Por Fernando Del Corro  


Existen dos hechos en la historia de España que se cuentan por separado pero que mucho tuvieron que ver en el devenir del proceso político, económico y cultural mundial como fueron la partida de Cristóbal Colón del Puerto de Palos de la Frontera, en la actual provincia de Huelva, presuntamente para “descubrir América”, expedición sufragada por el financista judío Luis de Santángel, y, por otra parte el momento final de la aplicación del “Edicto de la Alhambra” por el que se expulsara de España a los judíos que no aceptasen convertirse al cristianismo.

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Y fueron dos hechos que se produjeron el mismo día, el 3 de agosto de 1492, fecha de la que se cumplen hoy 528 años. Gobernaban ese estado europeo que concluyera el anterior 2 de enero, con la toma de Granada, la recuperación de los territorios ocupados por los moros 781 años antes los llamados Reyes Católicos, Fernando II de Aragón y V de Castilla, y su esposa Isabel I de Castilla que habían unificado ambas coronas conformando así el reino de España que a partir de entonces se expandiera por una gran parte del planeta.

Primer viaje de Colón - Wikipedia, la enciclopedia libre
Primer viaje de Colón

Como en la mayor parte del mundo la historia sufrió deformaciones convenientes para los poderosos del momento. Es lo que con el tiempo y la aparición de certeras documentaciones dio lugar a lo que se dio en llamar “revisionismo histórico” por parte de quienes tratamos de poner en claro la realidad de lo sucedido, poniendo fin a esos “relatos”, aunque no faltan también los que pretenden cambiar los mismos por otros que tampoco reflejan la verdad como incluso ha sucedido en la Argentina.

En el caso de la colonización de América los “relatos” son múltiples y sobre circunstancias por demás importantes. Por ejemplo desconocer la trascendencia que tuviera el noble galés Richard Ameryke a quién se debe el nombre de América para el continente y no por Américo Vespucio como se ha hecho creer.

Existe amplia documentación en la materia como que el propio Cristoforo Colombo, devenido en Cristóbal Colón, antes de organizar su viaje al Caribe fue a Bristol, Inglaterra, para informarse acerca del continente que iba a ”descubrir” y que bien conocían los marinos de la flota pesquera de Ameryke que operaba desde la isla de Terranova desde 1479.

Pero no fue sólo Ameryke y su gente los que llegaron a América, en este caso persiguiendo los cardúmenes de bacalao. Los vascos ya pescaban también, pero ballenas, desde 1432 en la misma Terranova. Y antes que todos ellos fueron los vikingos quienes se instalaron en Groenlandia y se expandieron hacia el sur fundando poblaciones hasta la actual Nueva York. Es por ello que durante la presidencia de Barack Hussein Obama se decidió conmemorar en los Estados Unidos de América el “Día de Leif Erikson” todos los 9 de octubre. Leif Erikson fue el hijo de Erik Thordvaldsson, “El Rojo”, quién se instalara en Groenlandia en el Siglo X y cuya esposa, Thdjild, creara la primera iglesia cristiana en América.

Cabe acotar que ya Ameryke había contratado a Giovanni Caboto, el padre de Juan Sebastián Caboto, para que “descubriese” América y así la denominase, según consta en la documentación existente. Incluso la bandera estadounidense tiene una gran similitud con la del señor feudal galés y que utilizaban sus navíos. Caboto cumplió con su trabajo. Pero, obviamente, aunque el viaje de Colón no fue un descubrimiento, resultó de una enorme trascendencia.

A partir de entonces se desarrolló el colonialismo español desde buena parte de lo que es América del Norte, incluyendo el sur estadounidense, hasta el extremo sur del continente aunque no se concretó la ocupación total del territorio, la que se dio en el Siglo XIX tras los procesos independentistas de las coronas europeas que, además de la española, se habían instalado en el mismo.

Descubrimiento de América - Wikipedia, la enciclopedia libre
Descubrimiento de América

En cuanto a la expulsión de los judíos también fue un hecho de gran importancia para buena parte del planeta, no solamente para España. En ese país cuando los Reyes Católicos, presionados por los inquisidores liderados por Tomás de Torquemada, tomaron la decisión de deshacerse de ellos en marzo de 1492. Fernando II se resistió pero finalmente debió acceder ante la dura presión ejercida por Torquemada y los suyos. La norma fue dictada a poco de la toma de Granada y mediante ella se estableció que la población hebrea, que en ese momento alcanzaba al veinte por ciento del total, debía convertirse al cristianismo quedando para los que no la aceptaran la opción de abandonar el Reino de España fijándoseles a los mismos, como fecha límite, la del 3 de agosto como hizo aproximadamente la mitad de ellos.

Los judíos constituían una de las poblaciones más importantes en la Península Ibérica ya desde tiempos de la ocupación musulmana, incluyendo un emirato independiente que existiera entre los años 756 y 912, luego absorbido por el Califato de Córdoba entre el 912 y el 1031, y en los primeros reinos de taifas, productos de la disolución del Califato, entre 1031 y 1086. La relación con los musulmanes se complicó luego con la llegada de monarcas africanos, poco tolerantes con otros credos por lo que se produjo un nuevo éxodo, esta vez hacia los estados cristianos del norte de la península.

Eso facilitó la repoblación de los mismos en los que los judíos siguieron desarrollando prósperos negocios, fundamentalmente financieros, y de hecho contribuyeron a la llamada “Reconquista” del territorio ocupado pos los musulmanes. El dominico Torquemada era un enemigo de los hebreos pero no logró quebrar durante mucho tiempo la resistencia de Fernando II, quién mantenía negocios con ellos, para la expulsión de los mismos, hasta que finalmente éste terminó firmando el “Edicto de Granada”.

Entre los que se quedaron estuvo Luis de Santángel, al punto de que existe otra leyenda que dice que quién financiara el viaje fue Isabel I para lo cual supuestamente había vendido sus joyas. Un viaje que alcanzó su éxito el 12 de octubre de 1492 cuando el almirante genovés y los suyos llegaron, al parecer, a la pequeña isla de Cayo Samaná, en las Bahamas, según estudios publicados en 1986, cuando hasta entonces se señalaba que ese primer contacto americano había sido en la isla de Guanahani.

Ese 3 de agosto fue así clave para España, para América y para aquellas regiones europeas en las que recalaron los judíos expulsados donde muchos de éstos también prosperaron, como en Génova, al punto de que, cuando Carlos I, años después, llevase adelante un gran endeudamiento de la corona española, algunos de ellos fueron sus prestamistas.