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jueves, 14 de noviembre de 2013

México: Estado fallido, Michoacán: una lucha a muerte

México: Estado fallido, Michoacán: una lucha a muerte ...

porfirio barrera jiménez
Para
nov12 a las 11:59 P.M.
"Cada pueblo tiene un límite, para recuperar su libertad." PBJ

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Reportaje especial

Bernardo Benítez
"Periodismo para ciudadanos libres"


“Michoacán: una lucha a muerte por la vida”





http://youtu.be/R5RafZpdH2E



Michoacán- una lucha a muerte. 

Anonymous Michoacán narra el comienzo de la narcoguerra

anonymousmich
Tomás Borges
Hoy Michoacán es noticia, no gracias a sus bellezas naturales, mujeres, ni gastronomía, sino a la violencia que se suscita en un estado donde gracias a su situación geográfica (Colindante con Colima y Jalisco en el noroeste, Guanajuato y Querétaro al norte, al este con el Estado de México, sureste con Guerrero y suroeste con el Océano Pacífico, donde se encuentra localizado el Puerto de Lázaro Cárdenas), es considerado la joya de la corona para todo aquel grupo delincuencial que logre su control.
De acuerdo a la Secretaría de Transportes (SCT), el puerto de Lázaro Cárdenas, es la conexión de Michoacán con el mundo, al conectar el Pacífico mexicano con Asia y Norteamérica, siendo uno de los principales puntos de entrada para la efedrina y demás insumos químicos indispensables para la fabricación de las llamadas drogas de diseño, situación por la cual, el Gobierno mexicano tomó por sorpresa ese puerto con la finalidad de asfixiar económicamente a los “Caballeros Templarios” (CT), principal enemigo de la paz pública en un edén que ahora es un infierno.
Todo mundo recuerda la ofensiva emprendida por Felipe Calderón Hinojosa, quien en diciembre del 2006, se puso la casaca militar para declarar la guerra al crimen organizado en su estado natal. Gracias a la inoperancia de su antecesor, el panista Vicente Fox (quien hoy busca comercializar la marihuana tras su probable legalización) el crimen logró ocupar espacios al grado de ser el gobierno de facto en muchas localidades.
Michoacán, estado conformado por 113 municipios, tomó los reflectores, cuando el 15 de septiembre del 2008, integrantes del crimen organizado, arrojaron una granada de fragmentación ante la multitud que asistía a los festejos del “Día de la Independencia”, acción considerada como un acto de narco-terrorismo, siendo el primer evento de tal naturaleza realizado contra la población civil tras una ofensiva gubernamental donde “Se ganaba, aunque no lo pareciera”.
Hoy, lamentablemente, Michoacán vuelve a ser noticia al ser tomada por los Caballeros Templarios (CT), escisión de la llamada Familia Michoacana (FM), quienes tal como se ha informado oportunamente en Los Ángeles Press, han declarado la guerra al Estado mexicano con sus acciones, al grado que la desazón y la desesperación, han orillado a sectores de la población a armarse contra el narco y contra la inoperancia de las autoridades, quienes han sido cooptadas por el crimen, fungiendo como su ala política.
Pero para indagar más sobre este flagelo, Los Ángeles Press entrevistó en un lugar de la ciudad de México a una persona que se identificó como “Manolo”, quien accedió hablar con este medio, por considerarlo como un baluarte más del periodismo veraz e independiente, presentándose como uno de los fundadores y colaboradores de “Anonymous Michoacán" y “Valor X Michoacán”, siendo ésta su historia:
Soy “Manolo” y lo de Michoacán inició en el 2001, cuando la entonces Procuradora del Estado, Lucila Arteaga Pallares, tras el secuestro y muerte de su padre perpetrado por Roberto Valencia Barragán, el líder de un grupo criminal autodenominado “Los Alacranes”, que operaban en Santa Rosa, Michoacán. Ellos eran los amos y señores del crimen en ese lugar.
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Manolo, fuente anónima de Los Ángeles Press, cuenta los orígenes de la narcoguera. Foto: Tomás Borges
El “Alacrán” estaba casado con Alicia Oceguera, vinculada con gente del Cártel de Sinaloa, como Nestor Hernández Oceguera, hermano de Julio Hernández Oceguera, hermano de Inés Hernández Oceguera, la ex amante de Armando Valencia Cornelio, con quien procreó un hijo, el hoy cantante de banda, Julión Álvarez, conocido hijo del supuesto líder del llamado “Cártel del Milenio”, tan beneficiado en el sexenio de Vicente Fox. Pudiéndose corroborar lo anterior con las acusaciones vertidas contra la ex mujer de éste, Lilian de la Concha, señalada por autoridades americanas de ser “lavadora” de dicha organización delictiva.
La persona identificada como “Manolo”, mostró su credencial de elector y mostró su máxima posesión: una laptop donde hay un sin número de información sobre los halcones y pistoleros que asolan la región. Manolo, durante la entrevista, se mantiene a la expectativa, solicitando no mostrar el rostro por razones obvias y quien promete proporcionar más información en conversaciones posteriores.
Prosiguiendo con su relato, Manolo refiere que la entonces procuradora Arteaga Pallares, al tomar posesión del cargo, permitió el ingreso del grupo criminal “La Compañía” (Los Zetas), quienes invitados por sus homólogos los michoacanos, buscaban expulsar a los sinaloenses beneficiados por los sexenios panistas.
De acuerdo con Manolo, la entonces procuradora permitió que en abril del 2003, La Compañía eliminara a Roberto Valencia Barragán “El Alacrán”, quien murió junto con cinco integrantes de su familia, emboscados por 15 gatilleros que se hicieron pasar por agentes federales y masacraron a la familia tras asistir a una pelea de gallos en Jicalán, municipio de Uruapán.
Por tal motivo, al tomar cargo como Procuradora General del Estado en la administración de Lázaro Cárdenas Batel, permitió la entrada como venganza del grupo criminal “La Compañía” (Los Zetas), grupo criminal liderado por Carlos Rosales “El Tísico”, quien tenía como contacto con las autoridades a un sujeto apodado “La Bugambilia”, propietario de una gasolinera en Los Reyes-Jacona poco antes de llegar a Tinguindin.
Es gracias a este grupo criminal “La Compañía” (Los Zetas) que se inicia una limpieza de criminales de una entidad hasta entonces considerada un paraíso, por su gastronomía y lugares mágicos, como Janitzio enclavada en medio del lago de Pátzcuaro, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Por medio de La Compañía, se logró un dejo de tranquilidad al Estado gobernado por el Perredista Lázaro Cárdenas Batel (2001-2007), quien permitió que su partido el PRD, repitiera la gubernatura en la persona de Manuel Godoy Rangel (2008-2012), periodo en el cual gracias a su ubicación y clima privilegiados, La Compañía y la Familia Michoacana comenzaron a instalar laboratorios clandestinos, incluso en el santuario de la mariposa monarca, apoyando en muchos casos a los “talamontes”, para que fungieran como guardias blancas del crimen.
Fue durante la gubernatura de Manuel Godoy Rangel, que salió a la luz la filtración del crimen organizado en las altas esferas de la política, al vincular a su hermano Julio César Godoy Toscano (titular de una Diputación federal, quien incluso fue ingresado a escondidas al palacio legislativo de San Lázaro en la Ciudad de México, para que rindiera protesta y con fuero, poder evadir la acción de la justicia), como integrante de la Familia Michoacana, al filtrarse una grabación entre éste y Servando Martínez “La Tuta”, quien le daba instrucciones al hoy prófugo de la justicia, privilegiado con un escaño federal a pesar del señalamiento y de clamar su inocencia.
Gracias a que la narco-política alcanzó al partido del Sol Azteca (cuyo lema era “Honestidad valiente”), retornó el PRI a un Estado plagado por criminales, pese a los embates de la Policía Federal en la entidad, cuyo entonces titular, Facundo Rosas Rosas (hoy Secretario de Seguridad Pública en Puebla) juró erradicar el crimen, tras el asesinato de 12 agentes de inteligencia (incluyendo mujeres) en julio del 2009, cuyos despojos fueron dejados amontonados a un costado de la carretera federal Siglo XXI.
Prosiguiendo con nuestro relato, Manolo dijo a Los Ángeles Press que un sujeto llamado Pedro Franco Barajas, es el sicario que asesinó a Salvador Arteaga, hermano de la entonces Procuradora Arteaga Pallares, como represalia por permitir que La Compañía operara con la complacencia de las autoridades, cuyos efectivos en la entidad (Municipales y estatales) estaban en su mayoría ya a sueldo del crimen organizado.
Respecto a la cooptación de las autoridades, fue realizada desde el 2003 por un hombre de nacionalidad peruana, apodado “El Sol”, asesinado en Apatzingán en el 2005. De acuerdo al testimonio de Manolo, “El Sol” era el encargado de aparecer en las alcaldías y dependencias gubernamentales, manejando un BMW o un Mercedes Benz color gris, quien se identificaba como enlace de La Compañía, ofreciendo los servicios (y dinero) de ésta a quienes aceptaban sus condiciones.
En caso de que algún edil accediera a los servicios de La Compañía, el alcalde y su Director de Seguridad, no tenían qué preocuparse de los criminales, ya que éstos se encargaban de la limpieza de estos en su demarcación y en caso de negativa (por honestidad o estar al servicio de otro grupo rival) eran eliminados.
Para aparecer como los mecenas y los garantes de la seguridad, La Compañía mandaba comunicados a la población, diciendo que La Compañía y/o Familia Michoacana (llamada así desde el 2006), serían quienes velarían por la seguridad de los michoacanos, denunciando y eliminando a las lacras sociales y a los políticos corruptos, haciendo que sus acciones fueran vistas como “Justicia Divina”.
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Infografía de Reuters reproducida por La Jornada en dic. de 2010, con la noticia de la muerte de Nazario Moreno, líder de la Familia Michoacana, hoy se sabe que está vivo.
El Sol, buscando cooptar a los líderes de la región, se relacionaba con las altas esferas michoacanas, haciéndose pasar por empresario, sacando a relucir los dólares, mismos que distribuía a raudales, hasta su muerte paradójicamente por los Zetas, tras la escisión de éstos con sus otrora socios.
Tras la caída de Armando Valencia (Agosto del 2003), La Compañía, sale a luz pública, en Apatzingan, Tepeque, Nueva Italia, Aguililla, Coalcoman, la Ruana, etc. y se manifiestan como un grupo dedicado sólo al narco y levantar a criminales contrarios, como sucedió en Los Reyes, aunque poco después, cualquier persona adinerada era objeto de depredación de estos criminales pseudo-religiosos, quienes desde ese entonces se dedicaron a extorsionar y secuestrar.
Tal es la importancia del estado para el Cártel de Sinaloa, que en marzo del 2011, el mismo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (uno de los cien hombres más poderosos del orbe, rankeado en el puesto 67, nada mal para un ser nacido en la pobreza) el Chapo, acudió a una narco cumbre celebrada en Los Reyes, Michoacán, donde se reunió con gente de la Familia Michoacana, con el objeto de brindar su ayuda para expulsar a los Zetas y afincarse en el Estado.
De acuerdo con Manolo, el hombre más buscado del mundo, entró vía terrestre a la entidad por el Carrizalillo, escoltado por un convoy militar compuesto por efectivos reales y sicarios vestidos de militares, quienes portaban armas reglamentarias, así como sicarios vestidos como miembros de la SEMAR, quienes montaron retenes en la periferia durante 12 horas.
Tal situación orilló a que gente que no quería una unión de conveniencia con los sinaloenses (casi expulsados del Estado por los Zetas y la Familia Michoacana) formaran lo que hoy se conoce como “Los Caballeros Templarios” (CT), bajo la égida de Enrique Plancarte Solís y Servando Martínez “La Tuta”.
Gracias al poderío económico de El Chapo, los CT se vieron en la imperiosa necesidad de extorsionar a los comerciantes (fijos y ambulantes), ejidatarios y agricultores de la entidad, con el fin de allegarse recursos y continuar la guerra contra los grupos rivales.
Es por ello, que comenzaron a presionar a la población quien harta de sus extorsiones (cobro de piso) e hipocresías de ediles al servicio del narco (tal como se informó en Los Ángeles Press en el reportaje La narcopolítica de Michoacán), comenzaron a armarse ante la inoperancia de las autoridades, lideradas por el entonces encargado del despacho del ejecutivo, Jesús Reyna señalado de ser “Templario”, acusación de José Manuel Mireles, del Consejo Ciudadano de Autodefensas de Tepalcatepec.
De acuerdo a lo vertido por informes de inteligencia mexicana (CISEN y PGR), las policías municipales están operando como brazo armado en su mayoría del crimen organizado, siendo éstos los encargados de realizar los levantones, siendo prueba de ello la deserción de 55 municipales (de un estado de fuerza de 195) de Lázaro Cárdenas, quienes no se presentaron el pasado 7 de noviembre a exámenes de control de confianza, tras la toma del puerto por parte de las autoridades federales.
El rostro de Manolo denota cansancio, fastidio de ver cómo se está desmoronando su estado, lo cual es una radiografía de lo que puede ocurrir en el resto del país ante la corrupción de las autoridades encargadas de velar por nuestra seguridad.
 No hay nada peor que una “una autoridad corrupta” dice Manolo. Agrega un tanto melancólico: “los narcos por lo menos están fuera de la ley y se comportan como lo que son, criminales, pero un funcionario que dice que está del lado de la ley y protege a los criminales, no tiene perdón de Dios”.
Como dijo Manolo, no tienen perdón de Dios, y en espera al igual que miles de mexicanos, que las acciones de la actual administración, pongan orden y encierren a quienes tanto mal siguen haciendo a nuestra patria, tan joven como bisoña, al creer que haciendo lo mismo, con los mismos, cambiarán las cosas.
Tal como lo sostuve en las páginas de El Arte de la Guerra para Narcos (Ed. Planeta, Temas de Hoy, 2011):
“Todo problema nace con su solución y ésta ya está a la vista, es cuestión de quitarle el mando a los ineptos y corruptos y que el narco siga filtrando las narconóminas para escarnio de aquellos que estiraron la mano y pensaron burlar a la justicia, para que paguen como lo que son delincuentes”.
Basta con mirar quiénes son los titulares de las dependencias encargadas de nuestra seguridad para saber que son los mismos de hace décadas sólo que reciclados, haciendo que exista actualmente una aristocracia de la seguridad, cuyos actos de ineptitud no sólo son onerosos para el gobierno, sino para la ciudadanía en general.
Basta de simulaciones, es hora de actuar, porque el mañana, no sólo nos alcanzó, sino que nos rebasó. No es justo que la gente de bien, como Manolo, emigren de su tierra de origen por denunciar tropelías. ¡Hay que levantar la voz, a pesar del fragor de las balas!, ¡Hay que denunciar, a pesar del miedo!, ya que como dijo Esquilo “La violencia acostumbra a engendrar violencia”.
Termino con una frase de Thomas Carlyle que me parece pertinente: “Es un error esencial considerar la violencia como una fuerza”, agregando lo vertido por Jean Jure: “La violencia es una debilidad”, y eso está más que demostrado.
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