidades la reconocen e identifican por su uso totalmente medicinal.

CLIC PARA COMENTAR

EL ARTE DE BEBER

Yucatán y la cerveza, una amistad que tardó en concretarse

Sherly Canul

Publicado

  

en

 

Beber cerveza puede parecer sencillo y muy creativo, que no requiere de mayores conocimientos, pero detrás de ella siempre hay arte, trabajo duro y un buen tacto para la creación y producción de una bebida.

La cerveza en Yucatán tiene su historia

Para entender un poco más sobre la cultura cervecera, hay que entender su historia, y en Yucatán todo comenzó en 1886, gracias a una buena derrama económica producto de la producción del henequén, ya que en ese contexto se fundó en Mérida la “Gran Cervecería Yucateca”. Sul propietario era el Sr. José María Ponce, y para una mayor calidad en el producto, trajo desde Alemania a un maestro cervecero con toda la maquinaria requerida ubicada en la hacienda “El Perejil” que era una fábrica de hielo y chocolate. Las marcas que se ofrecían eran la “Mestiza”, “Conejo” y “Estrella”. Su venta era exclusiva y sólo tenían 3 comerciantes en toda la ciudad; la estrategia del mercado se perfeccionó y se empezó a comercializar las marcas “León Negra” y “Carta Clara”.

Al parecer en 1918 había 36 fábricas cerveceras en México, pero la Carta Clara y León Negra era las cervezas favoritas de los yucatecos, y ante la insuficiente producción de estas bebidas en las instalaciones originales, se trasladó la cervecería a la colonia Chuminópolis, siendo inaugurada el 15 de agosto de 1951.

Hasta 1960 la fundación de la Cervecería Yucateca, lanzó al mercado la cerveza “Montejo” haciendo referencia al colonizador de Mérida, bebida tipo pilsener que se convirtió en la preferida de los yucatecos.

La cerveza artesanal

Cuando la mayoría de la gente piensa en cerveza en un día soleado en Yucatán, lo más probable es que lo primero que se le venga a la mente no sea la cerveza artesanal, porque las cervecerías artesanales son pequeñas y se mantienen sólo en el ojo de aquellos que valoran una cerveza de ese tipo. En tanto que las cervecerías comerciales, las que producen cerveza en masa a diario y con publicidad llega por todos los medios, siempre acaparan los refrigeradores de las tiendas de conveniencia.

Sin embargo, en los últimos años surgieron productores de bebidas en Yucatán, que se especializaron en la producción de cervezas artesanales, sumándose a marcas de otros estados del país. La cerveza artesanal yucateca tiene una rica variedad de sabores, cuerpo y estilos a precios muy accesibles que invitan a que dediques una tarde a realizar tu propia cata de cervezas.

Aceptación de la Cerveza artesanal

El pasado 29 de octubre en Mérida, Yucatán, se realizó uno de los primeros eventos del Querreke Cervecero: Festival de la Cerveza Artesanal, a razón de este evento y a pesar de la pandemia COVID-19, participaron 12 cervecerías yucatecas, que narraron su producción y las cualidades de su marca de manera por demás apetitosa.

Si bien la presencia de catadores en el evento fue respetable, también la asistencia de amantes de la cerveza y personas en general, fue numerosa. En suma participación de todos permitió ayudar a la comercialización y activación económica de los maestros cerveceros quienes con mucho trabajo y tiempo logran un magnifico sabor de sus “artesanales”.

Es por ello, que se invita apoyar a productores locales y algunas pocas de las mejores cervezas artesanales, originarias de Yucatán, son: Tbotes Ale de Cesar Sosa, Alux de OxktzcabLa ceibaCuerno de ToroCiudad BlancaPatitoCocodrilo, Yucaterca, etc…

Con este mes frío o de “heladez” como se dice en Yucatán, algunas personas siguen bebiendo un vaso o un tarro de cerveza bien fría, pues el que bebe cerveza no necesariamente lo hace en fiestas Algunos beben por decepciones amorosas o por ser alcohólico, pero sin duda mucha gente bebe de forma recreativa y por cultura, y es capaz e diferenciar entre tipos de sabores. Es como ser un crítico gastronómico o un catador de vinos, se trata de personas que saben el trabajo y esfuerzo de realizar una cerveza artesanal. ¡Salud!

CONTINUAR LEYENDO

ESTILO DE VIDA

¿A dónde has ido Pibe?

Raciel Guanche Ledesma

Publicado

  

en

 

Confieso que el nombre de Diego Armando Maradona llegó a mí o al vago recuerdo pueril que entraña la inocencia, a través de aquellas elocuentes imágenes junto al Comandante, Fidel Castro. Para entonces apenas conocía sobre el fútbol y mucho menos había escuchado hablar de las enigmáticas glorias que este deporte ha dado al mundo. Como buen cubano, el beisbol florece desde la raíz más auténtica del seno familiar criollo y, quizás por eso, en ese tiempo estaba condenado a ignorar lo inmenso.

Sin embargo todo cambió un día, a excepción de mi sincero amor por el beisbol. No recuerdo muy bien la fecha de aquella entrevista televisiva al Diego, pero sí sé que fue la primera ocasión que veía y escuchaba al “Pibe de Oro”, al de la “Mano de Dios” o el simple “Pelusa”. Con ese hermoso precedente comencé a entender su grandeza humana y futbolística que siempre fueron superiores a los mezquinos prejuicios.

Así lo sintió toda Argentina, acaso por ser el hombre que le dio la mayor felicidad a una afición orgullosa y llena de sentida pertenencia. Sólo bastaron dos Mundiales para que ese pueblo dejara de sentirlo como Maradona, porque luego de 1986 fue sencillamente un dios. Así de grande e inmenso era el “Pelusa”, tanto que la vida lo premió con un don sobrenatural para jugar al fútbol y de paso, como si fuera poco, lo convirtió en el “genio” de ese deporte en todos los tiempos.

Pero al Diego no le alcanzó tanta genialidad en los terrenos y fue aún más allá de lo inmenso, de lo sobrio, de lo apacible. Y es que la sensata rebeldía caló profunda en el eterno Diez de la albiceleste. Su mayor afrenta estuvo en no callar los sentimientos ante nada ni nadie y en seguir anotando simbólicos goles desde una zurda coherente que nunca dio respiro a lo injusto.      

Un pobre diablo será quien no tenga defectos o detractores en la vida y Maradona claro que los tenía. De él hablaron y hablarán siempre, porque de los grandes hombres tampoco se puede esconder esa única impureza que limpia y refina. Al Diego lo señalaron en determinado momento con miradas de desprecio. Eran almas empobrecidas que buscaron las manchas donde otros veíamos sacrificios y deseos de superar lo adverso.

Ahí estuvo Cuba para abrazarlo cuando más lo necesitó y ahí estuvo Fidel para guiarlo como el mejor de los padres. Ambos forjaron una amistad duradera que no creyó en burdas presiones y sí en lealtad recíproca. La Isla del Caribe fue sin dudas su segunda casa y nosotros, el pueblo todo, sus fieles y orgullosos admiradores.      

Por eso cuando conocimos la noticia de que el “Pibe de Oro” había partido hacia la inmortalidad precisamente un 25 de noviembre, el mismo día que lo hiciera el Comandante Fidel, resultó ser un golpe demoledor en especial para los cubanos. Quizás por las tantas veces que se divulgaron informaciones erróneas sobre el “Pelusa”, ese día no queríamos creer lo evidente y chocante. Más todo era verdad, una mezquina verdad que se aferró al mundo.  

El Diego no pudo ganar ese último partido a la vida, sin embargo, parte hacia la inmortalidad con dos mundiales y el cariño de millones a cuesta. Afortunados los hombres como él entonces que se marchan movilizando almas y dejando a su paso tantas huellas de amor y felicidad.                  

Ahora nos queda cumplir con una responsabilidad histórica, esa que apela a no dejar caer en el maltrecho saco del olvido las ideas y espíritu de los grandes hombres. A nuestros hijos habrá que contarles quién fue ese “Pelusa” que ridiculizó a los ingleses en el 86, que metió aquel gol de la “mano de Dios” y que jugaba con tanta pasión al fútbol. Sólo así mantendremos vivo el recuerdo de un tipo inigualable al que le apodaban “Pibe de Oro”, cuando apenas era Diego Armando Maradona.           

CONTINUAR LEYENDO

ESTILO DE VIDA

Las formas de balón, Maradona 1960-2020

Edgar A. Santiago Pacheco

Publicado

  

en

 

No es posible escribir sobre el triste fallecimiento de Diego Armando Maradona, sin la emoción que inspira el que fuere admiración, ternura, rabia, congoja y cualquier otro sentimiento propio de nuestra naturaleza humana. El 25 de noviembre es ya una fecha que tendrá un significado diferente para el mundo del deporte y para el mundo a secas. Muchas plumas se remojarán en la tinta para abordar las facetas de este humilde hijo de Argentina, cuyo apellido, de origen gallego, llevaba amarrado la bendición divina, pues es una apócope de Mar a DonaMar de la virgen, y con esa protección en el pecho recorrió triunfante el mundo. Escaló las alturas del balompié a punta de patadas en un sentido propio y figurado, pues sus luchas públicas contra el orden establecido, lo ponían en la eterna contradicción de ser parte de él, de vivir con sus prebendas y placeres, pero nunca ser su cómplice.

Maradona, el Pelusa, surgido del barrio marginal de Fiorito, se prestó a numerosos conciertos con el poder, vivía del reconocimiento público de poderosos, pero aquí otra contradicción, era la voz de los pobres, del pueblo, era la aspiración lograda de triunfar sin el empuje del dinero, del poder familiar, o de los influjos políticos, era el producto de la pureza del deporte y de algo que Dios depositó en él, esa habilidad, atributos físicos y pasión, que honró y compartió con todos sin distingos de clase o etnia. En la práctica de un deporte, el pagó  el reconocimiento mundial y el amor irrestricto de un pueblo. Su grandeza jamás estará en discusión. 

Llevó en sus hombros la carga de un país, cuyos políticos y hombres de negocio la han saqueado y ofendido, pero él, sólo él, los llevó a ganar una guerra deportiva ante los odiados ingleses en el mundial de México de 1986, ayudado por la “mano de dios”, como genialmente lo llamó, le dio razón a un país entero para enfrentar y superar la dolorosa ofensa de una de las naciones más poderosas y agresivas del mundo, aceptó la carga, la responsabilidad, y en el camino los costos de ese sacrificio.

A sus 60 años decidió dejar de jugar, aceptó pasar a formar parte del panteón de los eternos, a mirar desde arriba el juego más lindo del mundo, a gritar animando a su equipo, el pueblo argentino. Pues no nos equivoquemos, la muerte no vino por él y lo obligó a dejar este mundo. A Maradona no se le obligaba a nada. La muerte en su egoísmo decidió que necesitaba al mejor jugador para su equipo, y Maradona aceptó el trato y acordó los términos, y la palabra hay que honrarla siempre.

A mi mente viene ahora esa imagen juvenil de un humilde chico que decía “sueño con estar en la selección y ganar un mundial”, eso fue lo mínimo que hizo, pues la pelota tiene muchas formas de cumplir los sueños. Los de él seguirán cumpliéndose cada vez que la pelota gire en un campo lodoso, polvoso, pedregoso, pateada por niños y jóvenes que busquen en el futbol llegar a ser como “el Diego”, que entiendan que el “balón no se mancha”. Y nuestros errores, son eso, nuestros, no del futbol.                

CONTINUAR LEYENDO

No hay comentarios:

Publicar un comentario