Angeología y Chamanismo en el Islam-Sufi
La mística no es un camino elitista (sería francamente absurdo), sino el resultado de la acción amorosa y contemplativa de la búsqueda de Dios
La representación de los ángeles
Cuando nos referimos a ciertos conceptos del esoterismo islámico, debemos por fuerza hacer una referencia a la Metafísica, tal y como referente de lo Universal.
Realmente ninguna doctrina que se limite a considerar a los seres humanos de forma individual puede merecer el nombre de Metafísica, ya que si así fuese se trataría de otra ciencia, quitándole el prefijo Meta y haciendo una clara referencia tan solo, al dominio del ser humano referente a la Naturaleza, o a las manifestaciones de uno respecto al otro.
El ser humano existe y su sentido etimológico del término existir (del latín ex stare) indica precisamente a un ser dependiente de un principio que “no es él mismo”, es decir “aquello que no posee en si mismo su razón suficiente” o dicho de otro modo; simplemente “Una manifestación”
Existencia es pues, la propia Manifestación Universal y ello implica necesariamente a un número indeterminado de planos, escalas o mundos; de todo ello, no por existencia pero si por pertenecer a la Fuente Primigenia, es de donde parte el concepto Único e indivisible al que muchos llaman “Principio de toda Manifestación” y a Él mismo (Fuente Primordial) el “No Manifestado”, el “Eterno e Inmutable Movimiento Cambiante” al que llamamos “Allah”, de donde todo Fluye provocando en su aparente diversidad, simplemente, una Total Unicidad (de donde todo parte).
Si a la Fuente Primordial (Allah) le otorgamos una multiplicidad de “Estados del Ser”, esto sería también una verdad metafísica que implicaría junto a la diversidad de los mundos, una total Unicidad, en el que incluiríamos a los “Estados aun No Manifestados”.
Estos Estados No Manifestados son como la Energía “siempre dispuesta” a un Trabajo de acción, que no tiene porqué desarrollarse como Tal, existiendo por sí mismo siendo en sí creadora, en cuanto a la disponibilidad existente ante el propio Allah.
Por tanto, no es una Fuerza Individual, sino mas bien “Extraindividual”.
El ser humano sería el resultado de este origen (De la No Manifestación) dirigido a través de la “Voluntad de la Unicidad” que sigue siendo Allah, y desarrollándose a través de diversos Planos, Mundos o Escalas hacia él.
Dichos Planos contendrían pues, por lógica, fuerzas inteligentes y creadoras (por obediencia y sumisión) a un Plan Universal, que corresponde a esa Unicidad que llamamos Allah.
Por tanto, al definir como Unicidad, a todo el conjunto o fuerzas que son Allah, nos estamos separando totalmente de todo aquello en que se pueda considerar “diversas Voluntades” (Solo hay Una), es decir, que estos mismos conceptos nos separan del Politeísmo, pues No hay mas Dios que Dios Uno.
Toda Tradición, está sometida a este Principio de la Unicidad. Confundir las Manifestaciones, los Mundos, la Fuente Primordial, como si fuesen dioses independientes (error muy común de las religiones), sería ademas de politeísmo, ignorancia, que en cierto modo sería lo mismo, como si de una respuesta se tratase hacia una Trascendencia difícil de asimilar por mentes menos cultivadas, limitadas o aun en vías de evolución.
A esta Unicidad que en el Mundo Islámico se llama o representa por Allah, y en otras creencias por otros nombres (a lo largo de la historia), es lo que por su concepto definimos como “Monoteísmo” y a este Monoteísmo como artífice directo de la “Tradición”.
De esta forma la Tradición representa un bosquejo de la misma Unidad a lo largo de los siglos y siglos de historia; siendo en cierto modo sus conceptos, palabras etc., en distintos países, religiones, culturas etc., algo que viene a decir lo mismo; su aparente “diversidad” no deja de formar parte de la misma Unicidad, contemplada a través de sus Manifestaciones.
Si a la Fuente Primordial le asociamos el término “cielo” (o Paraíso) podríamos entender aun mas la Idea y creencia en Ángeles, Arcángeles etc. No serían mas que “intermediarios” celestes en y desde los Planos o Mundos, que en número indeterminado y de su Energía Pura, forman la densificación humana.
Así el ser humano, encontrándose en un Plano (de la divinidad), forma parte de la misma Unicidad de Allah, y de su propia Voluntad, por lo que en reconociéndose “cabalga hacia el Cielo (Fuente Primordial)” y en caso contrario, “cabalgaría hacia el Infierno (negación del Ser)”, porque dos Fuerzas contrarias ¡Sí pueden anularse!
Cuando hablamos de los Ángeles (Malaikas), sentimos que su creación tuvo que tener, por ser tal, un principio, debido éste a unas fuerzas que los crearon, fuerzas que a su vez pertenecen a la Unidad Una, sin principio ni fin, por lo que ellas mismas asistieron al nacimiento del Eterno Comienzo, surgiendo del Verbo Revelado del Deseo de la Divina Revelación....Y en su creación convirtiéndoles en imágenes creaturadas, es decir criaturas aisladas e incompletas en su propia individualidad, pero que no por ello, dejan de ser reales y siempre dependientes de la Voluntad, (de una funciones, poderes energías al fin de cuentas) que obedecen a Allah debido a su propia naturaleza .
Un malaika es pues la representación “viva” surgida de la Voluntad de Allah y portadora de su Propia Esencia y Función.
Estos Malaikas, vivos y reales, que representan propiedades de Allah (también), son los que en ciertas culturas han confundido con dioses y otras formas de Poderes de la Naturaleza. Pero, para el musulmán (sometido a la acción de la divinidad) al conocer el cómo de su existencia y el hecho de no encontrarse apartados del propio Principio Universal y poseyendo una existencia que aun perteneciéndoles particularmente, se la deben al Verbo Revelado, implicaría su propia creencia en un total apartamiento del politeísmo o de la fatuidad de la prepotencia materialista que los niega, lógico por otra parte, si tenemos en cuenta la capacidad de abstracción necesaria para transcender la individualidad humana, hacia la Tradición y hacia Dios.
Por otro lado, los Daimones son seres creados a partir de fuerzas de la propia divinidad, para, la consecución (dentro de los Mundos o Planos) del Mundo creado. Junto a los Ángeles desempeñan igualmente, ciertas funciones, serían como el resultado de la interacción positiva hacia la Creación del Universo conocido, y el desgaste energético consecuente.
Forman parte de las propias excreciones (por combustión energética) de las Buenas Acciones Angélicas. Su poder emana mas del mundo de la ensoñación y del instinto adyecto del propio ser humano, como condensación total de la Energía de los Mundos o Planos (que provienen de Allah)
En una palabra, que son un mal no deseado pero consecuente (nunca mejor expresado esto último), y por supuesto proceden igualmente de la Voluntad de Allah o mas bien “Del resultado de la acción de dicha Voluntad”.
Así sería verdad, que el Mal se separa del Bien, como el día de la noche, para en su conjunto “accionar al aprendizaje espiritual del ser humano y elevarlo hacia el Verbo que inició su existencia.
Siendo el Shaitan el Mal (un producto resultante de las Fuerzas de la Creación), obtienen su poder directamente del ser inferior en la escala de los Mundos, es decir; del ser humano, justo al contrario del orden “descendente” de dichos planos o Mundos, desde Allah hacia la “criatura” (que el busca y desea), es decir igualmente, el ser humano.
Dicho Shaytan forma parte de los variados y distintos egrégores formados a través de las falsas creencias (Chamanismo, politeísmo, brujería y magias en general) razón por lo que toda Tradición prohíbe dichas ciencias “alimento del Mal”; y razón por lo que en general, todos los seguidores de estas ciencias ocultas, terminan por seguir un camino contrario a la Tradición, plagado de enfermedades y miserias.
El contacto directo con estas ciencias, se puede conseguir a través de los elementos llamados yinnes o genios, que siempre, unas veces liberan verdad, otras, mentira y en sí manipulan al inocente viajero de tan nefasto camino, que lleva siempre la perdición, guiados por “los desechos de la Fuente primordial” ¡Los demonios!
Por esta razón, entenderá el lector que en el Islam, el fuego del infierno (simbolismo) solo puede ser controlada por los propios ángeles, cuya Tremenda Fuerza produce pasmo en sus mensajes, guías, etc., dentro del sometimiento fiel a la Voluntad que les hizo nacer con una función (incluida la Profética) así como para la Formación de la Creación por excelencia; “el ser humano al que debe doblegarse” toda fuerza del mal (los demonios).
En el cristianismo se dice que todo ser humano tiene un Ángel a la diestra y un Demonio a la siniestra, como representación de los conceptos Bien (creación para la creación y el mensaje) y el Mal (producto de la combustión del trabajo realizado por el Bien (polaridad par), pero en el Islam, se puede contemplar un poquito mas el refinamiento mas purista de la Tradición, al decir que; dos Ángeles se inclinan con Amor a la derecha e izquierda del musulmán (sometido a la Voluntad divina), ambos anotan las acciones positivas (y de intención y corazón) y las acciones por negligencia (o maldad o abandono), para presentarlo en documento personalizado a Allah, en el Día de la Contemplación, y así medir sus acciones en la Balanza de la Justicia.
Ambas Fuerzas, el Bien y su degradante subproducto, el Mal, representan a su vez, los dos caminos que llevan al Cielo (Fuente Primordial) o del infierno (degradación) representando por una parte la infinita felicidad de reconocer el Germen que proviene de y desde Allah en cada uno de nosotros; terminando por ser, independientes del nafs, esencia de la Esencia del mismo Allah. O, bien en la negación del Mismo, formando parte de la extinción y evacuación de todas las fuerzas procedentes de otros (subproductos degradados y degradantes)
Al Final de los Tiempos, solo quedará la Pureza Absoluta, en donde dejará de existir, por inútil, el infierno (fin de lo evacuado) y el propio Mal, una vez cumplida su función (no se necesitaría ya una bipolaridad).
Esta es la razón por la que en el Corán dice que Allah guía a quien quiere o pierde a quien desea: La Gran Puerta “siempre” está cerrada y, de su cerrojo, portamos las llaves que en gran manojo, tan solo Una abre, y el ser humano es el “Gran Portador de las llaves”, a unos guían los Ángeles a otros el Dunia y sus demonios, unos terminan por contemplar La Gran Faz, otros se extinguen en la negación, anulándose las dos Fuerzas opuestas que lo formaron, dejando simplemente de existir.
En cuanto a los diversos atajos que nos llevan al Camino Recto, contamos con la mística, algo común a toda creencia espiritual o religiosa que está conectada desde siempre, con el Universo Primigenio, del cuan toman su sabiduría grupos (en el Islam) como los sufíes, falsamente criticados por ignorantes, de ser copiadores o manipuladores de conceptos cristianos o filosofías platónicas o aristotélicas (que si estudiaron por contener parte de la ciencia de •siempre” y por tanto común)
Toda mística, a su vez, se entronca en el propio éxtasis hacia uno de los mundos o planos denominado “del Chamán”, a lo que debemos siempre recordar, que el propio ser humano tiene siempre algo de chamán desde el “Chamanismo Primordial” de los principios de los tiempos.
Así, la mística no es un camino elitista (sería francamente absurdo), sino el resultado de la acción amorosa y contemplativa de la búsqueda de Dios; razón por lo que pocas veces se accede a su través, a la acción profética (Planos mas superiores), y para los pocos casos de “encontrarla” no se transciende la Idea por falta de inercia dinámica, quedándose en una experiencia personal o de una pequeña colectividad.
Lo que no se puede olvidar tampoco, es que en los diversos estados del éxtasis, hacen del sujeto partícipe de ese Chamanismo originario de los primeros tiempos, y siendo perteneciente a un mundo cercano, es relativamente alcanzable por seres algo más evolucionados, determinados etc. Tendríamos un ejemplo en la propia figura del Profeta Isa (Jesús), que indudablemente se mantuvo más tiempo en el estado inferior del Profetismo (el Chamán), por cuyo motivo se conoce más su acción limitada y milagrosa (curación de enfermos, resucitar muertos, etc.).
Y, por supuesto, también es posible acceder al éxtasis chamánico a través de métodos no ya tan solo del misticismo, sino de técnicas mántricas, danzas ritualísticas, ayunos, drogas y un largo etc., para provocar manifestaciones psicomentales y apertura a ese mundo, desde donde incluso abre sus puertas a una seudoreligión. Muchos autores confunden estos estados con el estado Profético y denominan en su error a los Profetas, “Chamanes” otorgándoles un acceso inferior a la propia realidad de su dimensión.
El chamán nunca accede al “estado” Profético pues jamás traspasa la barrera inicial de los mundos o Planos Primordiales y sus Poderes (Planos bajos en relación a los superiores que trascienden al estado Profético), son energías a fin de cuentas que interaccionan a la propia Naturaleza que le rodea, y a la que en algunos casos llegan a dominar parcialmente.
El chamán es en cierto modo el que hace de frontera entre los últimos Planos (antes de la densificación del cuerpo humano) yinnes y Malaikas, así como sus subproductos energéticos, por la acción propia de sus creaciones y acciones, que conocidos como Daimones (o yinnes) interactúan en la Naturaleza y en el propio ser humano; empujándole hacia lo degradable, la negación de la evidencia (Allah), la estimulación de los bajos instintos y de la perversidad, morbosidad y egoísmos (nafs), cosas que al fin de cuentas solo tienen sentido en el mundo del Dunia y de la temporalidad.
Por tanto, el chamán es en cierto modo, el defensor a ultranza en la defensa de la integridad psíquica de “su comunidad”, y un luchador contra Daimones y demás fuerzas que “perjudiquen” vida, salud etc., de su entorno limitado, pues no olvidemos que la acción chamánica es solo exclusiva de un territorio y un pueblo, a través del Mago Brujo (Vuelvo a recordar el carácter chamánico del propio Profeta Jesús). Éste sacó demonios de cuerpos humanos, curó e incluso resucitó, sudó sangre y agua, tuvo innumerables episodios de sueños y tele-transportaciones, a veces productoras de miedos e incluso de inseguridades, precisamente por ello, podríamos considerarlo como Profeta del Pueblo de Israel, ya que incluso negó la predicación de su mensaje a samaritanos y gentiles (no judíos). Sin embargo el Profeta Muhammad (al que anunció el propio Jesús) no podríamos considerarlo como chamán, dado que “Transcendió” dicho Nivel o Plano, al alcanzar el Mundo de la Profecía (en el que apenas pudo mantenerse Jesús), y al hacerlo “Universalizó”el Mensaje y luchó incluso para su expansión, saliendo fuera de su entorno, territorio y universo particular. Incluso mandó emisarios a reyes y patriarcas conminándoles a reconocer y afirmar a la Tradición, es decir: No hay mas Dios que Dios y que Muhammad es su Mensajero (Total alejamiento del estado o plano chamánico) El Mensajero del Islam se mantuvo durante mas de dos décadas en el Plano Profético y prácticamente se mantuvo al margen del chamánico a pesar de ser puerta de paso obligatorio (casi ausencia de milagros, curaciones etc.)
Del chamanismo se dice que tuvo un origen (investigación) Manchú-Tungur, de donde pasó a Rusia. Del Tungú viene el término Xaman que se deriva del verbo scha (“Saber”). Por tanto, el chamán es alguien que sabe; un guía, curador, y barrera de los inframundos.
El chamán es reconocido por ciertos signos tanto físicos como por ciertos trastornos psicológicos (histeria) y entra en estados de éxtasis y catalepsia, por lo general se interrelaciona con animales totémicos, y muchas veces se “ayuda” con drogas o bebidas alcohólicas, aunque también pueden inducir dichos estados a través recitaciones mántricas repetitivas (hiperventilación, etc.), ayunos prolongados, bailes rítmicos y un largo etc.
No deja pues de ser, “un estado alterado de conciencia”. Estado en donde el chamán “puede” viajar por supuestos mundos (los inferiores), entre lo onírico y el sueño (viaje) controlado (sus imágenes) para la consecución de un estado “intuitivo”, en donde “descubre” (no siempre) cosas que puedan ayudar en su pequeño entorno de acción.
Algunos detractores del Islam, han sugerido que los habitantes de aquel tiempo del Profeta, practicaban ritos chamánicos y consumían alucinógenos, en especial entre los beduinos del desierto, por lo que es posible su uso y consumo incluso por parte del propio Profeta, entre ellos tenemos a un judío (¿Cómo no?) como Benny Shanon, profesor del Departamento de Psicología Cognitiva de la Universidad Hebrea de Jerusalén. También este autor pone en tela de juicio, el del Profeta Moisés (no se escapa nadie) ya que afirma sin más que dicho Profeta mostró a los propios judíos las Tablas con los Diez Mandamientos, tal y como narra la Biblia, bajo los efectos de alucinógenos.....(no necesita de mas comentarios)
La Tradición siempre ha tenido ignorantes interesados en la destrucción de los valores, por intereses de glorias temporales, reconocimientos de su Nafs y por supuesto poder y dinero, a cambio venden si es necesario, su Alma al diablo.
Personas así los encontraremos en cantidad muy en especial entre Orientalistas Occidentales e historiadores, e incluso por supuestos musulmanes modernistas reformadores, como los sectarios del reino wahhabí, las células de los Salafis (versión wahhabi) e incluso musulmanes occidentales que desean “adaptar” el Islam Tradicional a un sistema extraño a la propia Tradición pero supuestamente adaptado a una mentalidad consumista y moderna de corte cristiano mas fácil de “vender” en occidente y “controlar”.
Ya no es de extrañar incluso, que alguien pueda llegar a decir en alguna ocasión que hasta el Pacto del Sinaí, fuese un pacto hippie alrededor de la pipa de la paz, cargada del mejor hachís del mundo.
Por algo el Islam prohíbe las drogas o cualquier estupefaciente o sustancia que pueda alterar la mente y el camino lúcido hacia Allah (incluso repetido por el propio Mensajero, que nunca los consumió), cosa que por lo que se ve, algunos supuestos estudiantes islámicos no cumplen.
Antes de continuar este trabajo. Debemos hacer hincapié en lo que se considera Islam Tradicional o de la Tradición, el de siempre, el de su gran riqueza de sabios y sabiduría que tanto impregnó e impregna al mundo entero. Me refiero por supuesto, al Islam de las Escuelas Jurídicas, al sunni y al chií también, a su filosofía entre comillas o escuelas, al misticismo indispensable del sufismo, que le da riqueza de expresión, critica y evolución al propio Islam, etc. Sufismo que es el verdadero espíritu crítico a través de la aglutinación de esos saberes universales desde el principio de los tiempos, basados en la tradición Universal, con ese misticismo que lleva en ocasiones al éxtasis que abre la puerta incluso, al estado chamánico, y en algunos casos por inercia al mundo de la Profecía.
Es pues, totalmente falso, la falacia de que el sufismo pueda haber existido gracias a la impregnación cristiana, ya que el sufismo ni es griego (Filosofías platónicas, Aristotélicas etc), ni cristiano. Ni lo uno ni lo otro, solo que al igual que otras filosofías entronca como hemos dicho anteriormente, a través de su espíritu esotérico, directamente con la Filosofía Universal, que alimenta y da vida propia al resultado de la Transmisión Profética y Espiritual del Islam.
Aclarado dicho punto, podemos ya, pues, introducirnos en unos conceptos, que sin aparecer en el Corán, es no ya tan solo islámico, sino que impregna desde esa Filosofía Universal desde el principio de los Tiempos, a toda religión basada en la Tradición (de hay sus coincidencias) Nos estamos refiriendo a los conceptos sufíes de Mulk; Malakut y Yabarut.
Una Trinidad famosa que no pocos quebraderos de cabeza a dado a estudiantes de las religiones, confundiendo influencias de unos a otros sistemas tradicionales (religiones o movimientos místicos o esotéricos), tan solo cambiando nombres o aplicándolos equívocamente en conceptos teológicos.
Yabarut, sería el propio Universo de Dios, al que en el lenguaje esotérico se le define como “El Poder” o incluso como “El Trono” a veces como “El Reino” Para el mundo del Islam, sería simplemente “Allah” o incluso “La Unidad” y por ser partícipe de la idea Global de un Todo Absoluto, no tiene cabida a sentidos egregóricos, mucho menos con conceptos parcialistas tipo Gran Arquitecto del Universo o similares, por lo que incluso habiendo bebido la masonería de las fuentes del sufismo, se alejó totalmente de la Tradición verdadera.
Mulk sería el Mundo de los humanos y su entorno. Su pequeño Universo (por eso a Allah se le define como al Señor de “Los Universos”)
Malakut sería entonces ese espacio intermedio entre la Unidad Esencial y la Pluralidad de la existencia. Por ello contiene los Mundos, Planos o Escalas que antes hemos ido mencionando y cuyo número varía según las culturas que contengan a la Tradición.
Este Plano sería como el lugar de los mundos Concretos y de ciertos mensajeros que van y vienen desde el reino del Yabarut hasta el Mundo de Mulk (el humano), a estos mensajeros se les llama en el islam Malaikas (Ángeles), por tanto es el conjunto de Planos o Universo Interior de las cosas en donde se Manifiesta el poder que contiene y que emana directamente de Allah.
Podríamos decir que los Planos o Mundos contenidos entre el Malakut y el Mulk pertenecen a la Escala que procede (y a su vez están contenidos) de Yabarut.
El Plano Humano Mulk sería por tanto la “Realización” del poder energético Angélico de nuestro mundo conocido, y entre el Plano Malakut y este existe una complicidad, en la que se interaccionan entre sí, por una bipolaridad en dirección; por un lado hacia arriba (Yabarut) coadyudados por las Potencias o Energías (Malaikas) que obedecen tan solo al Reino (Allah), representado simbólicamente por una escalera, cuyos peldaños aparecerían simultáneamente cada vez que hacemos intención de subir en nuestra “aspiración” de la Luz.
Y por otro lado “impidiendo” dicho acceso, a través de las Potencias o fuerzas egregóricas, arquetípicas (daimones) ya mencionadas.
El ser humano es a su vez, “Creación” de la Unidad, copartícipe junto a Ella de todo el Reino, Fuente Primordial, por tanto también es Señor de Ángeles y Demonios (Potencias y energías). ¡Todos los Malaikas se postran ante el ser humano! ¡También los Daimones!
Unos ayudan al aspirante a la creatividad y hacia Allah, y otros, como eje bipolar tratan simplemente de “impedir” dicho ascenso, para lo cual se enriquecen de todo pensamiento, acción, error, nafs desmedido etc., para sustentar sus poderes (o mantenerlos).
Podríamos decir que los Daimones son en realidad producto humano, creación inconsistente del mismo, para la necesaria estabilidad bipolar del Universo (yin-yan, positivo-negativo, etc.) incluido el de los mismos Planos del Malakut.
Un sube y baja, estable de energías y potencias hacia el Yabarut, que se comporta como “Sustancia” de “Todos los Niveles” de la realidad Humana.
Forma pues, la comunión de Mulk con el Malakut.
Sus letras M - L – K hacen alusión directa a los términos “Poder” “Reino” “Gobierno”, de donde procede el nombre de Malik (Rey) uno de los atributos de Allah.
Para hacer un símil mas fácil de entender, diríamos que Mulk sería como un acuario de peces y Malakut, los peces y decoración interior incluida el agua; Yabarut sería, por tanto, la caja que todo contiene y su procedencia misma.
Esta cosmovisión mas del tipo sufí, y por tanto islámica, deja contemplar a tres perspectivas o formas de ver y contemplar “lo Real”.
En una ocasión el poeta Hatif Isfahani escuchó de una mujer, los siguientes versos, que le hizo emocionar:
La Belleza eterna lanzó un rayo de su refulgente Semblante en tres espejos. La seda no se convierte en tres cosas si tú la llamas “Parniyan”, “Harir” y “Parand”
Palabras del persa que significan exactamente lo mismo; “Seda”.
En Malakut se encuentran esos Planos “poblados” de malaikas (Ángeles), seres como dice el Islam, “dotados de Luz” (Energías y sus Poderes) y que hacen conocer a los seres humanos, los deseos que provocan la existencia de la Luz Primordial (tal como si de un espejo se tratase) para confirmar la Realidad Única, Una e Indivisible, eterna, infinita y cambiante...Fluída.....(Allah)
También se encuentran esos Ángeles que el cristianismo llama “caídos”, pero que el Islam no puede definir con claridad, aunque su inclinación teológica se encuentra cercana a confundir yinnes con Daimones, y aun así de una forma un tanto subjetiva
Tal vez por ser en realidad productos de combustión y desecho de energías y acciones, incluidas las humanas. Por esta razón se puede entender que la Puerta del Infierno (Water Cósmico) esté vigilada por un Malak, llamado Malik, y no por un daimón.
Igualmente el Poder o Energía de la Muerte es también propiedad de otro Malak, de nombre Aszail.
No se habla, por lógica, de poderes de los Daimones, en cuanto a la cosmovisión angélica del Islam ya que esta es pura poesía y sentimiento positivo.
Hay hadices al respecto para todos los gustos, desde los que dicen que en cada gota de agua habita un malak que la hace posible, hasta que en el brotar de una brizna de hierba participa el poder de siete Malaikas.
El propio Muhammad decía que podía escuchar el crujir (energía) del Yabarut, por la presencia multitudinaria de los Malaikas a través de los Mundos del Malakut, cosa que si miramos bien indica y demuestra que “traspasó” el umbral chamánico, para casi “desintegrarse” en el Reino; razón de sus miedos, terrores, temblores etc.
Los Malaikas en el idioma árabe, también significan “Mensajeros” y están hechos de energía luminosa, los seres humanos (último Plano, el de la materia) están hechos de agua y tierra, los yinnes de fuego, pero el fuego lo controlan los Malaikas (curioso).
Cuando nos hemos referido a demonios, en este trabajito, en realidad siempre he deseado que quede claro que considero a los mismos como creaciones entre Poderes y humanos, regentes de los arquetipos y del Egregor, serían en realidad mas que demonios en sí, jinnes, porque la naturaleza humana, así los clasifica “Genios” desde tiempo inmemorial (pillos, malos, menos malos, guardianes, gnomos y un largo etc.)
Tal vez sea la razón de ello, el que el propio Profeta en una ocasión comentó sobre Saitan: Que era un malvado Jinn, porque corría en la sangre de cada ser humano.
La sangre siempre, en el mundo del esoterismo se ha representado unido al espíritu como energía.
Los Ángeles (Malaikas) que portan el Trono y los que están alrededor, celebran las alabanzas de Allah, creen en Él y le piden que perdone a los creyentes (sobre la Silla, al-Kursi y el Trono, al-Ars y los Ángeles; Ibn Katir:Bidayat al-Jalq, de. Ibrahim Muhamad al-Yamal, Beirut 1408/1988, p.51-59 y 109-136)
Gabriel o Yibril, llamado también al-Ruh al-Amín (Espíritu digno de confianza) o simplemente al-Ruh, es el Ángel encargado de portar “Revelación” a los Profetas y a los Enviados (Corán 26;193)
La creencia en los Malaikas es el segundo postulado de la fe islámica.
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