EL GOBIERNO MUNDIAL EN LA SOMBRA

EL GOBIERNO MUNDIAL EN LA SOMBRA
Después de unos cuantos días en silencio, más de los que yo haya querido (tranquilos, no es que me detuviera Rubalqaeda, que lo podría hacer por subversivo e insurgente, aunque en otros países los ayudan…), aquí estoy de nuevo, para seguir siendo políticamente incorrecto y sintiéndolo mucho por todos aquellos que viven de las subvenciones, sin dar palo al agua.
Hace unos diez días terminé de leer el último libro de Daniel Estulin, “El Imperio Invisible. La auténtica conspiración de gobierno mundial en la sombra” (perdona Daniel, te he robado medio título). En él aparecen cosas muy interesantes junto a otras muy inquietantes.
Como siempre, eso sí, Estulin escribe de forma un tanto desestructurada (cual si fuera seguidor de Ferrán Adrià), desordenada, inconexa…, pero lo que cuenta es la información, abundante y bien documentada, que nos proporciona una versión de la realidad totalmente diferente de la “oficial”.
En el libro, Daniel aborda varios temas, todos ellos desde la misma perspectiva de un gobierno mundial en la sombra que lo controla todo y que su única razón de ser es la de proteger los intereses económicos y de poder de una elite mundial que ha estado ahí desde siempre, y ésta parece ser su autolegitimación para hacer todo lo que hacen.
No voy a destripar el libro, prefiero que los que estéis realmente interesados lo leáis (sólo son 500 páginas), aparte de que no me gustaría que el bueno de Estulin me echase la bronca por contar demasiado. Pero, con su permiso voy a transcribir una cita literal que aparece al comienzo y que me parece interesante:
“Desde ese punto de vista, sus planes para la destrucción de la demanda y el cataclismo económico tenían sentido. Si el Imperio Invisible no hubiera realizado ese tipo de intervención para ralentizar el ritmo del crecimiento económico, las naciones-Estado comprometidas con el progreso científico y tecnológico se habrían convertido en dominantes. Eso habría significado la muerte de la oligarquía. Implicaría el final del Imperio Invisible. Las naciones que fomentan el desarrollo mental y creativo de sus pueblos producen personas que no tolerarán indefinidamente las formas de gobierno oligárquicas. Los pueblos analfabetos, tecnológica e intelectualmente atrasados, sí lo harán”.
Esto de la destrucción de la demanda para ralentizar el crecimiento económico, lo menciona Estulin en referencia a la actuación de los bilderbergers en Rusia, poco tiempo después de la caída y desmembramiento de la Unión Soviética. Pero, se puede aplicar perfectamente a otras crisis económicas posteriores, como la actual, y especialmente al caso de España, que vive una profunda destrucción de la demanda desde hace varios años, de la cual será muy difícil que salgamos (a corto y medio plazo), y más teniendo en cuenta la segunda premisa de los bilderbergers, es decir, mantener al pueblo atrasado intelectualmente (a través del sistema de educación cada vez más desastroso) y, por supuesto, totalmente desinformado (a través del control de los medios de comunicación de masas cada vez más potativos).
En el último capítulo del libro, el más inquietante, habla sobre terrorismo atómico. Sostiene que se han venido llevando a cabo en los últimos años unos cuantos atentados con minibombas nucleares (que a través de una entrevista con un experto ‘demuestra’ que únicamente pueden construir 4-5 países, EE.UU., Rusia, Gran Bretaña, Israel y quizás Francia, y que serían por tanto los responsables totales de dichos atentados), entre los cuales destacan:
-El edificio federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma en 1995.
-El club nocturno de Bali (Indonesia), el 12 de octubre de 2002.
-El asesinato del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri, en Beirut (Líbano) en 2005.
-El de las Torres Khobar, en Dhahran (Arabia Saudí) en 1996.
-El del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas en 2004.
E incluso menciona como ataques atómicos el “desastre nuclear” de Chernóbil, las estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998, el 11-S de las Torres Gemelas o la embajada australiana en Yakarta en 2004.
Asombroso, ¿verdad? Pues todos a leer y a investigar, se habre un nuevo campo. Desde luego, Daniel, esta vez te has pasado, ¡enhorabuena!