Quedan 26 días para el periodismo
Los espantosos atentados yihadistas en Cataluña han servido mucho menos a la estrategia de intimidación de Occidente que persigue el Estado Islámico que a ejercicios de intimidación de la prensa por parte de quienes han explotado cínicamente esta tragedia para marcar puntos en su propia estrategia, que es la del 1-O y el proceso de secesión.
Aparte de la ya muy comentada utilización de la que debía haber sido una manifestación de duelo, están las declaraciones amenazantes de responsables de la Generalitat contra los periódicos que se han atrevido a cumplir con su deber en torno a los atentados. Es decir, los que han investigado en torno a los atentados, su autoría, su preparación, su detección, su investigación, su explicación... Una precisión: no los que han encontrado fallos en el Ministerio del Interior o los servicios de espionaje y los policiales de España, sino los que se han atrevido a descubrir fallos en la policía catalana, los Mossos d'Esquadra.
Ahora son lacayos del Estado quienes encuentran fallos serios en la actuación de esa fuerza policial antes y después de los atentados, y de paso se aprietan un poco más las tuercas que ya se habían colocado antes de estos sucesos para asegurar un control ideológico de los Mossos, su transformación en una Staatspolizei de la República Catalana, que será un Estado cuyos dirigentes ya han demostrado fehacientemente que no tolerarán una prensa libre. Y para embridar las libertades fundamentales, como la de prensa, no basta con un cuerpo de policía convencional, como la Policía Nacional o la Guardia Civil (o el FBI, o la Gendarmerie Nationale...).
Quedan unas horas antes de la supuesta aprobación de las leyes -ilegales, que siempre son las leyes más nombradas y notables- fundamentales del nuevo Estado catalán, con sus claros ribetes totalitarios, y unos días antes de la supuesta convocatoria del referéndum unilateral de independencia para el 1 de octubre. Así que igual les quedan 26 días a los medios independientes para seguir informando.
A la espera de acontecimientos que quizá cambien ese guión, uno les animaría a seguir avanzando por el camino abierto -de forma un poco confusa, pero veraz- por El Periódico, el de los avisos no atendidos por los Mossos, y también por otros senderos informativos: los de las 24 horas siguientes a la tremenda explosión de Alcanar, incluidas las confusas explicaciones del major. Puede ser ahora o nunca.
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