Pareciera que estuviéramos a las puertas de una tercera guerra mundial. Pekín no quiere ver en su frontera a una Corea unificada y aliada de EEUU. Cuba no abandonará a Venezuela en caso de una invasión. Australia y Nueva Zelanda apoyarán a EEUU. No se descarta la intervención de Irán. ¿Por dónde vendrán los tiros?
Actualmente vemos una retórica encendida de amenazas entre Corea del Norte y EEUU. Algunos opinan que las guerras de amenazas también se ganan. Como estudio de Teorías Políticas, se conoce que el teorema de los juegos y toma de decisiones son aplicables en este caso. Así, cuando un país amenaza a otro, gana un punto. Al final, el que tiene más puntos es el ganador. El problema estriba en que el ser humano es tan competitivo cuando se siente amenazado, que muchas veces no acepta ser el perdedor.
Vista la tensión que existe ahora en el Caribe, con una dictadura comunista impuesta a la fuerza en Venezuela bajo supervisión cubana de 37,000 efectivos, cabe la posibilidad de una acción militar relámpago destinada a derrocar al régimen imperante en ese país, que continúa asesinando, encarcelando o desapareciendo a sus opositores, a la vez que amordaza a los medios de comunicación y trata de eliminar todo vestigio de propiedad privada. Aunque algunos miembros del Congreso son contrarios a una acción militar, el presidente Trump ha declarado que no es descartable esa opción en Venezuela. Ese país no puede estar peor, de modo que una invasión norteamericana no debe empeorar las cosas ni se pudiera acusar a los yanquis de imperialistas, algo común entre los comunistas.
Por lo demás, hay algo de geopolítica en el asunto. Una invasión a Venezuela, aparte de ser una operación de pocas horas y por ende muy económica, sería un mensaje directo a Kim Jong Un sobre el poderío militar norteamericano. La sola presencia en aguas del Caribe de un portaaviones estadounidense tal vez haría rendirse a los militares venezolanos, quienes por más de un siglo no han peleado en ninguna guerra.
Faltaría la reacción de Cuba, de quién se dice sería como un Japón en la Segunda Guerra Mundial, o sea, toda una sorpresa con más un millón de hombres sobre las armas y un equipo bélico importante.
Corea del Norte, con un ejército activo de 1,2 millones de militares y seis millones de reservistas, parece no ser una tarea fácil, especialmente si los comparamos con Corea del Sur, que tiene 680,000 soldados y cuenta con la presencia de 28,000 militares norteamericanos.
Corea del Norte tiene el deshonroso puesto 213 de un total de 230, entre los países con más bajo ingreso per cápita del mundo, con un ingreso de solo $1,700 anuales por persona para el 2015 (CIA Facts). Desde el punto de vista económico, la incertidumbre que se ha generado por la tensión actual ha empezado a afectar los mercados. El índice VIX, conocido como el barómetro del pánico, se disparó a 16, el más alto desde la elección presidencial. Sin embargo, la bolsa japonesa no ha variado mucho y el Mercado de Seúl ha bajado solo un 3.2% en la semana pasada. El Banco cooperativo Rabobank, uno de los líderes mundiales en agricultura y alimentos, opina que las consecuencias de una guerra nuclear serían tan graves que el mundo tendría muchas cosas de que preocuparse en vez de en la Bolsa. Por lo tanto sugiere que los movimientos bursátiles serán minúsculos ya que el mercado tendría dificultad en valorizar las ramificaciones de una confrontación mundial.
La tensión con Corea del Norte es máxima ahora, básicamente por la probable intervención china en el conflicto. El editorial del periódico chino The Global Times destacó: “Si los intereses chinos son perjudicados, China responderá con mano firme”. Realmente los chinos no están de acuerdo con las plataformas antimisilísticas norteamericanas en el área y han declarado que si EEUU y Corea del Sur intentan cambiar la estructura política de la península, ellos se opondrán a que eso ocurra.
Es importante aclarar que el acuerdo de amistad y asistencia mutua entre China y Corea del Norte de 1961 obliga a China a intervenir si Corea del Norte es agredida sin haber provocado. En ese sentido, China ha declarado que intervendrá si Corea del Norte es atacada primero, pero se mantendrá neutral si ella es la que empieza el ataque.
Además, el primer ministro australiano, Malcom Turbull, declaró: “Si hay un ataque a EEUU, el tratado ANZUS de 1951 puede ser invocado. Por lo tanto Australia y Nueva Zelandia respaldarán militarmente a EEUU”.
Tal como hemos venido pronosticando, los tambores de guerra han empezado a sonar. Venezuela está en el abanico de posibilidades. Lo que nadie quiere, puede convertirse en una tenebrosa realidad: la tercera guerra mundial.
¿Dónde detonará, en Venezuela o en Corea?
Economista y periodista.
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