El lado oscuro de la 4T, por Francisco Garfias
Alguien debería avisarle al Presidente que la polarización ya no le funciona. Tiene demasiados frentes abiertos que no atiende, señales de alerta que ignora, brotes de inconformidad que no ve ni oye. El ambiente está enrarecido.
Hoy tenemos empresarios que no invierten por falta de confianza; mujeres que toman las calles por el alza de los feminicidios; intelectuales y periodistas agraviados desde el púlpito de la mañanera.
Una clase media empobrecida, la mitad de la burocracia sin trabajo o con salarios bajos, una Corte doblegada y un Poder Legislativo avasallado.
Becarios, deportistas, artesanos, científicos, investigadores, cineastas, actores, maestros, defensores de derechos humanos, periodistas molestos por la desaparición de fideicomisos, casetas donde asaltan en las narices de la autoridad. Hay hasta un fenómeno extraño que politólogos vinculan con la ley que prohíbe la venta de bebidas azucaradas y comida chatarra a los menores, que se aprobó en Oaxaca: la visita de directivos de Coca-Cola al presidente López Obrador, realizada el pasado mes de septiembre.
Hechos que comienzan a no ser tan aislados y que tienen consecuencias.
Allí está la barrida a Morena en las elecciones de Coahuila e Hidalgo que, aunque se niegue, lleva una dosis de castigo a la 4T.
No todo se explica por el hecho de que los dos estados son priistas, y que sus gobernadores saben operar.
Un personaje de Morena, consciente del reto que enfrenta la 4T en las elecciones del 21, se hizo la siguiente pregunta-reflexión:
“¿Por qué tendría que cambiar la población en ocho meses, si ya nos dieron un aviso en dos estados que Andrés ganó en 2018, uno (Hidalgo) con amplio margen?
Allí está también el reto de los diez gobernadores de la Alianza Federalista que amenazan con salirse del Pacto Federal, si no les dan un trato equilibrado en el Presupuesto.
López Obrador ni siquiera los recibe, porque, dice, “no hay materia”.
Nuestra fuente de Morena sabe que el Presidente escucha, pero que no cambia su estrategia. “Algo está pasando, ¿crees que lo correcto es seguir polarizando?”, cuestiona.
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No hay justificación para cancelar la comparecencia en el Senado que tenía programada para hoy el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Su renuncia al cargo, para ir a buscar la gubernatura de Sonora, se hace efectiva a partir del primero de noviembre. Hasta el último minuto de octubre será titular del cargo.
¿Por qué entonces no rendir cuentas ante el Congreso antes de irse? El sonorense dijo que llegó a esa Secretaría con un país que olía a pólvora. Se va con un país que huele a sangre. No pudo.
Su relevo, nos aseguran, está entre Ricardo Mejía, subsecretario del ramo; Omar García Harfuch, secretario de Seguridad en la CDMX. Hay quien señala también a Santiago Nieto, titular de la UIF, y al expanista Manuel Espino.
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