Las “organizaciones de derechos humanos” como agentes de la burguesía
El Imperio y sus agentes han creado en Venezuela, tal como en muchos otros países a lo largo del mundo, una serie de organizaciones de “derechos humanos”, hechas a la medida de las fuerzas más reaccionarias y que precisamente han violado de manera permanente los derechos humanos de la mayoría, generando hambre, miseria, exclusión, discriminación, guerras, muerte, torturas y pare usted de contar. Este es el caso del llamado Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), cuyo director Humberto Prado, escuálido indudable, se ha puestos a hacer coro a la oposición y a la canalla mediática en el sentido de victimizar a los pranes y convertirlos en unos angelicales héroes. Prado afirmó que “hay que retomar la confianza de los internos de El Rodeo para poder consolidar el desalojo de las instalaciones” y pidió “lograr la mediación a través del diálogo”, como si esto no fuera precisamente lo que está haciendo el Gobierno, con innegable paciencia y cautela. Pero Prado, por supuesto, no reconoce nada a la Guardia Nacional Bolivariana ni a nuestras autoridades en el manejo inteligente y democrático de la situación de El Rodeo, en medio de provocaciones y fomento de la violencia por parte de opositores y canallas mediáticos, tal como hemos demostrado en estos análisis apelando a la incontrastable muestra de titulares y declaraciones de la derecha. Pero el hipócrita Prado no tiene ninguna crítica a esas acciones criminales. Este agente imperial (pagado o no, lo es de hecho) manifestó en entrevista a la emisora golpista Unión Radio, que de haber tratado a tiempo el motín del 12 de junio en El Rodeo, no se hubiese alargado el problema: “Eso trajo como consecuencia la intervención de este centro penitenciario, esto fue un error, porque se había logrado una mesa de diálogo y un acuerdo de paz”. Falso de toda falsedad, todo el mundo sabe que el conflicto fue desatado en concreto por las acciones violentas de los pranes contra sus propios compañeros de reclusión y el posterior alzamiento en armas contra las autoridades establecidas.
En realidad, cada vez es más claro que los pranes responden a poderosos intereses incluso externos a las cárceles. El pasado sábado, por ejemplo, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana incautaron 105.320 bolívares fuertes en una “caleta” de El Rodeo, 44 teléfonos celulares, 47 cargadores de teléfono, así como 18 kilogramos marihuana y cocaína. Por otra parte se ha comentado que el botín que resguardan con tanto celo “Yoifre” y “Oriente” suma aproximadamente 1,7 millones de bolívares fuertes, proveniente del cobro de causas a cada privado de libertad. En el lenguaje carcelario, “causa” es la cuota semanal que deben cancelar todos los reclusos a los pranes. Es decir que estos delincuentes extorsionan a sus propios compañeros y los mantienen bajo amenaza permanente.
¿Significa esto que no existan graves problemas en las cárceles venezolanas, como hacinamiento, retardos procesales, corrupción, tráfico de armas y drogas, entre otros males? Por supuesto que no, y el Gobierno así lo ha reconocido y tiene el compromiso de enfrentar con vigor esa situación. Pero ¿en qué contribuye a la solución la insurrección armada de los pranes? ¿Están defendiendo en realidad derechos reales o más bien sus privilegios, su poder, sus bienes mal habidos, sus conexiones externas con carteles y banda organizadas? En realidad, estamos ante la inaceptable situación de un grupo de ciudadanos en armas, alzados contra el poder legítimo y esto es, tal como dijo el Cardenal Urosa, que de chavista no tiene nada, simplemente inaceptable. En Estados Unidos ya el gobierno hubiera tomado a sangre y fuego un penal en tales condiciones. Pero estamos de acuerdo con la forma en que viene manejando el asunto nuestro Gobierno, pues somos muy distintos a los imperialistas, tenemos otra filosofía de la vida y una idea muy distinta de los derechos humanos. Gente como Humberto Prado no es en realidad defensora de los derechos humanos, sino de los intereses de la oligarquía y del imperialismo.
Precisamente sobre la situación carcelaria, la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, informó que el Ministerio Público inició un plan contra la corrupción en los centros penitenciarios del país: “Son demasiados intereses los que hay alrededor de las cárceles; creemos desde el Ministerio Público que incluso el dinero que se mueve alrededor de las cárceles, quizás tenga que ver con otros delitos como legitimación de capitales”. Por su parte el ministro Tarek El Aissami ratificó la posición de nuestro Gobierno y declaró que se proseguirá con la fórmula del diálogo, pero también que no se negociará en favor de los pranes, sino para beneficiar a la población reclusa.
Otro tema que ha tenido bastante exposición mediática es el de la salud del Presidente Chávez, en torno al cual ha habido mucho movimiento de los canallas de toda ralea. Tal como afirmó el ministro Andrés Izarra, ha habido muchas tergiversaciones y rumores en torno a la salud del presidente Chávez, y reiteró que este se recupera satisfactoriamente de su operación, y regresará pronto al país: “No solamente hemos visto la cantidad de manipulaciones, tergiversaciones, mentiras que se ha dicho entorno a la situación del presidente, la última lo del Miami Herald (...) lo mismo está ocurriendo con el tema de El Rodeo… La canalla mediática no tiene remedio, por eso es lo que es: canalla, una carroña”. Amén.
En el plano internacional se sigue demostrando que el imperialismo ha montado una súper red internacional, cuya base principal son las Naciones Unidas, para utilizarla a favor de su dictadura militar mundial. Uno de esos parapetos, la llamada Corte Internacional Penal (CPI) ordenó ayer la detención del líder libio Muamar el Gadafi, su segundo hijo, Saif el Islam, y su cuñado Abdulá el Senusi, acusados de crímenes contra la humanidad por la Fiscalía de dicho tribunal. Si realmente hubiese un ápice de justicia internacional, George W. Bush debería estar en una mazmorra de por vida. Por supuesto, Libia ha respondido de inmediato, definiendo como inaceptable la orden emitida por la Corte Imperial. El ministro de Justicia del país norafricano, Mohamad al Kamudi, dijo con toda razón que la Corte no tiene la autoridad para ello y que “es una herramienta del mundo occidental para perseguir a los líderes del Tercer Mundo”. Por supuesto, los imperialistas han celebrado la decisión de sus administradores de justicia coloniales. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró hoy que la orden emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra Muamar el Gadafi “refuerza la razón” de la misión aliada en Libia. Según Rasmussen la OTAN “está más determinada que nunca a mantener la presión hasta que todos los ataques contra civiles hayan terminado, todas las fuerzas del régimen hayan vuelto a sus bases y haya un acceso sin condiciones a la ayuda humanitaria para todos los que la necesitan”. También la Unión Europea, conformada por los principales aliados del Imperio, está de plácemes. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, afirmó que “La UE pide plena cooperación con la Corte Penal Internacional y subraya que la investigación del CPI sobre Libia es un proceso judicial independiente que debe ser plenamente respetado”. Por supuesto, Ashton se deshizo en elogios para el instrumento jurídico de la dictadura y señaló que la CPI juega un papel clave en la promoción de la “justicia internacional” y es un instrumento esencial para fomentar el respeto “del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos”. Lisonjas a los vasallos.
Es por eso que debemos poner nuestras barbas en remojo y no olvidar nunca las sabias palabras de Adán Chávez sobre no descartar el posible uso de la lucha armada si es necesaria para defender los intereses de la Patria y la Revolución. Sobre todo porque las agresiones y amenazas de funcionarios y voceros imperialistas contra nosotros siguen abundando. Hay nuevas acciones en esa perspectiva. Estados Unidos incluyó a Venezuela en su lista negra de países que trafican personas, en la que también mantuvo a Cuba por noveno año consecutivo, en un informe divulgado este lunes por el Departamento de Estado. “Venezuela es un país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños que son traficados para ser explotados sexualmente o laboralmente”, indicó el informe del Departamento. Por su parte, el conocido ultraderechista Roger Noriega aseguró en una entrevista para el diario bogotano El Tiempo que el presidente venezolano Hugo Chávez tiene vínculos con el narcotráfico: “Tenemos que reconocer que el chavismo y el régimen de Chávez tienen una alianza con el narcotráfico, con Irán y con grupos terroristas. Esta combinación es muy, muy peligrosa, y él tiene que hablar de forma franca sobre lo que está pasando”. Noriega agregó que “si reconocemos esa amenaza transnacional tal vez podríamos empezar a fabricar una respuesta internacional”. Ya sabemos todo lo que puede significar la expresión “respuesta internacional”, y el caso de Libia es precisamente el más reciente ejemplo de ello.
La acusación de Noriega contrasta radicalmente con el hecho de que por sexto año consecutivo la ONU, a través de su informe anual, reconoce a Venezuela como territorio libre de cultivos ilícitos de droga, según informó el ministro de Interiores y Justicia, Tarek El Aissami. El informe además señala que el tráfico de cocaína presenta tendencia a la baja y las naciones consumidoras reportan disminución de las incautaciones de cocaína proveniente de los países productores a través de Venezuela. La evaluación señala igualmente que la Nación ocupa la quinta posición como país con mayor incautación de droga, con un 4.5 por ciento de los decomisos mundiales. Pero ya sabemos que a los imperialistas poco les importa la verdad. Son expertos en crear realidades virtuales, con el concurso de la canalla mediática en los distintos países y en las redes mundiales, para generar las condiciones que le permiten intervenir por doquier e imponer sus designios dictatoriales.
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