Paganini, el más grande violinista de la historia, ha sido falseada en biografías: Adolfo Martínez Palomo
- El Colegio Nacional <elcolegionacional@colnal.mx>CCO:erubielcamacho43@yahoo.com.mxjue. 29 de oct. a las 12:32
29 de octubre 2020
ECN/291
Ciencias biológicas y
de la SaludLA IMAGEN DE N. PAGANINI, EL MÁS GRANDE VIOLINISTA DE LA HISTORIA, HA SIDO FALSEADA EN BIOGRAFÍAS: ADOLFO MARTÍNEZ PALOMO
*Como parte del ciclo Músicos y medicina, que coordina el colegiado Adolfo Martínez Palomo, El Colegio Nacional transmitió en vivo el 28 de octubre la conferencia-concierto Niccolò Paganini (1782-1840). El secreto del violinista diabólico
*El colegiado agregó que el secreto del violinista diabólico no era un compromiso con el diablo, pudo deberse a la inusual flexibilidad que tenía en los dedos de la mano izquierda, característica de un padecimiento congénito, el Síndrome de Marfan
*En la segunda parte de la sesión se contó con la participación de los violinistas Gerardo Márquez Ávila y Sebastian Kwapisz, quienes interpretaron respectivamente la Sonata, Tema con Variazioni, y Capricho núm.1 en Mi mayor, Capricho núm. 7 en La menor, Capricho núm. 9 en Mi mayor, Capricho núm. 16 en Sol menor, Capricho núm. 17 en Mi bemol mayor, Capricho núm. 24 en La menor, además del Dúo maravilla
“La imagen de Niccolò Paganini, el más grande violinista de la historia de la música clásica, ha sido falseada en biografías que lo describen como un personaje diabólico y depravado”, con estas palabras el colegiado Adolfo Martínez Palomo inició la conferencia Niccolò Paganini (1782-1840). El secreto del violinista diabólico” que forma parte del ciclo de conferencias-concierto Músicos y medicina.
El también coordinador de la sesión, que se transmitió en vivo por las plataformas digitales de El Colegio Nacional el 28 de octubre, se refirió a que el violinista italiano fue un sujeto extravagante que sufrió graves enfermedades crónicas acentuadas por los tratamientos dañinos de la época, padecimientos que lo desfiguraron y le dieron un aspecto extraño, al tiempo que le proporcionaron el éxito sensacional como intérprete ante el público que lo aclamaba hasta el delirio.
El médico y académico mexicano detalló la vida del músico que fue producto, por un lado, de una técnica magistral al tocar el violín, tal vez nunca superada, y, por otro, de la leyenda negra en la que un cronista aseguró que el demonio ayudaba al violinista. Y aunque nació con un trastorno genético que le dio flexibilidad excepcional en brazos y manos, su vida fue tan compleja y llena de problemas que hasta el día de hoy la Iglesia católica no ha permitido que sus restos sean enterrados en el cementerio de su ciudad.
Agregó que Paganini nació en la ciudad de Génova, el 27 de octubre de 1782. Fue el tercero de seis hijos que Francesco Antonio Paganini procreó con Teresa Bocciardo. El padre fue un cargador en los muelles del puerto de Génova dedicado, además, a juegos de azar, al comercio de instrumentos musicales y a cantar. La madre era una mujer de modesta posición económica y era además analfabeta. “Nuestro personaje tuvo profundo cariño por su madre demostrado por los constantes cuidados y la atención hacia ella.”
El científico puntualizó que desde pequeño Paganini era enfermizo y sensible. A los cinco años su padre le enseñó a tocar la mandolina y el violín forzándolo todos los días a practicar sin descanso. A los 12 años ofreció su primer concierto público en la iglesia de Génova, con tal éxito que su padre decidió llevarlo a Parma a perfeccionarse con un excelente maestro de violín, Alessandro Rolla, con quien aprovechó para mejorar su capacidad de escribir música.
Después de regresar a Génova, a los 15 años viajó a Livorno donde tuvo un éxito sensacional con sus recitales. Dedicó un tiempo a la agricultura y a la guitarra, instrumento con el que probó acordes de armonías utilizadas luego en sus composiciones de violín. “A partir de entonces, en algunas ocasiones, Paganini se presentó ante el público con una guitarra colgada en la espalda y un violín en las manos, en unos momentos usó un instrumento y en otros cambió al otro con tal velocidad que el auditorio quedó con la impresión de que tocaba los dos simultáneamente.”
A los 25 años Paganini fue descrito por un contemporáneo como bien parecido, alto, típicamente italiano. Con un cuerpo flexible, cara pálida y ojos magnéticos. Con la llegada de la princesa de Lucca, hermana de Napoleón Bonaparte, Elisa Bonaparte, su vida cambió radicalmente. La mujer excéntrica, de carácter rudo y con interés por las artes, lo invitó como violinista y director de la ópera, además, recibió el título de capitán de la guardia de honor de la corte.
El colegiado explicó que parte del inicio de la leyenda negra de este personaje fue el rumor de que la princesa Elisa se desvanecía al escucharlo tocar. A los 30 años su fama llegó a Alemania donde fue considerado el mejor y primer violinista del mundo.
En 1820 se publicaron sus primeras obras de violín, entre las que se encontró el Opus 1, “Los Caprichos” dedicados a todos los músicos profesionales que fue juzgado como imposible de tocar. “Esta obra es considerada la biblia de los violinistas tanto por complejidad técnica como por su gran calidad musical.” Incluso, Robert Shumann y Franz Liszt escribieron transcripciones para piano de estos caprichos.
Martínez Palomo agregó que, con la llegada de la tos y los problemas intestinales, inició el deterioro progresivo de la salud de Paganini. Para contrarrestar estos padecimientos el violinista recibió una serie de tratamientos, pero quizá el que más lo dañó fue el que estuvo hecho a base de mercurio y leche de burro, porque le produjo inflamación de la mucosa de la boca, la pérdida de todos los dientes inferiores y un grave absceso de la mandíbula tratado con dos cirugías.
“A los 46 años fue descrito como delgado, pálido y sombrío, cuando reía evidenciaba la falta de dientes, la cabeza era demasiado grande para su cuerpo, su nariz como el pico del águila y su cabellera larga, negra y despeinada. Apariencia que contribuyó a seguir alimentando la leyenda negra del compositor.”
Su actividad frenética y la falta de tratamiento, lo llevó a perder la voz al parecer por laringitis tuberculosa. Después de ser atendido por varios médicos y cirujanos del cerebro que fallaron en los tratamientos, viajó a Niza incapaz de ponerse en pie y con dificultades para alimentarse, falleció el 27 de mayo de 1840 a los 58 años.
“El recuento de la presente historia es un triste ejemplo de las incertidumbres de la medicina y de los médicos europeos del Siglo XIX. Paganini estaba en manos de los profesionales de Italia y de Francia quienes nunca se pusieron de acuerdo. Unos lo trataban como sifilítico y lo llenaban de mercurio, otros lo consideraban tuberculoso y lo intoxicaban con opio, otros más pensaban que su problema era nervioso y le recomendaban vino en abundancia, de muy poco le sirvió la medicina de ese entonces.”
La conferencia-concierto contó con la interpretación de la Sonata, Tema con Variazioni a cargo del violinista Gerardo Márquez Ávila. Por su parte el violinista Sebastian Kwapisz, interpretó: Capricho núm.1 en Mi mayor, Capricho núm. 7 en La menor, Capricho núm. 9 en Mi mayor, Capricho núm. 16 en Sol menor, Capricho núm. 17 en Mi bemol mayor, Capricho núm. 24 en La menor y el Dúo maravilla.
Niccolò Paganini (1782-1840). El secreto del violinista diabólico se encuentra disponible en la página de YouTube de El Colegio Nacional: elcolegionacionalmx.
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