Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

  Interesados comunicarse a correo: erubielcamacho43@yahoo.com.mx  si quieren versión impresa o electrónica donativo voluntario .

martes, 6 de octubre de 2020

Chak íik’al o ciclón de acuerdo a los mayas penínsulares

 

Chak íik’al o ciclón de acuerdo a los mayas penínsulares

Imágenes recientes de Chak ik’aal o ciclón que amenaza seriamente el sureste mexicano

Los mayas le llaman al ciclón, Chak iik’al y lo relacionan con un cielo semi rojizo, intensos vientos y lluvias incesantes, destaqué en artículo que escribí en los primeros días del mes de junio del 2010. Hoy, ante la situación que vivimos en estos primeros días del mes de octubre del 2020, decidí compartir de nuevo, lo que significa este concepto para el mayab.

“Los mayas de Yucatán (México) le llaman Chak íik’al al ciclón que comúnmente hace acto de presencia durante el lapso de junio  hasta los últimos días del mes de noviembre en esta región del sureste mexicano, y tiene como característica de presentarse con un cielo semi rojizo, intensos vientos y lluvias incesantes en el transcurso de varios días.

Lugares de impacto de los chak íik’aal ocasionan severos daños, en este caso, fue debido al Gamma en su paso reciente por el oriente de Yucatán. Cortesía de Roberto de Jesús Medina, al participar en la limpieza urbana de Valladolid, Yucatán.

Ciclones y la milpa maya

Por tanto, la península de Yucatán al ser bañada anualmente por las lluvias que acompañan a los ciclones tropicales, y hacen de ella un lugar propicio para seguir cultivando el maíz, el frijol y las calabazas en la milpa, su escasez, hacen que no crezcan los cultivos de temporal, y sobre todo si consideramos el pequeño espesor de los suelos yucatecos, y de la gran cantidad de piedras que existen, hacen que continuamente los productores busquen estrategias para seguir cultivándolo.

Los ciclones que han impactado la región han generado múltiples experiencias, lo cierto es que hasta estas fechas existen evidencias cómo los Mayas con el simple hecho de conocer su entorno, ponen en práctica sus conocimientos que les permite cultivar la tierra o sobrevivir ante el embate de este tipo de fenómenos climáticos.

Graves daños ocasionan los chak íik’al en la agricultura y la ganadería de los lugares que se encuentran en su paso.

Entonces, entre las lluvias que generan los ciclones y los suelos pedregosos, la cultura maya generó la tecnología apropiada para la práctica de la agricultura.

Trabajar la tierra, significa entonces desarrollar una vasta creatividad para el campesino maya para trabajar bajo éstas condiciones de suelo y de clima, de ello existen vastas referencias, por ejemplo en Dzidzantún, Yucatán, la gente al sembrar su semilla de papaya, le pone una pequeña piedra encima, y éste sólo permanecerá unos cuantos días, más adelante lo irá quitando prácticamente al emerger dicha plántula.

¿No es desventajoso entonces cultivar entre piedras? La gente sabe que “hay de piedras a piedras”, porque algunas acumulan más humedad que otras; luego entre ellas es posible encontrar fracturas y en estos espacios se acumulan es posible encontrar suelos fértiles, y la gente los usa para cultivar sus plantas, como los ciruelos, naranjas, entre otras. Es curioso ver las plantas cultivadas en los huertos familiares y sobre todo que se encuentren encima de los pequeños lomeríos.

Cuando trabajas la tierra, tienes que conocer lo que significa apostarle para lograr las cosechas

Suelos y sequías

El uso de estos conocimientos milenarios, se evidencia con la llegada de la sequía, porque fácilmente es posible hacer las comparaciones, con las plantas que se encuentran cultivadas en las planadas y cuyos suelos son de tipo K’ankab -suelos rojos con abundante rendzina-, prácticamente fenecen en estos tiempos y mientras las que se encuentran en los lomeríos, se mantienen vivas.

Lo cierto es que la gran mayoría del suelo peninsular es de poca profundidad, y las raíces de los innumerables árboles de la flora yucateca, prácticamente buscan las oquedades y grietas de las piedras en busca del agua, alimento y sostén; pero en muchos de los casos, la raíz principal al no encontrar la forma de profundizarse, terminan ramificándose en la los primeros 20 a 30 centímetros de la capa de suelo.

Esto al final de cuentas los hace vulnerables a las rachas de vientos ciclónicos y ante las incesantes lluvias, terminan sucumbiendo, y de esa forma el ciclón termina “haciendo su propia milpa”

Pronósticos de los lugares y fechas de impacto de la depresión tropical Gamma en su paso por la península de Yucatán

Una de las características de la zona impactada por el ciclón, es encontrar muchos árboles derribados, y mientras los que no cayeron, están totalmente defoliados, y las pocas hojas que le quedaron, terminan secándose debido al impacto del viento y de la sal que se lleva consigo el chak íik’al, y de esta forma, se imagina ¿Cuántas hojas encontrara en la parte baja de los árboles?

Ahora con el simple hecho de que la península de Yucatán ha sido frecuentando por los ciclones tropicales, esto generó experiencias que sin duda alguna enseñan a la gente. Antes del huracán “Isidoro” -2002-, mucha gente hacia sus casas en los lugares bajos, y al construir, casi no lo “subían de nivel” -objetando a los fuertes gastos que erogaban para tal fin-, y fueron los primeros en ser afectados al caer la lluvia, lo que ha hecho que ahora muchas casas son construidas considerado a las inundaciones que provocan los ciclones.

Lluvias que traen regocijo entre los productores

Para los agricultores mayas, las lluvias que caen durante el temporal lluvioso ocasionado por los ciclones que se forman en los mares cercanos al ecuador, misma que al caer trae elegía entre la gente, porque cuando ven llover afirman, “Cuando cae la lluvia, en realidad nos caen millones de pesos…”, la lluvia al caer, no sólo limpia y humedece el ambiente, sino que al precipitarse recoge el nitrógeno que está en la atmósfera, y de ese modo fertiliza la tierra.

2020, un año que inició con graves sequías misma que afectó la floración de los árboles melíferos, y en el mes de junio, el chak íik’al “Cristobal” ocasionó severas inundaciones en la península de Yucatán, y en julio, se presentó la canícula que afectó las siembras, incluso en este periodo, gusanos, pájaros y ratones afectaron las siembras en las milpas.

Cambio en la estacionalidad de las lluvias.

Los labriegos del sur de Yucatán, cuentan que los primeros indicios de estos cambios fue en el año de 1961, y fue en la década de los 70’s cuando más se acentuó esta situación; mientras que en cuanto a los ciclones que han asolado la península de Yucatán, relatan que de antes el periodo en que los llegan se da entre los meses de septiembre a noviembre –aunque se sabe que el periodo ciclónico inicia el primero de junio y termina el 30 de noviembre-, y pero fue en año 2007, cuando el ciclón “Dean” se presentó el martes 21 de agosto y de acuerdo a esta fecha, fue atípico.

Los campesinos aclaran que el clima cambió totalmente hace más de 5 décadas y eso impacto en la forma y en los tiempos de cultivar la milpa, “de antes las lluvias caían a mediados del mes de abril y en esos tiempos sembramos los primeros cultivos en la milpa, haciendo el “tikin muk” (siembra en seco) a las calabazas “Xtop”, makal (nañe), is (camote), Dziín (Yuca), pepino blanco y los maíces de ciclo corto”, nos comparten estos productores.

Entonces, quienes viven por estos lugares, deben observar y registrar todo lo que sucede en su entorno, tal como lo han hecho los mayas desde hace cientos de años, sobre todo saber interpretar las señales de la naturaleza, como el hecho de que si las primeras hojas de los platanares, “emergen enroscados” o notar que sus plantas de maíz que tienen en la milpa, si en este tiempo se le observa más raíces en la parte superficial de la planta o el canto de algunas aves como la chachalaca cerca del amanecer o la forma y el tamaño del nido de la yuya –calandria-, seguro que todo esto evidencian la proximidad de algunos fenómenos relacionados con el clima, y entre ellos tal vez el chak íik’al o la sequía” concluye el artículo que compartí en el año 2010.

Satélites muestran la conexión actual que tienen los Chak íik’aal Gamma y Delta

Anuncios

No hay comentarios:

Publicar un comentario