Con Amlo, negocios judíos, voto judío… y candidatos antisemitas
Es difícil dividir a la comunidad de Polanco, en el DF, sin dividir a la comunidad judía. Y esa hazaña ha sido lograda por los excesos de la campaña de Amlo, iniciada desde el Gobierno del DF con una serie de arreglos por demás opacos, muy favorables para poderosos miembros de esa comunidad, del ramo inmobiliario, pero muy desfavorables para los moradores de Polanco, con importante densidad de población judía. Sus remitentes solicitan que sus nombres no sean mencionados, tanto para evitar represalias de las escuadras perredistas como para no ahondar la división de su comunidad, pero cada día se agregan nuevos mensajes de indignación por las autorizaciones de construcción y cambios de uso del suelo, por encima de la ley, que están alterando el paisaje y la vida de Polanco, y que no se explican más que en función de arreglos, de erogaciones extraordinarias destinadas a la campaña presidencial de Amlo, como lo sugiere día con día, sin respuesta de las autoridades, Joaquín López-Dóriga, en Radio Fórmula. El problema es que, para tratar de compensar la frecuente expresión de los temores que despierta Amlo entre la mayor parte del empresariado, fueron los organizadores del acto de proselitismo realizado con motivo del registro de la candidatura, en el IFE, el domingo 8 de enero, quienes difundieron los nombres de los empresarios que sí lo apoyan. Entre ellos figuran, obviamente, los constructores (por adjudicación directa, sin concurso y sin rendición de cuentas sobre costos directos e indirectos) de los segundos pisos del Periférico y del Distribuidor Vial de San Antonio: José María Riobóo y David Serur Edid. O Alejandro Soberón Kuri y José Manuel Álvarez, de Ocesa, la compañía de espectáculos al servicio del programa “Dfiesta”, de eficaz promoción de la precandidatura de Amlo, pero con cuentas ocultas en un fideicomiso hasta ahora inescrutable. Pero la lista de empresarios promotores, ya, de la candidatura presidencial de Amlo, entregada por los organizadores del acto de proselitismo del domingo antepasado, incluyó poco más de media docena de empresarios del ramo inmobiliario de la comunidad judía. A la cabeza de ellos figura David Daniel Cavas, presidente del Grupo Danhos, que maneja el controvertido proyecto Reforma 222, el principal desarrollo de vivienda en esa sensible zona, quien además obtuvo el apoyo del gobierno de Amlo para la construcción de los centros comerciales Parque Delta y Parque Alameda, de acuerdo con la investigación de Víctor Fuentes, publicada en Reforma el martes 10 de enero. El mismo reportero documenta los negocios, alentados por el gobierno de Amlo, de los demás empresarios de la comunidad judía incluidos en la lista de promotores del voto dada a conocer por su propio comité de campaña: los hermanos Abraham y Elías Cababie, que desarrollaron los proyectos City Santa Fe, Residencial Lomas II y Arcos Bosques; los hermanos José, Gregorio y Ariel Bromberg, que construyeron la Torre Reforma 115; Siahou Sitton Guindi, del Sheraton Centro Histórico; Marcos Shabot, del TecnoParque Industrial de Azcapotzalco… “Total”, dice uno de los mensajes recibidos, “en el estilo clientelar de gobierno del DF, que sigue bajo control de López Obrador, no hay más forma de hacer negocios en nuestra capital que erogar para su campaña y aparecer en sus listas de promotores y asistir a sus actos de proselitismo…”. “Pero —continúa el mismo mensaje— sobre los compromisos políticos para promover el voto del abanderado del PRD, a cambio de verse favorecidos en sus negocios, hay algo que no puede checar para los miembros de la Comunidad Judía. Y es que ese mismo PRD, por decisión de ese mismo candidato presidencial, lleva entre sus candidatos al Senado de la República al líder del Sindicato del Seguro Social, Roberto Vega Galina, quien en sus movilizaciones de octubre prohijó, o al menos no se deslindó, como tampoco se deslindó López Obrador, de las expresiones antisemitas que allí se produjeron”. Benjamín Speckman, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México; Mauricio Lulka, director general del Comité Central de la Comunidad Judía de México; Marcos Metta Cohén, presidente de Tribuna Israelita, y René Dayán-Shabot, directora de Tribuna Israelita, enviaron a este espacio un agradecimiento por los comentarios aquí vertidos “respecto a las pintas antisemitas realizadas en el IMSS”. Y un reconocimiento por el llamado de alerta que hizo esta agenda, “ante los riesgos de intolerancia”, afirmaron los líderes de la Comunidad Judía, en referencia al registro que hizo la columna publicada el pasado 17 de octubre, no sólo de la renuencia de Amlo a condenar terminantemente aquella expresión racista, sino de su virtual justificación a quienes la perpetraron por representar a trabajadores a los que “se ha satanizado”. jose.carreno@uia.mx
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