¿El Islam es más progresista que el cristianismo respecto al sexo?
25ABR201110:06
BEIRUT.- Malek Chebel lleva tres décadas trabajando en torno a dos conceptos que los devotos del estereotipo consideran incompatibles: Islam y sexo. El autor argelino ha dedicado una decena de libros a desmontar dicho error con títulos tan sugerentes como “El cuerpo en el Islam” (1984), “Enciclopedia del amor en el Islam: erotismo, belleza y sexualidad en el mundo árabe” (1995) o “El Kamasutra árabe” (2006).
En realidad el propósito de este erudito de la historia –doctor en Psicoanálisis, Antropología y Ciencias Políticas- es rehabilitar la “pésima imagen” que admite tiene su religión en Occidente fruto de la acción de una minoría de radicales pero también de lo que califica como “total desconocimiento” de esa fe por parte de los europeos y norteamericanos.
(Foto: Malek Chebel)
Todavía bajo la onda de choque que generó el atentado del 11/S, Chebel decidió acuñar el concepto de “Islam de la luces” para contrarrestar la tendencia oscurantista de grupos como Al Qaeda y promover una reforma de este credo basada en 27 acciones concretas cuya última inspiración sería el racionalismo que se difundió en Europa durante la llamada Ilustración (XVIII).
No sólo aboga en este decálogo por principios como la separación de religión y política, sino por la prohibición de cualquier acto de violencia que utilice el Islam como justificación, de la “yihad” (guerra santa) entendida en su faceta militar, de las “fatuas” (edictos religiosos) que hagan apología de la muerte, de los castigos corporales o la mutilación genital. Por el contrario, el pensador musulmán defiende la promoción del estatus de la mujer y la preeminencia del individuo sobre la comunidad, como base para liberar al Islam de su faceta más dogmática.
“Se trata de releer el Corán inspirados por la razón no por una fe ciega”, dice.
-PREGUNTA: ¿Por qué escribir un libro con un título que parece tan provocativo como “El Kamasutra árabe” referido a una sociedad que en Occidente se vincula con el rigorismo?
-RESPUESTA: Para luchar contra ese estereotipo porque la sexualidad es un aspecto muy importante del Islam. Es una paradoja. Pese a la enorme significación que tiene la sexualidad para los árabes y musulmanes, este aspecto de nuestra sociedad no se ve en Occidente. Me duele la apreciación desastrosa que se tiene en Europa sobre el Islam. Podemos probar que nuestra religión puede progresar y la sexualidad es una forma de hacerlo.
La importancia de la sexualidad está recogida en el Corán y el mismo Profeta (Mahoma) dio ejemplo de cómo practicar el sexo de forma sana y activa. El Islam es incluso más progresista que el cristianismo porque este último sólo asocia el sexo a la procreación. En nuestra religión también resulta básico la reproducción y la tasa de natalidad pero está relacionado con el placer. Cuando comenzó el Islam no se sabía nada sobre la sexualidad y el proceso de fecundación. El placer era el único motivo que llevaba a la fecundación. Cuanto más placer pretendía un hombre más encuentros amorosos protagonizaba y ello llevaba a la fecundación. Por eso el Islam coloca al mismo nivel de importancia ambas etapas: placer y fecundación.
La “Sura” II (versículo) del Corán dice: “cohabitar con ellas y buscar lo que Ala ha prescrito para vosotros”.
(Foto: Portada de otro de los polémicos libros de Chebel, "Antología del vino y de la embriaguez en Islam")
-P: ¿Cómo se combina la importancia de la sexualidad de la que habla con las restricciones que enfrentan las mujeres en muchas de las naciones árabes?
-R: Los derechos de las mujeres en el mundo árabe están muy por debajo de las pretensiones y ambiciones del Islam. Pero no siempre fue así.
En el “Diccionario amoroso del las 1001 Noches” se pueden leer 900 páginas que prueban que durante la época dorada del Islam la mujer tenía un papel decisivo. Hoy en día no hemos alcanzado el nivel complejo de relaciones sexuales que se describen en esa obra, donde varias mujeres tenían relaciones con un hombre o viceversa y donde sólo se contemplaba la búsqueda del otro sin límites.
-P: Relata en sus libros que durante la era clásica del Islam se difundían libros que abordaban sin tapujos temas como la homosexualidad cuando ahora la censura es una constante en Oriente Próximo...
-R: Por supuesto. Tenemos a autores como Jahiz (su nombre real era Abu Ozman Amar) o Abu Nuwas. El primero escribió un diálogo entre dos cortesanos que defendían sus inclinaciones sexuales. Uno prefería a los efebos y el otro a las concubinas. ¡Estamos hablando del siglo VIII!. De Abu Nuwas todo el mundo conoce sus versos: “he dejado las muchachas por los muchachos, y por el vino viejo, dejé el agua clara. Lejos del camino correcto, he tomado el del pecado porque lo prefiero”.
Toda la regresión del Islam comenzó con la derrota de 1492 y la desaparición de Al-Andalus y se acentuó con la égida del Imperio Otomano. Estos últimos dominaron Europa pero conformaron una sociedad donde se ponía el acento en la maquinaria bélica y no en la creación. Primaba el guerrero, el jenízaro, mientras que con el califa abasid Al Maamun (siglo IX) se fomentaba la sapiencia.
-P: ¿Existe algún intento en el mundo árabe por recuperar ese Islam de las luces que preconiza?.
-R: En Qatar. Es un país que defiende como yo un Islam de la luces, tolerante, abierto, de la mediación y por eso se le ha recompensado con la organización del Mundial de Fútbol. Hay que ser conscientes, por ejemplo, del papel definitivo que ha jugado en la propuesta qatarí (del Mundial) la jequesa Moza (la esposa del emir), que ha vuelto a demostrar el papel clave que juega en la lucha por reafirmar el papel de las féminas en esta región. Es cierto que forma parte de la élite y que no todas las mujeres de Qatar son como ella, pero sienta un precedente. Pensemos en los países del entorno. Ni siquiera sabemos quienes son las mujeres de los gobernantes, no las vemos, son como invisibles.
Pienso que la Copa del 2022 puede cambiar la apreciación que se tiene de los árabes y del Islam, y transformar las relaciones entre Oriente y Occidente.
En realidad es una tendencia que se observa en otros lugares del Golfo como Abu Dhabi. Son un viento de esperanza, aunque a muy largo plazo. Necesitaríamos un siglo entero en esta dirección para que pudiera surgir allí algo que nos recordara a Al Andalus. Qatar dedica enormes cantidades de dinero a la investigación y apuesta por la promoción del conocimiento. Pero todavía estamos ante una cultura importada. Todo se compra, no existe nada original. En la cultura andalusí los propios príncipes eran los creadores y la gente acudía allí para inspirarse. No lo hacía bajo el reclamo del dinero.
(Foto: El jeque Hamad Bin Khalifa al-Thani, líder de Qatar, enarbola la Copa del Mundo)
-P: ¿Qué opina de la polémica que se ha generado en Europa en torno al uso del velo o el Burka?
-R: Es algo ridículo por las dos partes. Llevo años avisando sobre la progresión de los movimientos fundamentalistas y diciendo que hay que preocuparse por las barriadas (de algunas ciudades europeas), que se están apropiando de ellas. Cuando este problema se convierte en algo visible sólo queremos tratar el síntoma, no la enfermedad. El velo no es sino la consecuencia del adoctrinamiento que están sufriendo esos enclaves a cargo de predicadores fundamentalistas. En vez canalizar dinero hacia las barriadas, crear puestos de trabajo, abrir el ghetto y hacer que sus residentes se sientan ciudadanos, prohibimos el velo. Hay una fobia galopante en toda Europa hacia el Islam, pero todos los países practican la política del avestruz y dicen que eso no ocurre en su país.
-P: Pero ¿cuál es la significación del velo en el Islam?
-R: Por eso digo que esta controversia es ridícula de los dos lados. Porque el velo es algo muy secundario. Cacahuetes. El velo no existe en el Corán. Se le nombra un par de veces y se utilizan una palabra cuyo significado exacto desconocemos: “djilbab”. Tiene una veintena de acepciones. Puede ser un velo, una mantilla como la que usan las cristianas, el velo completo tipo “niqab”... Pero nunca había representado un problema en los XIII siglos de historia del Islam. Es una prenda que sólo se convierte en instrumento político con Joemini en 1979.
-P: ¿El carácter conservador que se asocia con el Islam es propio sólo de esta religión o un signo común a todas?.
-R: Ha ocurrido en todas las religiones pero en épocas diferentes. ¿Por qué ocurre hoy con el Islam? Porque está en crisis y lo mismo ocurre con nuestra sociedad (árabe). El problema radica principalmente en la élite política que además de carecer de legitimidad ni aprecia ni quiere promover el conocimiento y la cultura. Es más, si pudieran harían un auto de fe y quemarían todos los libros. Es una élite repleta de ignorantes, ajenos a la tolerancia y especializados en ver quien gana más dinero y de forma más rápida.
Se opone a la alternancia política y saben que la promoción de la cultura lleva siempre a la renovación de la clase dirigente, a que el pueblo exija una redistribución de la riqueza y cuestione sus desmanes. La primera generación posterior a la independencia es la más peligrosa porque les instalamos allí y les dijimos que les protegeríamos.
-P: Cuando dice, “nosotros les instalamos” ¿se refiere a Occidente?. ¿Cree que es responsable de alguna forma de la situación que enfrenta Oriente Próximo?
-R: Hay dos tipos de Occidente. El de la civilización, que defiende los derechos humanos, de la mujer, que milita por la tolerancia y el respeto. El Occidente humanista que comenzó con Voltaire o (Nicolas de) Condorcet (ambos filósofos del siglo XVIII) y que admiramos. Pero también está el Occidente político, del capitalismo y el interés propio. Ese no nos interesa. Ese Occidente es el que mantuvo a los países periféricos bajo su dominación indirecta apoyando a “amigos” como (Hosni) Mubarak.
-P: Usted aboga por la promoción de la democracia pero los expertos coinciden en que si ahora mismo se celebraran votaciones libres en el mundo árabe ganarían los partidos islamistas. ¿No es así?.
-R: Sí. A corto plazo eso sería lo que pasaría. ¿Porque ganarían? Por que frenamos el desarrollo de la democracia cuando era el momento justo, hace 50 años, cuando los partidos islamistas no eran fuertes. La oposición ha cristalizado en todo este tiempo en torno a las posturas más radicales. Si por ejemplo Argelia hubiera elegido la democracia tras la independencia no habría tenido que enfrentarse después a la crisis del fundamentalismo de los años 90. O Túnez o Marruecos. Los islamistas son el resultado del fracaso de los regímenes de partido único y del apoyo que otorgamos (en Occidente) a los dictadores. ¿De qué se alimentan? De la miseria, del trasvase de la población más pobre a las grandes urbes. Hay que mejorar la gestión y realizar un trabajo pedagógico durante años con esas poblaciones para contrarrestar su influencia.
(Foto: Las elecciones en los territorios palestinos fueron definidas por el ex presidente Jimmy Carter como las "más perfectas" en las que ha participado como observador)
-P: ¿Cómo se puede defender el ideario democrático cuando se rechazar reconocer la victoria de los partidos islamistas en elecciones como la argelina de 1990 o la de los territorios palestinos en el 2006?. ¿No es una total contradicción?
-R: Sí, lo es. El problema es que los regímenes árabes nunca quisieron jugar de verdad a la democracia. ¿Cómo es posible que sus dirigentes se mantuvieran en el poder durante décadas y después quisieran cedan el poder a sus hijos?.
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