Millones de datos circulan cada segundo a través de internet, correos electrónicos, faxes, cables, satélites, transmisiones de radio, conversaciones telefónicas y transacciones desde cajeros automáticos.
Robots, computadoras y especialistas distribuidos en todo el mundo analizan toda esa información para detectar perfiles peligrosos y potenciales amenazas, entre otros objetivos que persiguen los servicios de espionaje de Occidente en su afán de “cortarle las alas” a todo movimiento progresista o desacuerdo con su políticas de dominación.
Al menos así se cree que funciona la Red Echelon, un entramado de conexiones entre países anglosajones dotado con programas informáticos, antenas, radares, estaciones de escucha y bases terrestres que tiene como propósito procesar las comunicaciones de todo el mundo para presuntamente luchar contra el terrorismo internacional y el crimen organizado. Al menos eso es lo que dicen.
Echelon se formó durante la Segunda Guerra Mundial entre los centros de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido con el fin de interceptar las comunicaciones del ejército nazi y descifrar los mensajes de los japoneses, según un análisis anterior de BBC Mundo, que proporciona antecedentes que señalan el parto de Pegasus, el controvertido programa espía desarrollado por "Israel", el cual antes y ahora, tiene entre sus objetivos los pueblos árabes, en especial Irán y el Eje de la Resistencia, según valoran medios como el canal de noticias Al Mayadeen.
En el caso se Tel-Aviv pudiera entenderse dados sus temores ante la resistencia a sus políticas de ocupación, robo de territorios a sus vecinos de la región, el genocidio del pueblo palestino y su afán de crear “El Gran Israel” en las tierras de las naciones árabes.
Sin embargo, la participación en Pegasus de naciones de la región, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, significa una asociación global en el espionaje, y una traición a sus vecinos del área.
Algunos se preguntan hoy si Pegasus es un resultado de Echelon, conocida también como "La Gran Oreja", una red espía a escala global cuya existencia se niega pero que diversos informes señalan está bajo la coordinación de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos.
Retomando Pegasus, el sitio www.poder360.com.br abordó en qué consiste el “invento” israelí y señala que la filtración de más de 50.000 números de teléfono supuestamente utilizados por contratistas del software de la empresa israelí de vigilancia NSO Group ya ha ascendido a la lista de alerta mundial de ciberseguridad.
Un informe del diario británico The Guardian publicado el domingo (18.Jul.2021), señala que entre las víctimas hay periodistas, figuras públicas, líderes políticos y activistas de la sociedad civil entre los miles de contactos supuestamente vinculados a la aplicación.
Si el diseño perseguía descubrir el terrorismo, entonces, ¿por qué hay números civiles, especialmente periodistas y opositores a los gobiernos, en la lista filtrada? ¿Los datos fueron realmente utilizados por los clientes de la empresa? ¿Es posible acabar con los programas espía? , pregunta la publicación brasileña.
¿Qué es el software Pegasus?
Pegasus es probablemente el programa espía -hacking diseñado para infiltrarse y recoger información sin ser detectado- más potente jamás creado. El software puede infectar miles de millones de dispositivos siempre que tengan sistemas operativos iOS o Android, algo más que una alerta para convertirse en herramienta contra movimientos populares, periodistas, políticos y todo aquel que no comulga con las ideas del sistema capitalista de dominación a escala global.
El Grupo NSO dijo que sólo vende sus tecnologías a los organismos gubernamentales de inteligencia y aplicación de la ley y al menos 40 países ya lo utilizan, todo ello en secreto. "El único objetivo, (presuntamente), es salvar vidas previniendo la delincuencia y los actos terroristas", dijo eufemísticamente la corporación.
Expertos en ciberseguridad señalan que este programa transforma el dispositivo electrónico en un verdadero aparato de vigilancia. Y lo más peligroso: sin ser descubierto.
Por ejemplo, una vez instalado, Pegasus puede acceder y copiar mensajes, calendarios, medios de comunicación y grabar las llamadas enviadas o recibidas. También es capaz de filmar a través de la cámara y activar el micrófono para escuchar las conversaciones. Ya no hay ningún secreto sobre dónde estás, has estado o a quién has conocido, precisa www.poder360.com.br.
Los espiados son hoy ejecutivos, figuras religiosas, académicos, empleados de organizaciones no gubernamentales, líderes sindicales y funcionarios del gobierno, incluidos ministros, presidentes y primeros ministros.
Los datos filtrados también incluyen los nombres de más de 180 periodistas, entre ellos reporteros, editores y ejecutivos de medios como el Financial Times, CNN, New York Times, France 24, The Economist, Associated Press y Reuters, sin incluir voces de los oprimidos y del periodismo alternativo a las corporaciones mediáticas.
Llama la atención que informes filtrados apuntan a que gobiernos como los de Arabia Saudí, Azerbaiyán, Bahréin, Kazajistán, Emiratos Árabes Unidos, Hungría, India, México, Marruecos y Ruanda habrían adquirido Pegasus., algunos de ellos marcados por sus políticas violatorias de los derechos humanos y de persecución de los opositores.
Un reciente artículo del diario estadounidense The Washington Post indicó que en la lista de espiados hay 10 primeros ministros, tres presidentes y un rey, entre ciento de funcionarios públicos.
Entre los afectados , que se sepa, están tres presidentes en ejercicio, el francés Emmanuel Macron, el iraquí Barham Salih y el sudafricano Cyril Ramaphosa, tres primeros ministros actuales, el paquistaní Imran Khan, el egipcio Mostafa Madbouly y el marroquí Saad-Eddine El Othmani.
Siete ex primeros ministros, que según las marcas de tiempo de la lista fueron colocados allí mientras estaban en el cargo: El yemení Ahmed Obeid bin Daghr, el libanés Saad Hariri, el ugandés Ruhakana Rugunda, el francés Édouard Philippe, el kazajo Bakitzhan Sagintayev, el argelino Noureddine Bedoui y el belga Charles Michel.
Una persona familiarizada con las operaciones de NSO, que ha hablado antes bajo condición de anonimato para discutir asuntos internos, dijo a The Post que entre los clientes que la empresa había suspendido en los últimos años había agencias de México, lo que confirma sospechas del espionaje contra el actual mandatario de ese país, Manuel López Obrador y su entorno.
Las denuncias de abusos de Pegasus se dispararon en México cuando fue divulgado que más de 15.000 números de teléfono mexicanos figuran en la lista, incluido el del expresidente Felipe Calderón. La investigación descubrió que había sido añadido a la lista después de que terminara su mandato en 2012.
Según un análisis que publica el sitio de Alainet.org varios países compraron el software israelí Pegasus para espiar a activistas, políticos y periodistas. No existen normas ni reglas internacionales sobre el uso de programas de espionaje de grado militar como Pegasus, y por tanto se supone que existen acuerdos secretos entre empresas como NSO y los gobiernos que la contratan, puntualizó la publicación.
Edward Snowden, quien filtró informes de la Agencia de Seguridad Nacional en los que denunció la existencia de programas masivos de vigilancia ciudadana, ahora residente en Rusia, consideró que “esta revelación (sobre Pegasus) será la nota del año”, algo que confirmaría la gravedad y los peligros del programa.
“Con la existencia de herramientas de cibervigilancia tan avanzadas como Pegasus, se han dado cuenta de forma brutal de que las mayores amenazas se esconden en lugares que antes creyeron que eran los más seguros”, dijeron a The Guardian Laurent Richard y Sandrine Rigaud, responsables de Forbidden Stories.
Para el diario francés Le Monde, el análisis de los datos muestra que, para un gran parte de los clientes de NSO, el terrorismo y la gran criminalidad no constituyen más que una parte ínfima de las utilizaciones, y añade que la investigación “demuestra de manera incontestable que estos abusos son la norma y no la excepción”.
El sitio en internet www.indianpunchline.com en un análisis sobre el caso suscrito por M. K. BHADRAKUMAR al abordar un hilo de esta madeja señala que “el fisgoneo es uno de los pecadillos más antiguos del hombre, tan antiguo como la prostitución, quizás”.
Al respeto de esta madeja que aún está por desenredarse, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, advirtió que las medidas de vigilancia sólo pueden justificarse en circunstancias bien definidas y con objetivos legítimos. "Si las recientes acusaciones sobre el uso de Pegasus también son ciertas solo en parte, entonces esa línea roja fue superada una y otra vez con total impunidad", dijo.
El lodo no solo cubre a Pegasus, pues algunos medios señalan que con la anuencia del exprimer ministro Bejamin Natanyahu, y Jared Kushner, yerno del expresidente Trump, otras ciberarmas de empresas como Quadream, especializada en hackeo de celulares y con varios litigios a cuestas (https://bit.ly/3Bs6bUG), y Cellbrite, que “construye un dispositivo hardware UEFD que puede penetrar cualquier teléfono y Candiru, que hoy opera bajo su nuevo disfraz de Saito Tech Ltd., son una creciente amenaza.
Hasta dónde llegará la creciente bola de nieve que rueda cuesta abajo con Pegasus y otras ramificaciones, para muchos “partos” de Echelon, es algo que está por verse aunque los poderes detrás del trono nunca admitirán su paternidad.
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