BATALLA DE POZO HEDIONDO (20 de Enero de 1851)
A principios de enero, dos partidas de guerra apaches de unos 150 guerreros incursionan por Sonora. (Una, liderada por los chokonen Irigoyen, Posito Moraga y Trigueño; por los chihennes Delgadito y Ponce, y quizás con algunos nednais de Janos [Chihuahua], aunque la banda nednai de Coleto Amarillo estuvo en Janos. La otra la lidera el jefe chihenne Mangas Coloradas, estando posiblemente presentes, los chokonen Miguel Narbona y Cochise. A mediados de mes habían huido con 1.300 cabezas de ganado y caballos. Su ruta era previsible, por lo que el capitán Ignacio Pesqueira reunió una fuerza de Arizpe y Bacoachi [los dos en Sonora], dirigiéndose a un lugar llamado “Pozo Hediondo”, a unos 32 km al este de Arizpe y a unos pocos kilómetros al suroeste de Nacozari, llegando el 19 de enero.
El 20 de enero, tuvo lugar la batalla de “Pozo Hediondo“, la actual Bella Esperanza, 12 km al sur del río Nacozari [Sonora]. Días antes, llegan noticias a Arizpe [Sonora] de que un gran número de apaches dirigidos por Mangas Coloradas están por las cercanías. El capitán Ignacio Pesqueira organiza rápidamente su destacamento de 50 hombres enviando un correo a Bacoachi [Sonora] para que los efectivos allí presentes se reúnan con él, en el llamado “Cerro Colorado”, sumando en total 80 infantes y 20 dragones de caballería. Las tropas recorren 20 km al noroeste, acampando en la Sierra del Cobre para desde ahí, hacer algunas inspecciones por los alrededores.
La mañana del 20 de enero, levantan temprano el campamento dirigiéndose hacia el "Pozo Hediondo” a donde llegan al filo del mediodía, cuando ven a un grupo de apaches que vienen por el camino. A los primeros disparos los apaches retroceden siendo perseguidos por los soldados de Pesqueira, quien no sabe que el grueso de la banda apache viene detrás, unos 300 guerreros, formada por chihennes, chokonen, nednais, bedonkohes, coyoteros y algunos mescaleros.
La lucha es encarnizada, en campo abierto, cayendo muertos y heridos por ambas partes. Alrededor de las 16:00 horas llegan otros 200 apaches comandados por los chokonen Irigoyen y Posito Moraga. A pesar de ello, los mexicanos no retroceden ante el empuje del mayor número de apaches. Las municiones se agotan por ambos lados y la lucha llega al cuerpo a cuerpo hasta que la obscuridad pone fin a tan terrible combate.
Pesqueira hace recuento de sus bajas: 26 muertos [entre ellos su segundo al mando, Manuel Martínez y otros tres oficiales]; 46 heridos [entre ellos el teniente Rafael Ángel Corella y él mismo]. Siendo imposible continuar luchando, se retiran y huyen hacia la localidad de Cumpas [Sonora], marchando los heridos a pie, cayéndose y levantándose pues sólo sobreviven cinco caballos que llevan a los heridos más graves.
Según los mexicanos, los apaches sufren 70 muertos y numerosos heridos. El chokonen Cochise, el nednai Juh y el bedonkohe Gerónimo posiblemente participaron en la batalla. La banda del chihenne Mangas Coloradas se dirige a Bacoachi [Sonora]; y el resto a sus territorios originales.
El teniente coronel de la Guardia Nacional del presidio de Moctezuma [Sonora], José Ignacio Terán y Tato reunió 100 hombres para que volvieran al “Pozo Hediondo” a enterrar a los muertos y encontrar el rastro de los chiricahuas. Al ver los cuerpos muertos, de soldados y caballos esparcidos por el campo de batalla, los mexicanos se negaron a seguir el rastro de los apaches. Un guerrero capturado de la banda chokonen de Posito Moraga dijo a Terán y Tato que Irigoyen había dirigido a los chokonen en el ataque a Pesqueira. Este testimonio fue refutado por Luis García, natural de Bacerac [Sonora], que fue enviado por Terán y Tato para hacer un registro de las bandas apaches acampadas en los alrededores de Janos [Chihuahua] y un informe de su participación en la incursión y en el enfrentamiento en el “Pozo Hediondo”. García dijo que los apaches de Janos eran inocentes de eso; que los autores eran apaches chokonen y coyoteros White Mountain llegados de los Estados Unidos. El informe de García no convenció al nuevo comandante militar de Sonora de la inocencia de los apaches de Janos. El coronel José María Carrasco empezó a planear el ataque contra los apaches de Janos. Se reunió con todos los comandantes de presidios, alcaldes, jueces, y hacendados de la región, manifestando su intención de declarar “una guerra a muerte y sin cuartel contra todas las tribus apaches, excepto contra las mujeres y niños menores de 15 años“, y culpó a los comandantes militares de los anteriores fracasos. Candelario, hijo del jefe nednai Juan José Compá, estando en Pitaicachi [municipio de Agua Prieta, Sonora] se enteró de que en Sonora se estaba preparando una expedición para atacar a los apaches de Janos [Chihuahua]).
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