Juan Cortina, un rebelde mexicano en Texas

Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda 

Para entender la historia de un pueblo, hay que conocer sus héroes y sus villanos, unos y otros fueron personas de carne y hueso, que tuvieron aciertos y yerros, enfrentaron dudas, miedos…

Un héroe o un villano es el general Juan Nepomuceno Cortina Goseacochea (16/05/1824 – 30/10/1892), reconocido en Estados Unidos como el Robín Hood mexicano, también llamado el Bandido rojo de la frontera, por su oposición al racismo. Juan Cortina nació en Camargo, Tamps., hijo de Estéfana Goseacochea y Trinidad Cortina, miembro de una prominente familia ganadera, propietaria de grandes extensiones de terreno entre los ríos Grande y Nueces, así como en Tamaulipas; su historia trajo a mi memoria la crónica de las dificultades que vivió mi familia y toda la gente de la frontera norte, al fracturarse el gran estado de Coahuila y Texas.

Juan Cortina fue un símbolo de la resistencia política y llamado bandido por las autoridades estadounidenses, por haberse levantado en armas contra Estados Unidos, sin embargo, un Bandido es un luchador social (Eric Hobsbawm) y el general Cortina lo fue, al defender la mexicanidad en Texas. Entendamos a Cortina, apodado Chano, vivió en un contexto de violencia constante, participa en la Guerra de Intervención estadounidense en México (1846 y 1848), consecuencia del expansionismo de EE. UU.; en 1846, se alista en el ejército mexicano e integra un regimiento irregular de caballería, el Tamaulipas, formado por vaqueros para detener el avance del general Taylor. Los famosos vaqueros texanos eran mexicanos.

El presidente J. Polk ordena el despliegue de fuerzas armadas y concretándonos a la zona donde vivía Cortina, el general Zachary Taylor avanza hacia el río Bravo, construyen el Fuerte Texas en la ribera del río, frente a Matamoros y la desembocadura del río Bravo es bloqueada por naves estadounidenses. El 23 de abril de 1846, México le declara la guerra a EE.UU. y el 8 de mayo, Taylor enfrenta al Ejército del Norte, comandado por Mariano Arista. El 13 de mayo, Polk declara que “México había derramado sangre estadounidense en suelo estadounidense” y 4 meses después, la bandera gringa ondea en el Palacio Nacional de México (14/09/1847). Se firma el Tratado de Guadalupe Hidalgo (02/02/1848), pero el nuevo trazo de la línea fronteriza a más de partir un país, divide la población del antiguo Nuevo Santander en anglo-texanos y mexicano-texanos. Gringos y mexicanos, diría Juan Cortina al desafiar el racismo anglo, que discriminaba a sus compatriotas.

El Tratado protegía los derechos de los mexicanos en territorio estadunidense, en el artículo VIII, a quienes tuvieran propiedades “disfrutarán respecto de ellas con tan amplia garantía, como si perteneciesen a ciudadanos de los Estados Unidos”; y en el artículo IX, que gozarían “…de la plenitud de derechos de ciudadanos de dichos Estados Unidos”. Sin embargo, en 1855, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos decide que el artículo VIII no es aplicable a Texas porque había sido anexado antes de la guerra con México.

Pero una cosa es la letra y otra los acordes,  en aquella región se vivía un estado de guerra constante, los anglos acometían contra los mexicanos al menor pretexto, se podrían citar muchos casos, valgan tres: entre 1856 y 1857, entran a saquear Piedras Negras, Coah.; expulsan mexicanos de EE. UU., bajo pretexto de que ayudaban a los esclavos fugitivos;  estalla la Guerra de las Carretas entre anglos y mexicanos que transportaban mercancía, entre el golfo de México y San Antonio, una historia relacionada con la guerra de secesión estadounidense, .

Ante esta situación, Cortina se incorporó al Partido Demócrata del sur de Texas, para llevar la lucha al terreno político y defender a los mexicanos de la creciente invalidación de títulos de propiedad y el aumento de los impuestos aplicados sólo a mexicanos, que además eran perseguidos, encarcelados o asesinados por los anglos; lo cual provocaría que Cortina entrara en conflicto con las autoridades de Brownsville, al oponerse a las  injustas leyes que favorecían a los anglos; razón por la cual sería acusado de bandidaje y arrestado.

Juan Nepomuceno Cortina. 1865. Fuente: Biblioteca Degoyler, Universidad Metodista del Sur, EUA.

Juan Cortina “…became the leader of growing movement of forcible resistance to de routine Anglo ignoring of the Mexican right in the Texas border region“ (Meier y  Gutiérrez,  2000:66); un líder para defender los derechos de los mexicanos, violados sistemáticamente por los anglos,  para ello reúne, entrena,  arma un ejército y encabeza las “Guerras de Cortina” (1859-1861); anotando que su primera esposa, María Dolores Tijerina, y sus hijos habían sido asesinados por los anglos cuando él se negó a venderles sus tierras  en Texas. El incidente desencadenante ocurre en Brownsville, donde el alguacil Robert Shears golpea a Tomas Cabrera (13/07/1859), un viejo vaquero mexicano y Cortina lo defiende, el policía insulta a Cortina y este responde hiriéndolo en el hombro, luego, jura vengar la afrenta y tras montar a Cabrera en su caballo, sale a galope.  

En septiembre de ese año, Cortina entra Brownsville al grito de ¡Viva la República Mexicana! Y ordena la requisición de armas y munición, y ejecutar a cuatro individuos que habían asesinado a texano-mexicanos. El gobierno mexicano se ve obligado a intervenir y una delegación lo convence de retirarse, Cortina obedece, pero no sin proclamar, el día 30: “Nuestro objetivo, como se ha visto, ha sido castigar a nuestros enemigos por su villanía, que hasta ahora había permanecido impune. Se habían confabulado […] una inquisición pérfida para perseguirnos y robarnos sin motivo, y sin que hubiésemos cometido otro delito que el de tener origen mexicano”.

En 1864, siendo gobernador militar de Tamaulipas, Juan Cortina acepta al Imperio de Maximiliano, pensaba quizá  que la fuerza de Francia contendría el expansionismo de los EE UU, porque un año después se declara a favor de la República, no precisamente de Juárez, pues en 1871, se pronuncia en contra del gobierno de Juárez, por lo que es arrestado y consignado en la ciudad de México; en1875, es liberado por el presidente Sebastián Lerdo de Tejada y en 1876, retorna al norte, dando su apoyo a Porfirio Díaz.

Juan Cortina, rebelde e inquieto no se quedaría en paz, lo cual obliga al presidente Porfirio Díaz a ceder ante la presión de EUA y llamarlo a la ciudad de México, donde residiría “bajo palabra” hasta su muerte en Azcapotzalco en 1892. Mas, el aguerrido Juan Cortina permanece en la memoria colectiva, él había pagado  “las ofensas” de los anglos  “con balas en las tripas” y  traía “para los gringos pistola y doble freno”; se le recuerda  como “un hombre entre los hombres para defender la raza” (Corrido de Rafael Elizondo).

Don Nepomuceno – Juan Cortina, Cheno-  vive en la novela Texas, de Carmen Boullosa; en la película One Man’s Hero, interpretado por el actor portugués Joaquim Almeida (1999); en el episodio Boy Gone Astray de la Law&Order, Connie Rubirosa afirma que Cortina fue su ancestro; el Dr. Maciel lo incluye entre los personajes fundamentales de la historia chicana. La vida de Cortina muestra un tiempo de turbulencias y transformaciones que tuvieron lugar en la frontera norte, donde las familias quedaron separadas, pero también se darían vínculos matrimoniales entre anglos y mexicanos, todos texanos.

Bibliografía

– Cerda Cerda. «Cheno Cortina«, the Tamaulipas man who invaded Texas. Ed. Contenido, 2001.
– González Ramos Manuel H. Juan Nepomuceno Cortina Goceoscochea. UAT, 2001.
– Elizondo Rafael. Juan Cortina, letra y música, corrido. https://www.youtube.com/watch?v=vzslr0cYprc;  interpretación de Oscar Chávez, en: https://www.youtube.com/watch?v=FmF5jrzjSH0&feature=emb_logo
– Maciel David El México olvidado: la historia del pueblo chicano. UACJ, Chih. 1996; Canal INEHRM, https://www.youtube.com/watch?v=Qy-2McqA0BY&t=714s
– Meier Matt y Gutiérrez Margo. Enciclopedia del movimiento de derechos civiles mexicoamericano. GreenwoodPublishing, London. 2000.
– Thompson Jerry D. Juan Cortina and the Texas-Mexico frontier (1859–1877).Texas Western Press, University of Texas at El Paso, 1994.

mirtea@ucol.mx