El caso Shamima Begum y el dilema de los "combatientes extranjeros" de Estado Islámico: ¿cómo tratan los países europeos a sus nacionales con vínculos con EI?
Si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, materializa su advertencia de retirar sus tropas de Siria, ¿qué pasará con los centenares de combatientes de Estado Islámico europeos que fueron capturados por las fuerzas que este país apoya en Siria e Irak?
Una posible respuesta la dio este domingo el mismo Trump: dejarlos libres.
"Estados Unidos pide a Reino Unido, Francia, Alemania y otros aliados europeos que traigan de vuelta a los más de 800 combatientes de Estado Islámico que hemos capturado en Siria y los juzguen. El califato está a punto de caer. La alternativa no es buena, pues nos veremos forzados a liberarlos", advirtió el mandatario en Twitter.
"Estados Unidos no quiere ver cómo esos combatientes de Estado Islámico permean Europa, que es donde se espera que vayan. Hacemos tanto y gastamos tanto, es hora de que otros avancen y hagan el trabajo que son muy capaces de hacer. ¡Nos vamos después de una victoria 100% al califato!", dijo.
Y si bien Trump no hizo referencia a ningún caso en especial, su mensaje llegó mientras Reino Unido debate si el país debe permitir o no el regreso de Shamima Begum.
Begum, de 19 años, era una colegiala de 15 cuando en 2015 se fue a Siria junto a dos amigas para unirse al autodenominado Estado Islámico (EI).
Allí se casó con un miembro holandés de esta organización armada y tuvo dos hijos que fallecieron por enfermedades, según contó la joven a varios medios de comunicación desde el campo de refugiados de Al Hawl, en el noreste de Siria.
Ahora que ha dado a luz a un tercer bebé, Begum pide ser llevada de regreso a Londres por el bienestar del niño.
Sin embargo, la falta de arrepentimiento y remordimiento que ella misma admite ha dividido a la sociedad británica.
Y el ministro del Interior británico, Sajid Javid, aseguró este fin de semana que no permitiría volver a los excombatientes de EI.
"Mi mensaje es claro", le dijo al diario local The Times. "Si has apoyado organizaciones terroristas en el extranjero, no dudaré en evitar tu regreso".
No está claro, sin embargo, que el gobierno pueda impedir legalmente el regreso de Begum, quien es solo una de miles que viajaron a Irak y Siria para formar parte del "califato" impuesto por EI y vivir bajo la supuesta ley islámica que este aplicó en una versión radical que le ha costado la vida a miles de personas.
Y ahora que EI se ve cada vez más acorralado y ha perdido gran parte del territorio que llegó a controlar, ¿cómo han respondido los diferentes países europeos al desafío de los excombatientes que quiere retornar?
¿Cuántos son?
Se cree que hasta 41.490 ciudadanos de 80 países se unieron a EI en Irak y Siria entre abril de 2013 y junio de 2018, según un informe del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización (ICSR por sus siglas en inglés) del King's College London publicado el año pasado.
La mayoría de los datos del estudio proviene de fuentes gubernamentales oficiales, aunque algunas cifras fueron extraídas de publicaciones académicas y noticias de medios de comunicación fiables.
Tres cuartos de quienes se unieron a EI eran hombres, el 13% eran mujeres y el 12% restante, niños, a quienes los investigadores se refieren como "afiliados".
Se estima que otros 730 menores con madres extranjeras afiliadas a EI nacieron en esos dos países.
La mayoría de los ciudadanos que viajaron a unirse al grupo eran del Medio Oriente y del Norte de África (18.852 en total). También hubo 5.904 provenientes de Europa Occidental, según el informe.
La nación de la que más combatientes salieron fue Francia (1.910), muy por encima del segundo país de origen: Alemania (960). Reino Unido fue el tercero, con 850 personas.
¿Cuántos han vuelto?
La mayoría de los extranjeros que se sumaron a EI lo hizo en dos olas: la primera se dio antes de que EI declarara el "califato", en el año anterior a junio de 2014, y la segunda, a principios de 2015.
Se cree que muchos murieron en Irak y Siria y que otros fueron arrestados o reubicados en otros países.
Según el estudio, 1.765 europeos occidentales volvieron a sus naciones.
En un análisis de seis países de la Unión Europea (UE) llevado a cabo por el Parlamento Europeo, la mitad de quienes se fueron de Reino Unido volvieron. Este es el porcentaje más alto de todos los estados investigados.
En Alemania y Bélgica, el porcentaje se redujo a un tercio. En Francia, a apenas el 12%.
¿Cómo se les trata a su regreso?
Los excombatientes de EI son tratados en base a investigaciones criminales y evaluaciones de riesgo. Se han llevado a cabo esquemas de rehabilitación y de reintegración dentro y fuera de prisión.
Otras medidas incluyen restricciones de desplazamiento y facultades para retirar y denegar la expedición de pasaportes.
El informe del Parlamento Europeo asegura que los países han adoptado un enfoque individual en el caso de los menores que vuelven a Europa, que, en su gran mayoría, son niños nacidos en Irak y Siria de 2012 en adelante.
Y diferentes países también tienen diferentes formas de tratar a los excombatientes retornados. A continuación, un resumen de lo que hacen cinco de ellos: Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica y Dinamarca.
Reino Unido
La mayor parte de quienes volvieron a Reino Unido han sido interrogados por los servicios de seguridad para determinar sus experiencias, los riesgos que pueden suponer y sus perspectivas de reasentamiento seguro.
Cuando un individuo no ha cometido un delito (o cuando procesarlo no es de interés público), puede ingresar en un programa de desradicalización, que puede incluir una orientación intensiva por parte de un mentor y apoyo por parte de psicólogos.
El Ministerio del Interior le dijo a la BBC que alrededor de 400 volvieron, la mayoría de ellos lo hizo en las primeras etapas del conflicto y fueron investigados a su regreso. Un porcentaje significativo de ellos ya no son considerados un motivo de preocupación para la seguridad nacional, según el comunicado de esta entidad.
En la entrevista que dio a The Times, el titular de este ministerio, Sajid Javid, afirmó que había una serie de medidas para "detener el retorno a Reino Unido de las personas que suponen una amenaza seria, estas incluyen privarles de su nacionalidad británica o excluirlos del país".
Francia
Francia, a diferencia de otros países de la UE, ha permitido que sus ciudadanos sean procesados por crímenes en la región, "siempre que se les ofrezca un juicio justo", según un informe del Parlamento Europeo.
Más recientemente, el gobierno francés se está preparando para repatriar de Irak y Siria a más miembros de EI.
Alemania
Los hombres que regresan a Alemania casi siempre son sometidos a una investigación criminal.
Hasta hace poco más de un año, los fiscales tendían a buscar más pruebas antes de iniciar investigaciones criminales contra mujeres. Pero esto cambió en diciembre de 2017, cuando se anunció que hombres y mujeres sospechosos de haberse unido a EI en el extranjero no serían tratados de maneras diferentes.
El umbral para entrar en prisión parece ser más alto en Alemania en comparación con otros países europeos, según un informe del año pasado del Real Instituto Egmont para las Relaciones Internacionales, un think tank con sede en Bruselas.
En este informe se dice que "volver incluso de un conocido periodo en Siria o Irak no necesariamente conlleva que el individuo sea detenido".
Bélgica
Los sospechosos de ser combatientes de EI que regresan son arrestados y presentados ante un juez.
Si se cree que están involucrados en actividades de radicalización y reclutamiento, pueden ser enviados a unidades especiales en las que son separados de otros internos.
Dinamarca
Como parte de un programa en Dinamarca para quienes vuelven de haber combatido en las filas de EI, se les ofrece un mentor a los participantes y acceso a empleo, educación, vivienda, asesoramiento psicológico y cuidados médicos; según expertos del Centro Internacional para el Contraterrorismo (ICCT), ubicado en La Haya (Holanda).
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