El billete de dólar, en peligro de extinción
Después de más de un siglo pasando de mano en mano, el bueno de George Washington, primer presidente de los Estados Unidos, corre peligro de desaparecer de los billetes de dólar. El encarecimiento de las materias primas puede poner en riesgo la vida de este icono estadounidense, que lleva fabricándose desde 1862. Y es que, estos apreciados papeles verdes están compuestos por algodón en un 75%.
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Con la libra de algodón por encima de los dos dólares, el Departamento del Tesoro estadounidense ha visto como los costes de fabricación del dinero se han disparado más de un 50% desde 2008. Además, la corta vida útil de los billetes de dólar tampoco ayuda a su supervivencia. En el mejor de los casos, apenas duran 42 meses en circulación antes de ser sustituidos, por lo que su producción copa aproximadamente la mitad del dinero que se fabrica en el país cada año.
Un ahorro de 5.500 millones
En 2010, el gobierno estadounidense produjo 6,400 millones billetes nuevos de dólar. El coste por unidad se disparó hasta los 9.6 centavos, incluidos el gasto en papel y la impresión, mientras que sólo un año antes apenas superaba los 6 centavos. La Administración Obama teme que la caída en la producción de este año, unida a la fuerte demanda desde China, acabe por encarecer aún más el algodón, que ya se cotiza en su máximo histórico.
Por esta razón, la Oficina de Grabado e Impresión (GAO, según sus siglas en inglés) presentó a principios de marzo una propuesta en la que pedía a Washington reemplazar el billete de dólar por monedas, que ofrecen una mayor durabilidad. Según los expertos de la GAO, esta medida podría ahorrarle potencialmente al país cerca de 5.500 millones de dólares en los próximos 30 años, un buen pellizco ahora que la Casa Blanca está tratando de recortar gastos para frenar la imparable escalada de la deuda nacional estadounidense.
La agencia federal encargada de la impresión y grabado del dinero de curso legal estima que el proceso de desaparición del billete de un dólar debería hacerse de manera gradual. Hasta cuatro años podría estar agonizando este símbolo nacional, en el que aún se puede leer la legendaria frase "In God we trust" (Confiamos en Dios), en el caso de que finalmente acabe siendo sustituido por monedas.
A la cuarta, ¿la vencida?
Dos grandes grupos de presión tratan de que favorecer o entorpecer esta transición. Por un lado, la Coalición de la moneda apuesta por la desaparición inmediata del billete, mientras que la asociación Salvemos el dólar, piensa en que se debe proteger el billete más antiguo de curso legal.
Además, también hay quien apuesta por la resurreción del billete de dos dólares, desconocido para la mayoría de los estadounidenses, pero de curso legal desde 1929, y que aún se fabrica en pequeñas cantidades: apenas supone el 1% del dinero que se pone en circulación cada año en el país.
El único inconveniente que se puede encontrar el gobierno, si llevar adelante la extinción del dólar, es la aversión de los estadounidenses a las monedas. En los últimos años se han tratado de poner en marcha hasta cuatro propuestas similares a la de la GAO y, de momento, George Washington ha salido triunfante en todas ellas.
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