En un artículo publicado el 3 de enero del 2021 en el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, el ministro de Asuntos del Gabinete de los Emiratos Árabes Unidos Mohammad ‘Abdullah Al-Gergawi escribe que, al igual que otras grandes catástrofes en la historia, la pandemia del Covid 19 seguramente traerá profundos cambios globales en creencias, normas y paradigmas económicas y sociales. Este procede a revisar cinco tendencias que, en su manera su evaluar, se espera den forma a las direcciones y el desempeño de los gobiernos del futuro. Estas tendencias tienen que ver con un descenso en el globalismo y un aumento en la auto-suficiencia nacional junto a la importancia crucial de una confianza pública en el gobierno, que determinará el destino futuro de ciertos estados; la necesidad de cultivar y desarrollar mecanismos de trabajo en lugares remotos y servicios digitalizados, pero al mismo tiempo monitorear estas actividades y servicios en la red y garantizar la seguridad en aquellos datos sensibles; y finalmente, la necesidad de desarrollar una asociación sólida entre el sector público y el sector privado, porque este último ha demostrado ser de un inmenso valor para responder a las diferentes crisis.

Mohammad ‘Abdullah Al-Gergawi (Fuente: Al-ain.com)

Lo siguiente son extractos de una traducción al inglés y luego al español del artículo de Al-Gergawi publicado en el portal de Al-Arabiya:[1]

«Luego de seis años de feroces batallas que involucraron a más de 30 países, incluyendo a las superpotencias mundiales, en dos ejes opuestos; y luego de más de 50 millones de muertes, más de 80 millones de heridos y unas pérdidas económicas estimadas en $4 billones, la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) finalmente terminó. Fue el mayor desastre provocado por el hombre en el siglo 20, con unas repercusiones humanitarias, económicas y políticas sin precedente alguno en la historia. Sin embargo, tal como nos enseñó la vida, de las crisis y desafíos pueden surgir oportunidades y una gran cantidad de cambios. Aparte de sus trágicas consecuencias, la Segunda Guerra Mundial también condujo a la creación de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y un acuerdo internacional sobre una carta magna en el tema de los derechos humanos. Además, las invenciones que se detuvieron antes de la guerra, se aceleraron después de ella, lo que hizo cambiar por completo a la humanidad. Tales invenciones incluyeron computadoras, motores a reacción, energía nuclear, penicilina, fotocopiadoras, aviones civiles mucho más modernos, el sector espacial y más.

«Hoy día la humanidad libra una guerra sin precedentes y no-discriminatoria que tiene un impacto mucho más amplio en los frentes geográfico, económico y geopolítico. Una guerra que fue de hecho el principal titular del año 2020 y que sacudió a los sistemas inmunológicos de salud más poderosos y sólidos en el mundo. Ningún país estuvo a salvo en esta guerra, ya que la humanidad se alineó en un frente unido para enfrentarla. Estoy hablando, por supuesto, del Covid-19. Esta pandemia mundial ya ha matado a más de 1.7 millones de personas y ha causado más de 11 billones de dólares en pérdidas económicas hasta ahora. Entonces, ¿cuáles son los principales cambios posteriores a la pandemia que el mundo tendrá que presenciar?

«Yo pienso que el mundo atravesará una nueva fase en la que las creencias cambiarán, las constantes colapsarán y surgirán nuevas reglas de movilidad económica y social. Para que los gobiernos puedan enfrentar al mundo pos-pandemia, deben comprender sus nuevas reglas y sus nuevas tendencias principales a nivel global. A continuación, presentamos cinco tendencias posteriores a una pandemia que se espera den forma a las diferentes direcciones y desempeño de los gobiernos del futuro.

Primero – Globalización a la inversa: La crisis sanitaria mundial ha obligado a todos los países a construir muros, restringir la movilidad, reconstruir sus sistemas logísticos y organizar cadenas de suministro. El mundo observó la forma como algunas naciones egoístas acumulaban suministros y aumentaban su competencia geopolítica entre las principales potencias económicas. Las creencias de muchos gobiernos en la globalización se vieron afectadas y los intereses nacionales adquirieron importancia fundamental. Además, las industrias nacionales, especialmente en los sectores de alimentos y farmacéutico, se convirtieron en temas existenciales en las estrategias de los diferentes gobiernos. Todos estos factores pueden conducir a un descenso de la globalización y el mundo será testigo de más acuerdos bilaterales económicos, turísticos, alimentarios, farmacéuticos y de otros tipos. Los gobiernos deben prepararse para un nuevo mundo mucho menos globalizado en comparación con décadas anteriores.

«Segundo – Confianza en los gobiernos: La pandemia ha empujado a la gente en todo el planeta a unirse a sus gobiernos y ha fortalecido la dependencia de varios sectores de los diferentes gobiernos para gestionar diferentes aspectos de la vida, especialmente en los sectores de servicios públicos. El Barómetro de confianza de Edelman 2020 reveló que la confianza en los gobiernos se incrementó 11 puntos en pocos meses a un máximo histórico del 65%. La crisis también generó altos sentimientos patrióticos, con crecientes tonos populistas en algunos países. Hoy día, los gobiernos de todo el mundo poseen una oportunidad dorada para fortalecer esta confianza y aprovechar los logros realizados al gestionar con éxito la pandemia. Al contrario, algunos países perderán por completo esa confianza debido a su mala gestión en lo referente a la crisis, ya que sus gobiernos no mejoraron su desempeño ni sus herramientas y sus estructuras organizativas y operativas colapsaron ante un desastre sanitario global de esta magnitud.

«Tercero – La data nacional y la soberanía nacional: Hasta hace poco, los gobiernos se hacían la vista gorda a la transmisión de datos a través de instituciones intercontinentales, considerando esa parte de facilitar su integración en el mundo digital. Hoy día, sin embargo, proteger los datos se ha vuelto tan importante como proteger la economía, las fronteras y la existencia de las naciones en su conjunto, ya que la pandemia ha obligado a cientos de millones de personas a trabajar, estudiar y practicar diversas actividades de la vida junto a actividades profesionales desde el hogar; y la mayoría de las actividades económicas, sociales y educativas de las sociedades se han vuelto ya virtuales. Los medios de control y protección de datos proliferarán pronto y los países deberán establecer mecanismos y sistemas para proteger su privacidad digital y sus datos soberanos.

«Cuarto – Un nuevo modelo de gestión gubernamental: Muchos gobiernos intentaron transformarse digitalmente en el pasado, pero enfrentaron desafíos relacionados con los presupuestos, la burocracia y los viejos sistemas que se resistieron al cambio y rechazaron la innovación y el desarrollo. Sin embargo, la gran presión de la pandemia global cambiará los modelos de gestión de los gobiernos. Hoy, los gobiernos deben establecer nuevas regulaciones y reglas para regular el trabajo remoto, las adquisiciones remotas y el desarrollo y la productividad de los recursos humanos remotos. Es crucial establecer sistemas legislativos para respaldar todo esto y desarrollar nuevos modelos que provean servicios gubernamentales a la población para satisfacer sus aspiraciones y adquirir la flexibilidad suficiente para hacerle frente a futuras crisis o desafíos.

Quinto – Las asociaciones público-privadas ya no son una opción: La pandemia mundial del Covid-19 ha hecho que los gobiernos se den cuenta de que el sector privado puede marcar una gran diferencia durante las diferentes crisis, ya que posee recursos; cadenas de suministros; capacidades médicas, de investigación y de logística; acceso a datos personales; y un fácil acceso a todos los grupos sociales. Por lo tanto, sin asociaciones públicas ni privadas sólidas y claras, no será posible construir una sostenibilidad interna verdadera, lograr la seguridad alimentaria y farmacéutica o gestionar crisis futuras. Hoy día, a los gobiernos se le hace necesario construir un nuevo sistema legislativo, reglamentario y técnico a través del cual puedan lograr funciones y responsabilidades complementarias entre los sectores público y privado.

«Tal como dijo Winston Churchill,» Nunca desperdicies una buena crisis». El mundo ha estado enfrentando una gran crisis que trasciende fronteras, razas y culturas y nos hizo pensar que la vida pudiera acabarse o terminar y que el mundo podía colapsar. Hemos incurrido en grandes pérdidas durante esta crisis, pero la verdadera pérdida sería que las generaciones futuras vivieran en un mundo que no es nada mejor que el de hoy ni está mejor preparado para cuando surjan crisis nuevas e impredecibles.

«Los gobiernos tienen el deber de tratar de responder las preguntas más importantes de manera transparente: ¿Cuál es su papel en el futuro? ¿Cómo cambiarán sus modelos de trabajo? ¿Qué tipo de relaciones internacionales garantizarán los intereses de todas las partes durante las impredecibles crisis futuras? ¿Cuál es el papel de la ciencia y el de los científicos en la determinación de nuestro futuro? ¿En qué medida pueden los gobiernos invertir sus recursos en apoyar las nuevas investigaciones que busquen soluciones y respuestas a los dilemas y desafíos emergentes?

«Y la pregunta más importante de todas es: ¿Ha vuelto esta pandemia global más humano el mundo? ¿Ha acercado esta pandemia más a las naciones? ¿Unió corazones y mentes para construir un futuro mucho mejor para la humanidad? ¿Será el Covid-19 un importante evento que señala el fin del viejo mundo y el comienzo de uno nuevo?»


[1] English.alarabiya.net, 3 de enero, 2021.