Los caracoles de tierra caen bajo la denominación de “insectos”. La mayoría de los eruditos tempranos sostuvieron el punto de vista de que está prohibido comerlos. El imam An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo en Al-Maymu’, 9/16: “Sobre el punto de vista de los eruditos acerca de los insectos de tierra… nuestro punto de vista es que están prohibidos. Este fue el punto de vista de Abu Hanifah, y Dawud. Málik dijo: “Son lícitos”. Fin de la cita.
Ibn Házm (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“No es permisible comer caracoles de tierra ni ningún otro insecto y alimaña, como los geckos, cucarachas, hormigas, abejas, moscas, avispas, gusanos, piojos, pulgas, chinches, mosquitos, y otros animales de esa clase, porque Dios dijo (traducción del significado):
“Se os ha prohibido [beneficiaros de] la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo, la de todo animal que haya sido sacrificado invocando otro nombre que no sea el de Allah, la del animal muerto por asfixia, golpes, caída, cornada o matado por las fieras, a menos que haya sido herido por ellas y alcancéis a degollarlo [antes de que muera]…” (Al-Má'idah, 5:3).
Y hay evidencias de que el sacrificio ritual sólo puede hacerse en el cuello o encima del pecho, por lo tanto no es posible sacrificarlos de forma ritual, por lo tanto están prohibidos”. Fin de la cita de Al-Muhálla, 6/76-77.
Los málikis no estipulan que una criatura que no tiene sangre roja deba ser sacrificada, más bien las incluyen bajo las mismas normas que las langostas, que son sacrificadas hirviéndolas, asándolas, o ensartándolas en un pincho, mientras se pronuncia el nombre de Dios.
En Al-Mudáwwanah (1/542) dice:
“Le preguntaron al imam Málik sobre algo que en el norte de África llaman “caracol” que se encuentra en el desierto o en los árboles, ¿puede ser comido?
Él respondió:
“Pienso que es como la langosta. Si es capturado vivo y hervido o asado, no pienso que haya nada de malo con comerlo, pero si se lo encuentra muerto, no está permitido comerlo”. Fin de la cita.
En Al-Muntaqa Shárh al-Muwattá' (3/110), por Abu Al-Walíd al-Báyi (que Allah tenga misericordia de él), dice:
“Si esto está aprobado, entonces las normas sobre los caracoles de tierra son las mismas que sobre las langostas de tierra. Málik dijo que se las puede sacrificar hirviéndolas o ensartándolas con un pincho hasta que mueran y se ha de mencionar el nombre de Dios mientras se lo hace, como se menciona cuando se sacrifica a las langostas”. Fin de la cita.
2 – Los caracoles de mar son indudablemente lícitos, a causa del permiso general que hay sobre comer animales marinos. Dios dijo (traducción del significado):
“Se os ha permitido [comer de] lo que pesquéis o halléis en las costas, para vuestro beneficio y el de los viajeros” (Al-Má'idah, 5:96).
Al-Bujari narró que ‘Umar ibn al-Jattáb (que Dios esté complacido con él) dijo: “Lo que se caza en el mar o se recoge en las costas es comestible”.
Y Al-Bujari también compiló un reporte según el cual Shuraih, un compañero del Profeta (que Dios esté complacido con él), dijo que él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Todo lo que está en el mar ya está sacrificado (quiere decir que es lícito y no necesita ser sacrificado de forma ritual)”.
Pero no hemos visto ningún reporte que sugiera que el Profeta Muhámmed comiera caracoles.
En resumen:
Es permisible comer caracoles de ambos tipos, tanto de tierra como de mar. No hay nada de malo en sacrificarlos mediante el acto de hervirlos en agua, los caracoles no tienen sangre roja por lo tanto no puede decirse que deban ser sacrificados de una forma ritual para extraerles la sangre. Y los caracoles de mar son indudablemente lícitos, como el resto de los animales marinos.
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