Este martes durante la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario propuso que todos los exfuncionarios públicos tuvieran un veto de 10 años para que no puedan entrar a empresas privadas del mismo sector en el que se desempeñaron en el gobierno.
Así se evitarán los “chapulines fifís”; funcionarios que del sector público brincan al privado
La propuesta la anunció luego de que este lunes, el titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, señalara que el expresidente Felipe Calderón laboraba en una empresa energética privada.  
Así pues, “chapulines fifís” llamó a los empresarios del sector privado, quienes alguna vez estuvieron en el sector público.
Ante esta iniciativa, valdría la pena preguntarse si lo que propone AMLO es “malo”, pues según la mayoría de los calificados como “chapulines fifís”, ahora también pertenecen a la Cuarta Transformación y entonces, ¿por qué él lo hace?
Para empezar con un ejemplo, la ahora secretaria de Gobierno, Olga Sánchez Cordero llegó a ese cargo mediante la ayuda del famoso empresario regiomontano, Alfonso Romo, que hoy es el enlace de Obrador con el sector privado.
“Cada año me invita (Alfonso Romo) a dar una conferencia magistral a los estudiantes de Derecho de su universidad (Universidad Metropolitana de Monterrey). El año pasado fui a dar una conferencia y ahí me dijo: ‘Te va a llamar Andrés para invitarte a participar’, pero yo no sabía a qué”, explicó Sánchez Cordero.
De manera inmediata, Alfonso Romo se convierte entonces en otro ejemplo de “chapulín fifí” que brincó al gobierno de AMLO, pues cabe mencionar que fue el empresario considerado como de los más ricos del país y que además empezó a respaldar a López Obrador desde 2011 a parte que con anterioridad había apoyado a la campaña del ex presidente Vicente Fox (2000).
Y aún más evidentes los casos que se sumaron al gobierno de AMLO que además de ser “fifís” saltaron de un partido a otro y que sin más ni menos, hasta su integración a su equipo fue anunciada por él mismo…
El tabasqueño anunció que el expanista y dueño de la empresa lechera Sello Rojo, Abraham González Uyeda, ex subsecretario de gobernación y que además apoyó con todo a Margarita Zavala hasta el día que renunció a la candidatura independiente, se sumó a la Andrés Manuel López Obrador y sería el contacto con sector privado de Jalisco.
Y si hablamos de conflicto de intereses, qué decir del empresario José María Riobóo Martín, quien ha tenido contratos millonarios durante el gobierno de López Obrador desde que fue jefe de gobierno y hoy ya es uno de los principales asesores del presidente de la República.
No obstante, queda también cuestionar cuál es la diferencia de irse a la Iniciativa Privada y a la de brincar de partido en partido.

¿Acaso no causa conflicto de intereses estar de “chapulín” de partido en partido?

Andrés Manuel perteneció al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de 1976 a 1988, también en el Revolución Democrática (PRD) de 1989 a 2012 y por último en Movimiento Regeneración Nacional (Morena) desde 2014, sin olvidar que firmó una alianza con Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES).
Además, cuando Morena arrasó en las pasadas elecciones del 1 de julio y, en cuanto tomaron posesión del Poder Legislativo, se aliaron con el Partido Verde Ecologista, pues gracias a loscinco diputados que le cedió el Verde a Morena, éste tiene mayoría en la Cámara de Diputados.

¿Conflicto de intereses? O como decía Maquiavelo…

“¿El fin justifica a los medios?”
MR