Tiemperos en San Pedro Nexapa
( historia de una de las mujeres graniceras)
San Pedro Nexapa es una delegacion de Amecameca, comunidad semirural con una historia interesante y un vínculo con las montañas que pasa por la tala de árboles, recolecta de hongos y una relación espiritual a través de los graniceros. Uno de los personajes más celebres de esta comunidad es la Señora Natalia o doña naty como se le conoce.
Sobre la carretera que conduce al volcán, se encuentra un puesto de quesadillas y tortillas que se ofrecen a turistas y locales, a este espacio llegan tambien investigadores que buscan a doña Naty para entrevistas a televisoras nacionales, periodistas o academicos para conocer de viva voz la tradicion que representa Natalia; ella o sus hijas despachan a sus asiduos comensales o clientes que son deleitados con quesadillas de hongos silvestres.
El conociemiento ancestral de doña naty es amplio (plantas medicinales, curaciones, rituales).
Los y las graniceras o tiemperas son porteras del mundo espiritual que subyace en la tierra, encargadas de los fenómenos meteorológicos, ahuyentan lluvias y granizo)
Este don se hereda por linaje, sueños, a través de un rayo o enfermedad. Cuando una persona es alcanzada por un rayo y logra recuperarse puede ser granicero pero también caer en enfermedad es una forma de entrar a este espiritual grupo; cuando alguien enferma debe ser presentada ante los trabajadores del temporal para ser curada.
Un rayo la eligio
La enfermedad fue la forma en que doña naty, fue llamada a trabajar el tiempo de lluvias “Doña Naty sufrió por un largo tiempo, desmayos y perdía la conciencia de manera frecuente. Consultó médicos sin lograr recuperarse, hasta que los graniceros de su comunidad, otros hombres y mujeres elegidos por un rayo le curaron y le dijeron que debía servir a las nubes. Fue ahí cuando obtuvo salud y el compromiso de un trabajo ritual para llamar la lluvia”
Su relación con los rayos comenzó desde muy pequeña -en el patio de la casa veía como caían los rayos muy cerca- sin que sufriera daños, solía jugar a correr de ellos y acostumbrarse a que no le pasara nada.
Es en los sueños donde ha aprendido todo lo que sabe (cantos, rezos, maneras de curar con plantas, hongos y oraciones) los espíritus de viejos y viejas graniceras son quienes le enseñan cómo curar, a que cruz o altar asistir, sabe de que cueva salió el rayo que daño a la persona que solicita su ayuda.
Ella platica con los espíritus viejos o con personajes naturales como la Iztaccíhuatl o el Popocatépetl, quienes le piden ofrendas de comida, bebida y cantos -conocer a la Iztaccíhuatl es una emoción indescriptible, mágica, estar con ella es llegar a un paraíso lleno de variadas frutas, plantas, colores intensos de la naturaleza-
Las ofrendas que piden los espiritus son flores, mole, pan, ceras (todo esto para poder ir al templo designado y vestir la cruz)-mi trabajo es pedirle a los espíritus de la lluvia, las nubes, el granizo, el viento, agua abundante para los montes, salud para todas y todos, y que así exista la vida-
La sabiduría de una mujer granicera
A sus mas de 7O años, Doña Naty es una mujer fuerte física y espiritualmente; ella comparte su conocimiento a quien se le acerca, sobre las plantas medicinales, curación con hongos, le interesa que su sabiduría no se pierda, por eso está dispuesta a enseñarle a quien quiera aprender de ella, estudiantes, investigadores, sus hijas y nietas.
Mujer de apariencia frágil y sonriente. Con su trabajo y voluntad sostiene una tradición milenaria que cautiva a quien se adentra en los estudios antropológicos e históricos. Una tradición que sobrevive contra todo.
Ella trabaja para pedir por la lluvia, curar con plantas, levantar la sombra de quien muere, acoger a los enfermos y afligidos, pero su verdadero trabajo es mantener una tradición milenaria, de equilibrio de la naturaleza, de amor y respeto por nuestra madre tierra que nos hace mantener un vínculo unico con nuestra historia e identidad.
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