MORENA, AHORA POR CONTROLAR INTERNET
No son solo las antes benditas redes sociales. Morena ahora pretende controlar todo lo que circula por la web a través de una reforma al artículo 73 de la Constitución que permitiría que ciertos contenidos difundidos en páginas web y redes sociales puedan ser considerados como ataques a la seguridad nacional.
Con esta reforma, las autoridades federales podrían tirar de inmediato cualquier página web que difunda algún contenido que afecte la imagen del gobierno o del partido en el poder con el pretexto de que, en su concepto, atenta contra la seguridad nacional.
El proceso legislativo ya está avanzado, pues ya se tiene listo un proyecto de dictamen de reformas al inciso XXIX-M del artículo 73 de la Constitución, para facultar al Congreso a legislar en materia de seguridad nacional, seguridad cibernética y protección de los derechos humanos en el ciberespacio.
La redacción que tendría este artículo, en caso de que sea aprobado, es tan ambigua, que todos los detalles tendrían que ser especificados en la Ley de Seguridad Nacional y posiblemente en otras leyes secundarias, en donde sería fácil poner trampas con letra pequeñita.
Por eso, mientras esperamos a que lleguen las leyes secundarias, hay que poner atención en la exposición de motivos del proyecto de dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, partes de cuyo contenido dio a conocer ayer El Universal.
En la exposición de motivos, el proyecto señala que “los ciberataques también se pueden actualizar con las noticias falsas que comprometen, en muchas ocasiones, la toma de decisiones de la sociedad”.
Con esta lógica, cualquier contenido difundido en la web que contenga imprecisiones o información tergiversada o incluso falsa, sería considerado un “ciberataque” y la autoridad tendría la facultad de bajar dicho contenido o de bajar las páginas de internet que lo hayan reproducido, por atentar contra la seguridad nacional.
La más feliz con una reforma de este tipo sería la candidata de Morena al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, quien –como lo reseñamos en la entrega de ayer— denunció penalmente a siete portales de internet por difundir un video en el que ella considera que se le difama al decir que utiliza ropa de alto costo.
Proteger a la sociedad de los ciberataques que atenten contra la seguridad nacional, como se pretende con la reforma que se cocina en San Lázaro podría ser algo positivo, si no fuera por el riesgo que implica de que la autoridad se valga de las letras pequeñas de las leyes secundarias para inhibir la crítica al gobierno y criminalizar la protesta social.
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La reforma que impulsa Morena permitiría a la Guardia Nacional bloquear contenidos en la web que satiricen la imagen del presidente de la República o que critiquen algunas de sus decisiones, por considerar que se trata de ciberbullyng en contra del primer mandatario.
También podría tirar de un plumazo las páginas de internet y bloquear y sancionar a las redes sociales que difundan llamados a realizar acciones de protesta, como marchas y plantones en contra del gobierno, por considerar que dichos mensajes atentan contra la seguridad nacional.
La aparición de este proyecto de dictamen se da justamente cuando el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, prepara su iniciativa para regular a las redes sociales.
Se trataría de una curiosa coincidencia, si no fuera porque en política no existen las coincidencias.
OFF THE RECORD
**UNA DE TRES
La diputada federal plurinominal de Morena, Carmen Medel Palma, se registró para tres posibles nuevos cargos de elección popular.
Es tan profesional y se siente tan capaz, que se registró como precandidata a repetir en el cargo, –otros tres años de beca en San Lázaro— para ser diputada local en Veracruz y para ser presidenta municipal de Minatitlán.
Tres posibilidades, a ver si alguna pega, como pegó hace tres años, cuando fue designada diputada federal plurinominal por la magia de la tómbola.
**COLAPSO SE PUDO EVITAR
La consultora RISC, especializada en reaseguro de ramos técnicos y daños, determinó que el colapso del Metro de la Ciudad de México, que llevó a la suspensión por varias semanas de las principales líneas, se pudo haber evitado.
La forma de lograrlo era muy sencilla: bastaba con que se le diera el mantenimiento adecuado al cerebro de la calle Delicias y se cumplieran las disposiciones elementales en materia de protección civil.
Ni una ni otra cosa ocurrió y las consecuencias las sufrieron millones de usuarios.
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