Unos cuantos piquetitos, Frida Kahlo, 1935, De la colección de Museo Dolores Olmedo
https://artsandculture.google.com/usergallery/el-surrealismo-de-frida-khalo/0wISmjp4J3JxIQ?hl=es-419

¿Por qué esa idea morbosa? Quizá haya sido simplemente una defensa. Esa mujer asesinada era en cierto modo yo, a quien Diego asesinaba todos los días. O bien era la otra, la mujer con quien Diego podía estar y a quien yo hubiera querido hacer desaparecer. Sentía en mí una buena dosis de violencia, no puedo negarlo, y la manejaba como podía…

-Frida Kahlo 


A lo largo de su vida, Frida Kahlo retrató numerosas situaciones dolorosas y desgarradoras que vivió. En ellas la sangre y el sufrimiento son elementos fundamentales, como ocurre en Frida y la cesárea (1931), La columna rota (1944), El ciervo herido (1946), entre otras.


Frida y la cesárea (inconcluso). 1931. Óleo tela. 73 x 62 cm. Colección del Museo Frida Kahlo,
Ciudad de México.
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Sin embargo, hay una en la que logró plasmar la violencia incluso más allá del lienzo, ya que, acabada la obra, Frida le dio el toque final a la pintura apuñalando numerosas veces el marco del cuadro con el pincel remojado en pintura roja.


De acuerdo con El cuadro del día, esta obra comenzó a realizarse cuando Frida descubrió que su esposo Diego Rivera mantenía un amorío en secreto con su hermana Cristina. En ese sentimiento de traición, se sintió identificada con esta mujer, apuñalada por su marido. Frida se inspiró en un suceso que leyó en el periódico: un hombre, que había asesinado a su esposa en estado de ebriedad, trató de excusarse ante el jurado declarando que solo le había dado "unos cuantos piquetitos". Según la policía, fueron 20 puñaladas.



Frida y Cristina Kahlo, 1926. 
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Frida representó este crimen como alegoría a su sufrimiento emocional ante la traición doble por parte de su amado y su hermana. La escena se desarrolla en una habitación casi vacía, con solo una cama en su interior. En ella se encuentra recostada una mujer sin vida que no porta más que una zapatilla y lo que parece ser una media con una flor al tobillo. El hombre que la asesinó está posicionado junto a ella, con una sonrisa en el rostro y el cuchillo en su mano derecha mientras guarda en su bolsillo izquierdo el pañuelo blanco que ha utilizado para limpiarse las manos.


Andrea Imaginario, especialista en artes, literatura comparada e historia, da el siguiente análisis de la obra Unos cuantos piquetitos a través de la página Cultura Genial:

Las infidelidades de Diego Rivera habían alcanzado el colmo cuando decidió tomar a la hermana de Frida por su amante. Una noticia sobre un feminicidio por aquel entonces impactó a Frida: un hombre había asesinado a su mujer a puñaladas. Al ser atrapado por las autoridades declaró: “Solo le di unos cuantos piqueticos”.

Frida representó este crimen como alegoría de su sufrimiento emocional ante la traición doble, como una muerte espiritual. Sobre los personajes, una filacteria inmortaliza la frase del criminal. Un rasgo importante del cuadro es que la sangre sale del contexto pictórico y se dispersa por el marco, como queriendo alcanzar la realidad en la que se encuentra el espectador. Así, Frida intenta romper la separación entre ficción y realidad.


El óleo fue vendido al museo Dolores Olmedo en 1955, un año después del fallecimiento de Frida Kahlo.