Crisis en Cachemira: qué pasó la última vez que India y Pakistán estuvieron tan cerca de un conflicto
La tensión entre las dos potencias nucleares del sur de Asia es alta y está aumentando.
Como parte de la escalada del conflicto de Cachemira, Pakistán informó que había derribado dos aviones de la Fuerza Aérea India y capturado de uno de los pilotos, luego de que la aeronave cayera en su territorio.
India, por su parte, confirmó que había perdido a un caza MiG-21 y le exigió a Pakistán la pronta devolución del piloto, aunque la afirmación india de que también había derribado a un avión paquistaní fue tajantemente desmentida por Islamabad.
Los ataques aéreos al otro lado de la Línea de Control que divide el territorio de ambos países en Cachemira fueron los primeros desde 1971, pero nada garantiza que serán los últimos.
Los mismos se produjeron en respuesta al ataque suicida perpetrado en febrero en Pulwama, la zona de Cachemira controlada por India.
La acción, que se saldó con la muerte de 40 soldados indios, fue la más letal en las tres décadas de insurgencia en la región.
Y un grupo de militantes islámicos basado en Pakistán se adjudicó la misma.
Como explica el corresponsal de la BBC en Nueva Delhi Soutik Biswas, el reto ahora para India y Pakistán es evitar que la situación siga escalando hasta salirse completamente de control.
En Pakistán, el primer ministro Imran Khan se dirigió a la nación e hizo un llamado a desescalar el conflicto y retomar el diálogo.
La última vez que India y Pakistán chocaron
Aunque tanto India como Pakistán reclaman a toda Cachemira como propia, cada país controla solo una parte del territorio y desde su independencia de los británicos en 1947 ya han ido a la guerra dos veces por causa del mismo.
La última vez que las tensiones entre los dos países estuvieron tan altas, sin embargo, fue en septiembre de 2016, cuando India realizó lo que calificó como "ataques quirúrgicos" contra militantes en la zona de Cachemira administrada por Pakistán, aunque Islamabad niega que se hayan producido tales ataques.
India dijo haber lanzado esos "ataques quirúrgicos" en respuesta a un atentado contra una base militar en Uri, en la Cachemira india, que se saldó con la muerte de 19 soldados.
Antes, en enero de ese mismo año, un ataque de cuatro días contra una base aérea india en Pathanok -una ciudad fronteriza en el estado indio de Punjab- había causado la muerte de siete soldados indios y seis militantes.
En ambos casos, Islamabad y Nueva Delhi lograron desescalar el conflicto y la situación se había mantenido en tensa calma hasta el ataque de Pulwama.
Este último fue reivindicado por "Los soldados de Mahoma" (Jaish-e-Mohammad, JeM), un grupo islamista basado en Pakistán.
Pakistán negó cualquier relación con el mismo, pero India prometió hacer todo lo posible para logara el aislamiento internacional total de sus vecinos.
El ambiente en India
Desde que se produjo el ataque en Pulwama, "la rabia se ha apoderado de India", dice el corresponsal de la BBC en Delhi Vineet Khare.
"La gente ha marchado a la luz de las velas exigiendo fuertes represalias", agrega Khare.
Durante las últimas semanas, el tono de los reportes de prensa y discursos políticos ha sido fuertemente nacionalista, y "con las elecciones federales a la vuelta de la esquina, ningún gobierno Indio querrá ser percibido como débil o acobardado por el terrorismo", continúa Khare.
Según nuestro corresponsal, cuando se supo que India había lanzado ataques aéreos contra lo que dijo era una base de JeM en Pakistán, se produjeron celebraciones.
Pero el estado de ánimo se ensombreció cuando Pakistán informó que había capturado a un piloto indio y publicó un video mostrándoselo al mundo.
La visión desde Pakistán
El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, hizo un llamado a la calma y al diálogo con India diciendo que ni él ni su homólogo de ese país, Narendra Modi, podían permitirse una escalada, dadas las armas que tienen en su poder.
"Si dejamos que eso pase, los eventos ya no estarán bajo mi control ni el de Narendra Modi. Tenemos que sentarnos y conversar", dijo Khan.
Pero según el corresponsal de la BBC en Pakistán Tahir Imran, el actual estado de ánimo en el país es de fervor patriótico.
"Hay una sensación de frenesí tanto en los medios convencionales como en las redes sociales", explica Imran.
"Hay muchas bravuconadas y belicismo", dice Imran, aunque también "hay gente que pide calma y tranquilidad".
Según nuestro corresponsal, varias "noticias falsas" han sido compartidas a través de las redes sociales "y a veces han sido retomadas por los canales de TV".
"Hay inquietud y ansiedad por lo que pueda pasar", pero también un sentimiento generalizado de que el conflicto no va a escalar.
"Ambos lados están pidiendo moderación", explica Imran.
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