Bombardeo sobre un asentamiento rebelde en Siria
Cerca de Baghuz, Siria. Las fuerzas kurdo-árabes seguían buscando a miembros del grupo radical islamita Estado Islámico (EI) entre los desalojados del último reducto yihadista en Siria, al tiempo que esperaban la salida de todos los civiles para lanzar su ofensiva final.
En días recientes, hombres, mujeres y niños, entre ellos muchos extranjeros, salieron por miles de la pequeña zona todavía en manos del EI, en el pueblo de Baghuz, en la zona este de Siria.
Pero, según las Fuerzas Demo0cráticas Sirias (FDS, alianza kurdo-árabe), todavía quedan miles de civiles, principalmente familiares de los yihadistas, en este reducto de medio kilómetro cuadrado, donde sólo hay unas cuantas casas y un campamento.
Las FDS, que tienen el apoyo de la coalición internacional liderada por Washington, esperan la salida de los últimos civiles para reanudar la ofensiva contra los yihadistas, escondidos en túneles y protegidos por un mar de minas.
Este martes por la mañana, hombres, mujeres y niños que salieron la víspera de Baghuz a bordo de unos 40 camiones, fueron registrados e interrogados por las FDS, que intentan identificar a eventuales yihadistas, indicó una periodista de la agencia Afp en el lugar.
Entre los desplazados había unos 300 heridos, principalmente mujeres, sobre todo por minas.
Desde diciembre, cerca de 50 mil personas, principalmente familias de yihadistas, dejaron el reducto del EI, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.
Tras sus conquistas fulgurantes en 2014 de amplios territorios en Siria e Irak, donde proclamaron un
califato, llegaron a ocupar una superficie similar a la de Reino Unido, pero ahora el territorio bajo su control ha quedado reducido a un mínimo.
Los yihadistas crearon su propia administración, y ejecutaban y torturaban a quienes no compartían sus creencias, al tiempo que fomentaban los atentados en el extranjero.
En su apogeo, el EI atrajo a miles de extranjeros, entre ellos franceses, británicos y rusos de origen checheno.
El destino de los yihadistas extranjeros detenidos es un desafío para las autoridades semiautónomas kurdas y también para las naciones occidentales, que en general son reacias a acoger a sus ciudadanos de vuelta.
Irak aceptó a 13 yihadistas franceses transferidos desde Siria que serán juzgados por la justicia iraquí, que ya condenó a muerte y a cadena perpetua a algunos extranjeros.
Hay muchos reductos de extremistas que son una potente amenaza para Siria, Irak y occidente, dijo el presidente iraquí, Barham Saleh, en París.
No hay que cantar victoria demasiado pronto, añadió.
La batalla contra los reductos del EI es hoy uno de los principales frentes de la guerra en Siria, que dejó más de 360 mil muertos y millones de desplazados y refugiados desde 2011.
Este martes se informó que al menos 20 combatientes gubernamentales han muerto en los pasados tres días en la provincia de Idlib.
Se trata de los principales enfrentamientos en el noroeste del país desde la firma en septiembre pasado de un acuerdo para crear una zona desmilitarizada en la región, patrocinado por Rusia y Turquía con la finalidad de evitar una ofensiva contra la provincia.
En Deir Ezzor, un muerto y 10 civiles heridos fue el saldo de la explosión de una mina, reportó la agencia oficial siria Sana.
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