RAMADÁN
Ibn ‘Umar dijo que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El Islam está construido sobre cinco (pilares): atestiguar que no hay más divinidad que Dios y que Muhámmad es el Mensajero de Dios, establecer la oración, pagar la caridad obligatoria, ayunar en el mes de Ramadán, y peregrinar a la Casa Sagrada”.
(Al-Bujari, 8; Muslim, 16)






Aquel por cuya salud y condición física y mental no es capaz de soportar las abstinencias del ayuno, no debe ayunar porque Dios dijo:
“…y quien estuviere enfermo o de viaje [y no ayunase] deberá reponer posteriormente los días no ayunados y así completar el mes” (al-Báqarah, 2:185).
Abstenerse de tener actividad sexual. Esta abstinencia tiene que hacerse cada día de la salida a la puesta del sol.
Allah dice en el Corán:




‘Ady bin Hátim dijo: ‘cuando descendió la aleya: ((hasta que, al alba, se distinga un hilo blanco de un hilo negro...)) tomé dos cuerdas, una blanca y una negra, y las puse bajo mi almohada. Durante la noche las miraba constantemente, pero no obtuve nada. En la mañana fui ante el Mensajero de Allah (la paz y bendiciones sean con él) y le relaté lo sucedido; el dijo: “Eso se refiere a la negrura de la noche y la blancura del día”’.
(Al-Bukhaari 1916)

Anas bin Mâlik dijo: ‘el Mensajero de Allah (la paz y bendiciones sean con él) dijo: “comed el sahûr; pues en el sahûr hay una bendición”’.
(Sahih Al bukhari; 1823)
Es recomendable romper el ayuno con dátiles frescos o secos y en cantidad impar; y si no encuentra nada de eso, entonces con unos tragos de agua.
Anas bin Malik, que Al-lah esté complacido de él, dijo: “El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, solía romper el ayuno con dátiles frescos; si no encontraba, entonces con dátiles secos; y si no encontraba,entonces bebía unos sorbos de agua”
[Narrado por Ahmad (12265); Abu Dawood, 2356].

(Sahih Muslim 2364)

Por supuesto, el Islam es una religión muy práctica. La gente mayor, los enfermos, los viajeros, las mujeres embarazadas, y las madres que dan el pecho, todas estas personas están exentas del de Ramadán. Algunas de estas personas, como los enfermos, las embarazadas, o madres amamantan, tienen que recuperar los días que han perdido cuando su situación se normalice. La gente mayor, para la que sería difícil ayunar están exentos de ello; se les insta, sin embargo, a dar caridad en vez de ayunar. Como dice el Corán: ” Allah quiere para vosotros lo fácil y no lo difícil” (2, 185).
Aquellos que están permanentemente incapacitados para ayunar, como el musulmán que tiene una enfermedad de la cual no hay esperanzas de recuperación, o aquellos que han llegado a la ancianidad y por su salud no pueden soportar el ayuno, están mencionados en el verso (traducción del significado):
“Y quienes pudiendo ayunar no lo hicieren deberán alimentar a un pobre [por cada día no ayunado]” (al-Báqarah, 2:184).
El ayuno tiene enormes beneficios para el alma y el cuerpo. Educa al hombre en la paciencia y el sacrificio, equipara a ricos y pobres en el hambre y la sed y, sobre todo, apartando al alma de sus apetencias cotidianas y automáticas, la hace volverse hacia lo sublime y la vuelve humilde y agradecida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario