EL HIJO DEL PRESIDENTE DE EEUU ESTUVO INVOLUCRADO EN LA FINANCIACIÓN DE PROGRAMAS BIOLÓGICOS EN TERRITORIO UCRANIANO
UN "DISCO DURO" PONE AL DESCUBIERTO LOS SUCULENTOS NEGOCIOS UCRANIANOS DE BIDEN Y SU HIJO
¿ Cuál es la razón por la que los medios españoles han silenciado el escándalo, cuando en los Estados Unidos ocupa las primeras planas de todos los medios de comunicación?
Asegura nuestro colaborador Manuel Medina en este artículo, que los principales diarios y cadenas televisivas estadounidenses, han terminado aceptando que los más de 20.000 e-mails que contenía el portátil de Hunter Biden, el hijo del mandatario estadounidense, son auténticos. Pero lo realmente escandaloso y sugerente del descubrimiento es que este no sólo compromete a Hunter sino también a su padre, que participó en las reuniones de la compañía de gas ucraniana "Burisma" en Kiev y en Washington. El hallazgo electrónico venía acompañado, además por abundantes testimonios relacionados con delitos de evasión fiscal, regalos multimillonarios, con orgías de sexo y crack, sobornos, de los que se ofrecen aquí algunos testimonios.
POR MANUEL MEDINA PARA CANARIAS SEMANAL
No deja de resultar extraordinariamente llamativa la sordina que la inmensa mayoría de los medios de comunicación españoles le ha aplicado a un escándalo que, en cambio, está ocupando las primera planas de los principales periódicos y cadenas televisivas estadounidenses. Un "discreto" silencio que de ninguna manera puede ser interpretado como resultado de un "descuido" o de una "mera casualidad".
El escándalo que nos han estado ocultando la mayoría de los medios españoles vincula al hijo de Biden con los turbios negocios que este -y también su padre- han desarrollado en Ucrania, en los que se combinan la evasión fiscal, los regalos multimillonarios con la venta de productos patógenos y las orgías de sexo y crack, sobornos... y que ha empezado a adquirir tales dimensiones que su difusión en España y en los países de la U.E. podría desinflar el "fervor guerrero" que durante las últimas semanas -por cierto, sin mucho éxito según las encuestas-, se ha estado intentado insuflar por tierra mar y aire a los ciudadanos europeos para que acepten resignadamente ser los auténticos paganinis de esta peculiar "guerra de Biden".
Y es que, en efecto, este miércoles, el periódico estadounidense "Washington Post" se convirtió en el segundo gran medio de comunicación norteamericano que ha terminado admitiendo que los correos electrónicos de la computadora portátil de Hunter Biden, el hijo del actual presidente, que lo incriminan en turbios negocios en Ucrania, son auténticos. Esto sucede después de que transcurrieran nueve meses desde que este mismo periódico los tuviera a su disposición, y un año y medio después de que el “New York Post” informara, por primera vez, sobre ellos.
El "Washington Post" ha justificado ahora su retraso en reconocer la autenticidad de los e-mails alegando que dos expertos en Seguridad habían usado firmas criptográficas de Google y otras compañías de tecnología, para validar los casi 22.000 correos electrónicos que abarcan el periodo entre 2009 y 2019. Entre ellos, están incluidos los mensajes relacionados con los controvertidos negocios en Ucrania del hijo del actual mandatario estadounidense.
En esos correos electrónicos se ha podido encontrar, entre otros, un acuerdo concertado entre el hijo del presidente Biden y la empresa energética ucraniana "Burisma Holdings", de la cual Hunter Biden había estado recibiendo la friolera de 1.000.000 dólares anuales.
En octubre de 2020, el periódico "New York Post" había revelado en exclusiva la existencia de los correos electrónicos de Hunter Biden, después de haber recibido una copia del disco duro de una computadora portátil averiada, que el hijo de Biden había dejado en un taller de reparación y no se había preocupado en recuperar.
En aquellos momentos ese periódico fue denostado por el resto de los grandes medios de comunicación norteamericanos, afines al Partido Demócrata, argumentando que los correos electrónicos del hijo Biden no se habían podido verificar, y que temían que detrás de estas acusaciones existiese una "campaña rusa" de desinformación.
El propio Washington Post” sostuvo, en numerosos artículos de opinión, que aquellos correos "nunca habían sido autentificados", acusando al "New York Post" de haber presentado una investigación "incompleta" sobre el caso. Parecía estar claro que los medios "pro Partido Democrata" intentaban evitar que la carrera electoral de Joe Biden hacia la presidencia se pudiera ver empañada.
Por fin, este miércoles, el "Washington Post" se ha visto obligado a declarar que el pasado mes de junio había recibido una copia del disco duro, de la que realizó otras dos copias, entregando una de ellas al investigador de seguridad de la Universidad Johns Hopkins, y otra a un experto de la Agencia de Seguridad Nacional, con objeto de que procedieran a su análisis.
Finalmente, ambos expertos han concluido que los correos electrónicos verificados tenían firmas criptográficas que eran muy difíciles de falsificar, incluso para los mejores piratas informáticos… y que, por lo tanto, tales correos eran auténticos.
Por su parte, también el pro demócrata "New York Times" hizo público hace unas semanas que había obtenido correos electrónicos que parecían provenir de la computadora portátil de Hunter Biden, reconociendo, igualmente, que estos habían sido autentificados por expertos.
El material obtenido del portátil del hijo de Biden incluye, asimismo, un gran número de fotos y vídeos sexualmente explícitos. Entre estos últimos, se encuentra un vídeo de 12 minutos, en el que el hijo del actual presidente aparece fumando crack, mientras fornica apasionadamente con una mujer no identificada.
SOLO LA PUNTA DE UN ICEBERG
En cualquier caso, lo esencial del "affaire Hunter Biden" no consiste en que el retoño de Biden haya grabado sus orgías de sexo y crack, sino en las relaciones que este y su padre mantuvieron con una importantísima empresa ucraniana, así como de la presunta venta de productos patógenos a Ucrania y delitos de evasión fiscal, tal y como están indicando las últimas pesquisas.
En efecto, Hunter no sólo fue miembro de la Junta directiva de la compañía gas ucraniana "Burisma", mientras su padre desempeñada la vicepresidencia de los EE.UU. con Obama, entre los años 2009 y 2017, sino que, además, desempeñó la función de “enviado especial” para tratar el golpe de Estado contra el mandatario ucraniano Víktor Yanukóvich.
Igualmente, los mensajes descodificados desenmascaran los planes de Hunter Biden en la compañía de gas "Burisma", así como las reuniones celebradas por su propio padre con ejecutivos de la compañía "Burisma", tanto en Kiev como en Washington.
Cuando en el año 2020 el "New York Post" publicó los datos que contenía la computadora del hijo de Biden, el periódico fue sometido por una gran parte de los medios de comunicación estadounidenses, proclives a los demócratas, a una inquisitorial campaña de escarnio y descrédito. La propia dirección del Partido Demócrata se las agenció para difundir una carta firmada por ex funcionarios de la Inteligencia norteamericana, en la que estos atribuían el escándalo a una insidiosa campaña de “desinformación” que tenía, claro, su origen en los consabidos " laboratorios rusos".
Con idéntica matriz a la que se está utilizando actualmente con la información proveniente de la guerra de Ucrania en los Estados Unidos y la Unión Europea, la censura que se aplicó entonces al "caso Hunter Biden" en las redes llegó a alcanzar tales dimensiones que Facebook y Twitter se concertaron para "cancelar" todas las informaciones que se refirieran a la familia Biden, argumentando que se estaban limitando a aplicar una "medida habitual" en los casos de "propagación de información falsa”.
De la relación existente entre Biden y Ucrania, -truculentamente denunciada en su momento por el ex presidente Donald Trump -, sólo estamos conociendo ahora la punta de un iceberg. Sumergidos bajo las turbias aguasque lo rodean no solo se encuentran los negocios de la familia Biden con la corrupta élite ucraniana, sino posiblemente también las razones por las que, de forma sorprendente, ahora los grandes medios de comunicación estadounidenses han decidido soltar amarras yabandonar a su suerte al hijo del primer mandatario.
En relación con el escandaloso "affaire Hunter Biden", este mismo jueves los representantes republicanos en la Cámara enviaron cartas a la Casa Blanca y a los Archivos Nacionales, en las que exigen que sean entregados los registros de cualquier tipo de comunicación que tuviera lugar entre Hunter Biden y la Casa Blanca durante los dos mandatos de la Administración Obama, cuando Joe Biden era vicepresidente.
En su demanda, los republicanos enfatizaron que:
“si el gobierno ruso está intentando influir en la política estadounidense en Ucrania explotando la conexión escandalosa de Hunter Biden con su padre, el presidente de los Estados Unidos, el pueblo estadounidense debe conocerlo”.
Como el lector habrá podido constatar a lo largo de estas notas, tal y como sucediera durante la llamada Guerra Fría, los políticos norteamericanos, ya sean demócratas o republicanos, siempre acabarán encontrando a un ruso malvado bajo el colchón de su cama.
VÍDEO: "VENTA DE PRODUCTOS PATÓGENOS A UCRANIA"
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