LAS OPINIONES DE AL AL-GAZALI.
En sus tratados sobre el matrimonio en el Ihiáu 'Ulúmi d-Din, Abu Hámid al Gazáli tiene una sección llamada "Alentando el Matrimonio" (at-targib fin nikáh). En esta sección cita algunos ahadiz del Profeta sobre la virtud del matrimonio. Tambien tiene una sección llamada "Desalentando el Matrimonio" (at-targib 'anin nikáh). En esta sección, aparte de ahadiz de algunos sufis, Al-Al-Gazali cita tres ahadiz: dos del Profeta y uno del Imam 'Alí. Curiosamente, el tercer hadiz no es ni siquiera relevante sobre el tema; siendo más relevante para la planificación familiar -habla sobre tener pocas mujeres y niños. Es más, los tres ahadiz están clasificados por los eruditos del hadiz como de poca confianza (da'if).
Luego Al-Al-Gazali continúa discutiendo sobre los 'beneficios y perjuicios del matrimonio'. Antes de examinar los 'perjuicios del matrimonio', deseo comentar los dos ahadiz del Profeta que Al-Al-Gazali ha citado de sus fuentes sunni y los cuales Mernissi tambien ha usado en su libro.
El primer hadiz es como sigue:
El Profeta dijo, "Cuando la mujer viene hacia ti, es Shaytán quien se te acerca. Cuando uno de vosotros ve a una mujer y se siente atraído hacia ella, el debe apresurarse hacia su esposa. Con ella, sería lo mismo que con la otra." Después de citar esta hadiz, Mernissi añade los comentarios del Imam Muslim, "Ella se parece a Shaytán en su irresistible poder sobre el individuo".
Mientras discutían el tema de la falsificación o interpolación en el hadiz, nuestros 'ulamá' dicen que una de las fuentes de falsificación fueron los místicos y los así llamados píos mulah, quienes importaron varias ideas como el celibato y el monacato, que no eran del Islam, a la literatura del hadiz. Y puesto que la maldad de la mujer es un componente fundamental del monacato cristiano, ideas similares se deslizaron dentro de la literatura del hadiz, en forma de falsificación total o en forma de interpolación. Cuando leí el anterior hadiz, sospeché que sería una interpolación, especialmente su frase inicial. Mi sospecha fue confirmada cuando comencé a buscar algún hadiz similar en las fuentes shi'a. Las fuentes shi'a narran un hadiz similar como sigue:
El Profeta dijo, "Cuando uno de vosotros vea a una hermosa mujer, debe ir con su esposa. Porque lo que está con ella (es decir, con su mujer) es igual que lo que está con la otra.". El mismo hadiz está tambien registrado con una pequeña diferencia: El Profeta dijo, ¡Oh hombres! Ciertamente el acto de mirar (a una hermosa mujer) es de Shaytán, por lo tanto quien se encuentre esta inclinación debe ir con su mujer."
El hadiz narrado desde las fuentes sunni equipara a la mujer con Shaytán, mientras que en las fuentes shi'as no hay tal implicación en lo más mínimo. Por el contrario, en la segunda versión del hadiz encontrado en las fuentes shi'as, es la vista del hombre la que tiene que ver con la tentación de Shaytán. Si hemos de elegir entre las fuentes de la sunnah del Profeta, entonces no tenemos alternativa sino la de aceptar la versión dada por los Imames de la Ahl ul-Bait, la familia del Profeta. Después de todo, nadie podría conocer mejor al Profeta que Ahl ul-Bait. En nuestra opinión, El Imam Al-Al-Gazali, el Imam Muslim y Mernissi son del todo incorrectos en sus intentos de equiparar a la mujer con el Shaytán. El hadiz que ellos han citado fue interpolado, lo más probable, por los místicos, para alentar al monacato, el cual habían importado del Cristianismo.
El segundo hadiz es como sigue:
El Profeta dijo, "No vayas con las mujeres cuyos maridos están ausentes. Porque Shaytán entra en vuestros cuerpos como la sangre corre por vuestra carne.".
Primero de todo, no he sido capaz de encontrar un hadiz similar en las fuentes shi'a. Esto, más su contenido, arroja dudas sobre la autenticidad del hadiz. En segundo lugar, la fuente de este hadiz es Sahih at-Tirmidi. Estoy sorprendido de como Al-Al-Gazali y Mernissi pueden usar este hadiz, mientras el Imam at-Tirmidi, comenta que, "Este es un hadiz extraño!" (hada hadizun garib). En tercer lugar, incluso si el hadiz fuese aceptado, no prueba lo que Mernissi pretende de él: "Las mujeres casadas cuyos maridos están ausentes son una amenaza para los hombres." Por que el hadiz compara a los hombres, y no a las mujeres con Shaytán. En efecto, las mujeres en este hadiz emergen como las víctimas de los hombres quienes han sido vencidos por el Shaytán.
Ahora vamos a volver al trabajo de Al-Al-Gazali en el que describe los perjuicios del matrimonio. Nombra tres aspectos como perjuicios del matrimonio. Los analizaremos separadamente:
El primer perjuicio:
"El primer y más grande perjuicio (del matrimonio) es que 'incapacita para ganar el sustento lícito.' Esto es algo difícil para cualquiera, especialmente durante estos tiempos, el evitar tener perjuicios cuando el sustento es necesario. Por lo tanto, el matrimonio será una causa para obtener el alimento por medios ilícitos, y esto es la perdición del hombre y también de su familia. Mientras que una persona soltera está libre de estos problemas…"
Sobre este tema, continúa citando a los místicos, cuyas declaraciones no tienen valor para nosotros a menos que estén basadas en el Corán y en la sunnah. Ellos elogian el celibato, bajo la influencia del monacato, el cual había sido condenado por el Profeta y el Corán.
La conclusión lógica a la que Al-Al-Gazali y otros místicos llegan es la siguiente: 'si eres rico, está bien que te cases; pero si eres pobre, no deberías casarte, de otro modo acabarás buscando la provisión por medios ilícitos.' Esto son bobadas absurdas y van contra lo que el Corán dice, "Casad a aquellos de vosotros que no estén casados… Si son pobres, Alláh les enriquecerá con Su favor." (Corán, 24:32). "…No matéis a vuestros hijos por miedo a empobreceros -ya os proveeremos Nosotros, y a ellos-, …" (Corán, 6:151). El Profeta dijo, "Cualquiera que se abstenga del matrimonio por temor a la pobreza, ha pensado, en efecto, mal de Alláh.". No se como puede una persona obtener edificación espiritual pensando negativamente sobre las promesas de Alláh.
El segundo perjuicio:
"La incapacidad (de los hombres) para satisfacer los derechos de sus mujeres, para contener sus (malas) maneras y para soportar pacientemente sus enojos.".
¿Qué es lo que el Imam Al-Gazali está diciendo? ¿Quiere decir que las mujeres, en general, demandan demasiado, son mal educadas e irritantes? ¿Puede basar su opinión realmente en el Corán y en la sunnah del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él)? No lo creo; y esto es porque vemos que Al-Gazali ha presentado solo los ahadiz de algunos místicos en apoyo de sus opiniones. Y es obvio que esto no puede ser establecido por las fuentes originales islámicas.
El tercer perjuicio:
"La mujer y los hijos le distraerán de Alláh y le atraerán hacia la búsqueda de (los beneficios de) este mundo y a planificar una buena vida para sus hijos al acumular más riqueza… Y todo lo que distrae a una persona de Alláh -ya sea mujer, riqueza o hijos- es desastroso para él.".
Si lo que Al-Al-Gazali dice es cierto, entonces no solo el matrimonio, sino también los hijos, los amigos, los parientes y cada cosa material de este mundo deben ser etiquetadas como 'perjudiciales' para un musulmán ya que todas estas cosas tienen un potencial de distraer a una persona de Alláh y de la próxima vida. Aquí Al-Al-Gazali suena como San Pablo. Y si esto fuera cierto, entonces un musulmán no tendría nada que hacer en este mundo, el debería, igual, confinarse en una cueva en una jungla o desierto aislado y rezar a Alláh. Lo absurdo de esta idea desde el punto de vista islámico es obvio.
Lo que Al-Al-Gazali y otros místicos dicen no es muy diferente de las ideas monásticas de la Iglesia Cristiana. Y, por cierto, ellos padecieron el mismo destino que los monjes cristianos. Ya has leído los comentarios de 'Allámah Rizvi sobre los monjes, "Entonces la naturaleza tomó su revancha, los monjes y abades cultivaron la idea de que ellos eran representantes de Cristo, y a las monjas se les dió el título de 'novias de Cristo'. Así, con facilidad de conciencia, ellos convirtieron los monasterios en centros de libertades sexuales.". Similarmente, cuando la naturaleza toma su revancha contra los sufis, en palabras de 'Allámah Mutahhari, ellos comenzaron a "obtener placer (sexual) en compañía de hermosas personas y ¡este trabajo suyo era considerado como un viaje hasta Alláh."
3. EL AMOR A ALLAH EN RELACIÓN AL AMOR A ESTE MUNDO.
El Imam Al-Gazali y otros místicos ha cometido un serio error al entender el concepto de 'la preparación para la próxima vida'. Y esto es lo que me gustaría clarificar aquí.
El concepto de 'la preparación para la próxima vida', depende de la propia perspectiva sobre la relación entre este mundo y el próximo. Hay tres posibilidades: 1. Sumergirse en los beneficios de este mundo y olvidar el próximo: 2. Utilizar este mundo para el próximo; 3. Renunciar a este mundo por el próximo.
Los místicos y los sufís han adoptado la tercera alternativa, mientras que los materialistas han adoptado la primera de ellas. Entre estos dos extremos, se encuentra el verdadero criterio islámico. Hay muchas aleyas del Corán en las que se alaban altamente los beneficios de este mundo, y hay muchas otras en las que se exhorta enérgicamente a los musulmanes a buscar la otra vida. Viéndolas aisladamente, estas aleyas pueden ser usadas por los dos grupos para probar sus extremas opiniones. Pero vistas a la luz de otras aleyas que hablan sobre la interrelación de este mundo y el próximo, uno es guiado por el criterio del Corán. Y es obvio que no pueden aislar las aleyas del Corán unas de otras, especialmente si están hablando del mismo tema. Como dije anteriormente, éste no es lugar para analizar completamente este tema, pero daré algunos ejemplos del Corán y de la sunnah que clarifiquen el criterio del Islam sobre este mundo y la próxima vida.
El Corán dice: "¡Busca en lo que Alláh te ha dado en la Morada Postrera, pero no olvides la parte que de la vida de acá te toca! (Corán, 29:77). Alláh dice, ¡Terminada la azalá, ¡id a vuestras cosas, buscad el favor de Alláh! ¡Recordad mucho a Alláh! Quizás, así, prosperéis." (Corán, 62:10)
El Imam Al-Hasan dice, "Se para el mundo como si fueses a vivir para siempre, y se para la próxima vida como si fueses a morir mañana.". El Imam te está enseñando que el Islam no desea que renuncies a este mundo, desea que te beneficies totalmente de él y que lo ames pero no hasta el punto de que puedas olvidar la otra vida -la otra vida, en donde tu destino depende de como seas de obediente a Alláh en tu vida de acá. El Imam Musa al-Kázim dice, "La persona que renuncia a su mundo por motivo de su religión o renuncia a su religión por motivo de su mundo no es de los nuestros.". En el Islam, la devoción no significa renunciar a este mundo y vivir en aislamiento en un desierto o en un monasterio. La devoción significa vivir en la sociedad una vida normal pero sin olvidar el último destino, el propósito de nuestra creación -una eterna vida en la Morada Postrera.
Hasta la relación entre el amor a Alláh y el amor por la mujer de uno, los hijos, y el mundo en general es del mismo tipo. Hay dos niveles de amor en el Islam: el amor a Alláh y el amor hacia todas las cosas también. El Islam no prohíbe a una persona que ame a su esposo/a, hijos, padres, parientes, amigos, y los beneficios del mundo que Alláh les ha dado a él o ella. Sin embargo, lo que el Islam espera es que este amor debe estar en armonía con el amos a Alláh, estaría basado sobre el amor a Alláh. La implicación práctica de este es que si un conflicto ocurre entre la demanda de amor a Alláh y el amor a algunas cosas también, entonces el amor a Alláh tomaría precedencia. En el Islam, Alláh es el eje de la existencia. Él, y nada más, es la Absoluta Verdad.
Permíteme que explique este fenómeno de una manera metafórica: la luna gira alrededor de la tierra, pero al mismo tiempo también gira alrededor del sol. Es más, la relación magnética entre la luna y la tierra es una parte pequeña sobre todas las fuerzas magnéticas que hacen que los planetas giren alrededor del Sol en nuestro sistema solar. Similarmente, en el Islam el amor entre dos seres humanos es como la relación entre la luna y la tierra; y el amor que un musulmán tiene por Alláh es como la relación entre el Sol y los planetas. Naturalmente, el primer tipo de amor existe dentro del dominio del segundo. En otras palabras, hay dos ciclos de amor: el amor a Alláh y el amor a tu mujer, marido e hijos. El primero es un círculo más amplio dentro del cual existe el segundo círculo de amor.
Recuerda, que hay una sutil diferencia entre lo que estamos diciendo y lo que Mernissi y, hasta cierto punto, Al-Gazali han dicho. Mernissi dice que en el Islam el amor entre el marido y la mujer está prohibido porque el amor sería dedicado a Alláh exclusivamente. Mientras que nosotros estamos diciendo que el Islam no prohíbe el amor entre marido y mujer -ni el amor por las cosas tampoco- con tal que esté en armonía con el amor a Alláh. Eso es, no te dominaría hasta el punto de la renuncia del amor a Alláh. Esto es mencionado de modo claro en el Corán:
Di (Oh Muhammad): "Si vuestros padres, vuestros hijos varones, vuestros hermanos, vuestras esposas, vuestra tribu, la hacienda que habéis adquirido, un negocio por cuyo resultado teméis y casas que os placen, os son más queridos que Alláh y Su Enviado y la lucha por Su causa, esperad a que venga Alláh con Su orden (en el día del Juicio)." (Corán, 9:24)
Me gustaría insistir en la palabra 'ahabbu' -más queridos. Si Alláh hubiera dicho, "Si vuestros… son queridos" entonces Mernissi u otros de su ideología podrían haber tenido razón al decir que el Islam dedica amor exclusivo a Alláh y todos los otros amores están prohibidos. Pero aquí Alláh está hablando en una forma comparativa y dice que si tu amor por otras cosas o personas es mayor que el de Alláh, entonces tú estás equivocado, ya que tal amor puede llevarte por el camino de la desobediencia a los mandatos de Alláh y causarte la perdición en la próxima vida.
El concepto islámico del amor no está limitado a amar a Alláh, excluyendo el amor hacia las mujeres, es un concepto universal en el cual hablamos del amor hacia todas las cosas y personas. Así es absolutamente erróneo dar un contexto sexista al tema y decir que la moral sexual islámica es una moral anti-mujer.
En conclusión, podemos decir que las opiniones de Mernissi y Al-Gazali -que en el Islam las mujeres son sexualmente más activas que los hombres y que el Islam no tolera el amor entre el marido y la mujer- no pueden ser justificadas desde las fuentes originales islámicas, el Corán y la auténtica sunnah.
C. CRITERIOS DE MORAL E INMORAL.
Hemos dicho anteriormente que el Islam no está de acuerdo con la represión de los instintos sexuales, más bien promueve su satisfacción. Pero al mismo tiempo hemos estado enfatizando que se debe realizar de un modo responsable y lícito. En otras palabras, hemos indicado que de acuerdo con el Islam los instintos sexuales pueden ser satisfechos de dos modos: lícito e ilícito o moral e inmoral.
¿Cuales son los criterios de moral e inmoral en la moralidad islámica?. El Islam, como alguna otra religión o ideología, tiene ciertas creencias fundamentales y todas sus enseñanzas deben estar en armonía con sus fundamentos. La base del Islam es la creencia de que Alláh es Uno, no solamente como el Creador sino también como el Legislador. El Corán no es únicamente un libro de guía espiritual; es también una fuente de leyes que regula nuestra vida diaria. 'Islam', después de todo, significa 'sometimiento a la voluntad de Alláh' El Corán dice claramente, "Cuando Alláh y Su Enviado han decidido un asunto, ni el creyente ni la creyente tienen ya opción en ese asunto. Quien desobedece a Alláh y a Su Enviado está evidentemente extraviado." (Corán, 33:36).
Así es el Islam, lo correcto y lo incorrecto, lo moral y lo inmoral, lo lícito y lo ilícito está decidido por Alláh y Su Enviado. Y, en nuestro punto de vista, los Imames de Ahl ul-Bait son los mejores comentadores del Corán, los protectores de la auténtica sunnah y ejemplos vivientes de las enseñanzas del Islam. En breve, los criterios de lo lícito e ilícito en el Islam son el Corán, la auténtica Sunnah del Profeta y su Ahl ul-Bait.
La creencia shi'a también enfatiza que todo lo que Alláh ha decretado como lícito o ilícito está basado sobre una razón, material o espiritual o ambas. No obstante, ya que Alláh es Omnisciente mientras que nosotros estamos todavía en una orilla del profundo océano del conocimiento, no siempre nos será posible comprender la razón que hay detrás de todos y cada uno de los mandatos de Alláh. El concepto básico de la moral sexual - que el sexo no es malo y que no debe ser reprimido- es un ejemplo muy obvio de una enseñanza islámica la cual está en completa armonía con la razón y naturaleza humana.
Tan pronto como digamos que el Islam cree en la regulación de nuestra conducta sexual, nos estaremos enfrentando con las cuestiones sobre 1) la regulación del sexo por la moralidad y 2) la libertad personal en la conducta sexual. Intentaremos analizar brevemente estos dos temas antes de cerrar este capítulo.
1. EL SEXO REGULADO POR LA MORALIDAD.
La primera cuestión es ¿Puede ser la sexualidad regulada por la moralidad?
"Realmente no puede haber tal cosa como una moralidad específicamente sexual. La moralidad… no ataca al acto sexual, pero siempre ataca cualquier otra cosa con la cual pueda ser emparejada. Podemos razonablemente prohibir la violencia sexual, pero eso es por causa de la violencia; considerándolo en y para sí mismo, e independientemente de circunstancias fortuitas, el acto sexual no es correcto ni incorrecto, sino simplemente 'natural'.". La conclusión de esta idea es sencilla: puesto que no puede haber moralidad sexual real, no habría contención, en absoluto, en la gratificación sexual. Nada debería ser considerado inmoral o ilícito.
Esta idea por si mismo es absurda. La sexualidad es un acto que principalmente involucra a dos personas, y todas las veces que dos personas están involucradas - incluso sobre base laica- las leyes y reglamentos llegan a ser necesarias para regular sus conductas.
Para proporcionar una base racional a esta idea se dice que algunas veces muchos nervios y desórdenes mentales tienen lugar por el sentimiento de la privación sexual. La medida preventiva de tales nervios y desórdenes mentales es la satisfacción sin trabas del instinto sexual. Lo que desean decir con sencillas palabras es que cuanto más se restrinja el sexo, más gente será atraída hacia él y sufrirán el sentimiento de privación.
Actualmente la cultura libertina occidental puso en vigor la conducta sexual sin trabas en Occidente durante los últimos treinta años. Y, manteniendo en mente el argumento anterior, uno se debería imaginar que vería un descenso en el número de desórdenes nerviosos, frustraciones sexuales, violaciones, incesto, abuso de niños y agresiones sexuales. Pero, ¿Ha pasado esto realmente? No, por supuesto, que no. Una mirada a las estadísticas muestran que todos los así llamados efectos de la privación sexual se han incrementado de forma múltiple a pesar de los modos sexuales sin trabas de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta.
Lo que actualmente ha sucedido es que el mundo occidental, después de la revolución contra la represión del sexo del sistema cristiano, ha confundido sexo sin trabas con sexo alocado. El Islam no acepta la idea de la represión de los instintos sexuales, en lugar de eso anima a la educación de aquellas sensaciones y a su satisfacción de un modo responsable. Todas las restricciones que el Islam impone sobre el sexo están basadas en la idea de educarlo. No es diferente del modo en que satisfacemos el deseo de alimento: tu debes comer, pero no sobrealimentarte. Similarmente tu debes satisfacer tus deseos sexuales, pero no a expensas de los derechos de otros y de tu propio cuerpo.
Después de rebelarse contra la moralidad sexual represiva de la Iglesia, la cultura libertaria pasó al otro extremo del sexo absolutamente sin trabas. Cometieron un gran error al pensar que las restricciones, en cualquier forma, eran antinaturales e incorrectas. Hasta Bertrand Russell, quien respalda enérgicamente el punto de vista libertario, tuvo que aceptar que algunas restricciones eran necesarias. El escribe, "No estoy sugiriendo que no debiera haber moralidad ni auto-refreno referido al sexo, no más que en lo que concierne al alimento. En cuanto al alimento, tenemos restricciones de tres tipos, aquellas de ley, aquellas de modales, y aquellas de salud. Consideramos incorrecto robar comida, tomar más de nuestra porción en la comida común, y comer hasta el punto que nos haga enfermar. Restricciones de similar tipo son esenciales en lo que concierne al sexo, pero en este caso son mucho más complejas e implican más auto-control.".
Sin embargo, Russell tuvo dificultad en encontrar una nueva base de moralidad sexual. El dilema con el cual el mundo occidental se está enfrentando en el tiempo actual está reflejado de forma muy elocuente en lo que Russell ha escrito. El dice, "Si se permite que la nueva moralidad (de sexo sin trabas) tome su curso, estos límites irán más allá de donde estaban, y surgirán duras dificultades como ya se apreciaron. Si, por otra parte, tratamos en el mundo moderno de imponer restricciones, las cuales eran posibles en una primera etapa (cristiana), llegamos a un rigor imposible de regulación, contra el cual la naturaleza humana pronto se rebelaría. Esto es así de claro, con todos los peligros y dificultades, debemos estar contentos de dejar que el mundo avance en lugar de retroceder. Para este propósito necesitamos una nueva moralidad genuinamente. Quiero decir con esto que las obligaciones y los derechos aun tendrán que ser reconocidos, aunque ellos puedan ser muy diferentes de las obligaciones y derechos reconocidos en el pasado… No pienso que el nuevo sistema, algo más que el antiguo, implicaría un desenfrenado impulso, pero pienso que las ocasiones para refrenar el impulso y los motivos para hacerlo así tendrán que ser diferentes de lo que lo habían sido en el pasado." .
Si Russell hubiera tenido una oportunidad de estudiar el Islam de cerca, estoy seguro que habría encontrado en él 'una nueva moralidad genuinamente' la cual regularía el sexo sin conducirlo dentro de 'un rigor imposible de regulación'.
2. ISLAM Y LIBERTAD PERSONAL
La segunda cuestión con la cual estamos enfrentados a los liberales es aquella de la libertad personal: ¿No soy libre de hacer todo lo que quiera mientras no invada los derechos de los otros?.
Pienso que será de mucha ayuda señalar la diferencia principal entre el Islam y la idea liberal de libertad personal. En el sistema liberal, los derechos son divididos en dos. Derechos individuales y derechos de la sociedad. Una persona es libre de hacer todo lo que él o ella deseen mientras no invadan los derechos de la otra gente. Para llegar a ser un miembro aceptable de la sociedad, uno tiene que aceptar esta limitación sobre su libertad. Una libertad individual está solamente restringida por la libertad de otros. El Islam, por otra parte, divide los derechos en tres: derechos de un individuo, derechos de la sociedad y derechos de Alláh. Una persona es libre de hacer lo que desee mientras no viole los derechos de otra gente y de Alláh. Para llegar a ser musulmán, uno tiene que aceptar esta limitación sobre su libertad personal.
Una diferencia más importante está en el concepto de derecho individual. En el uso liberal, los derechos individuales son vistos en contraste con los de otros miembros de la sociedad. El Islam da un paso más y dice que hasta el cuerpo de un individuo tiene algunos derechos sobre la persona misma. El Islam educa personas responsables hasta en el uso de sus propios cuerpos. No se te permite abusar de tu cuerpo, dañarlo: Alláh dice, "Del oído, de la vista, del corazón, de todo eso se pedirá cuenta." (Corán, 17:36) Describiendo el día del Juicio, Él dice, "El día que sus lenguas, manos y pies atestigüen contra ellos por las obras que cometieron". (Corán, 24:24) "Ese día sellaremos sus bocas, pero sus manos Nos hablarán y sus pies atestiguarán lo que han pecado." (Corán, 36:65). El Imam Zayn ul 'Abidín, en su Risálat ul Huqúq, describe los derechos que tienen la lengua, los oídos, los ojos, los pies, las manos, el estómago y las partes sexuales de una persona sobre sí misma. Si una persona maltrata o abusa de su cuerpo, entonces es culpable de infringir los derechos de su propio cuerpo y también los derechos de Alláh, Quien nos ha dado el cuerpo como un depósito. El Corán dice, "¡Bienaventurados los creyentes,…que custodian sus partes pudendas, salvo de sus esposas…mientras quienes desean más allá de eso, ésos son los que violan la ley." (Corán 23:5-7)
En el Islam, los derechos del individuo no están solamente limitados por los derechos de la sociedad sino también por aquellos de su cuerpo y por los de Alláh. La justificación para esto es muy sencilla: el Islam no permite a una persona que se dañe o que se destroce a sí misma; y el pecado o la inmoralidad es un medio de perdición. Esta limitación está basada sobre el amor y preocupación que Alláh, el Compasivo, tiene por nosotros. "Alláh no quiere imponeros ninguna carga, sino purificaros y completar Su gracia en vosotros." (Corán, 5:6).
El concepto islámico de libertad personal puede parecer restrictivo cuando se lo compara con aquel del sistema liberal, pero su racionalidad y justificación son aceptadas, de un modo indirecto, hasta por la sociedad liberal. Las consecuencias lógicas de la idea liberal de libertad personal son que a una persona le está permitido hacer todo lo que desee con ella misma, la única limitación es que no infrinja los derechos de los otros. Pero Occidente no ha sido capaz de aceptar totalmente esta idea, como puede verse en las leyes, las cuales ponen restricciones sobre ciertos actos, por ejemplo, el suicidio o el uso de drogas narcóticas y también el uso obligatorio en el coche del cinturón de seguridad. Al usar drogas narcóticas, el adicto no está infringiendo los derechos de otros - al menos, por supuesto, que el significado de infringir los derechos de otros se extienda a los valores espirituales, los cuales no son parte de la esfera laica- pero hasta las sociedades occidentales lo consideran ilícito y dan pasos para evitar a los adictos el uso de las drogas. Eso está justificado por el deber que la sociedad tiene de evitar que sus ciudadanos se dañen a si mismos. En estos ejemplos, vemos que el sistema laico se está apartando de las consecuencias lógicas derivadas su versión de la libertad individual. La única diferencia que permanece entre el punto de vista liberal y el islámico es que el primero otorga los derechos de restringir a la sociedad, mientras que el último se los da a Alláh.
En conclusión, podemos decir que el punto de vista islámico prohíbe, no solamente los actos que infringen los derechos de otros, sino también aquellos que infringen los derechos del propio cuerpo de la persona. Este punto de vista está basado en el amor y preocupación que Alláh tiene por los seres humanos.
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