Fundación de México-Tenochtitlan
Según cálculos hechos muy posteriormente, basados en la interpretación de mitos, un 13 de marzo de 1325 un pueblo bárbaro llegado al Anáhuac desde el lejano norte, se estableció en un áspero islote del lago de Texcoco en el que sus sacerdotes encontraron los símbolo que venían buscando: un águila sobre un nopal devorando una serpiente. Estos inicios, en que la leyenda y la historia se confunden, señalan la aurora de la gran civilización guerrera que habría de imponerse en buena parte del territorio que hoy conforma nuestro país hasta que poderosas fuerzas externas acabaran con su forma de vida, en 1521.
La ciudad que se fundó en ese pequeño islote se llamó México-Tenochtitlan, antecesora directa de la actual ciudad de México. Sus fundadores venían desde un remoto lugar del septentrión que no ha sido posible situar en el mapa, al que llamaban Aztlan, por lo que ellos se llamaban a sí mismos aztecas, gentilicio que cambiaron luego por el de mexicas. Los aztecas eran un pueblo bárbaro que llegó como parte de las sucesivas oleadas de invasores chichimecas, aunque más tardíamente, por lo que encontraron ocupados todos los espacios y anduvieron errantes hasta encontrar, en el islote dicho, la señal que esperaban desde su salida de Aztlan.
México-Tenochtitlán tuvo unos orígenes humildes en ese islote, pero su importancia crecería rápidamente de la mano de la fuerza guerrera de sus hombres, y de la estratégica situación del islote, que les permitía controlar importantes rutas comerciales. Poca más de un siglo después de la fundación de la insignificante ciudad, sus hombres, conducidos por el rey Izcóatl, por Motecuzoma Ilhuicamina y por Tlacaelel, y aliados con Nezahualcóyotl, rey de Texcoco, impusieron su dominio a los restantes pueblos del Anáhuac, y empezaron a extenderlo.
La verdad es que en un principio, la caída de Tenochtitlan se parece mucho más a los ciclos guerreros mesoamericanos, y que su ocupación (mu parcial) por los españoles, no implica de ninguna manera la "conquista de México", si por esa palabra entendemos a nuestro país entero
La verdad es que en un principio, la caída de Tenochtitlan se parece mucho más a los ciclos guerreros mesoamericanos, y que su ocupación (mu parcial) por los españoles, no implica de ninguna manera la "conquista de México", si por esa palabra entendemos a nuestro país entero
Los mexicanos actuales tenemos parte de nuestra raíz en esa prodigiosa ciudad, pero aún más en muchas otras culturas y pueblos, muchos, enemigos de Tenochtitlan. No dejemos de admirarla pero insistamos en la pluralidad de mesoamérica y aridoamérica, cuyos matices son infinitos.
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