El 'sueño chino' de Xi Jinping y sus efectos globales
El sueño chino se basa en el objetivo de Xi de que China ocupe el lugar que "le corresponde" en el sistema y gane respeto pleno para 2049, el centenario del país.
ESTAMBUL
Xi Jinping llegó a la presidencia de China en 2013 y puso en práctica una nueva concepción de política exterior.
El sueño chino se basa en el objetivo de Xi de que la República Popular de Pekín ocupe el lugar que "le corresponde" en el sistema internacional y gane respeto pleno para 2049, el centenario del país, al llevar al país a ser una de las principales naciones desarrolladas del mundo en la producción de alta tecnología y en el campo militar y económico.
Al referirse al sueño chino, Jinping dijo en un discurso, cuando fue ascendido a secretario del Partido Comunista de China en 2012:
"Debemos hacer esfuerzos persistentes, seguir adelante con voluntad indomable, continuar impulsando la gran causa del socialismo con características chinas y esforzarnos por lograr el sueño chino de un gran rejuvenecimiento de la nación china" [1].
Afirmó que necesitaba el apoyo de su pueblo para realizar el sueño chino y su convicción de que lo lograrían juntos. Ese sueño se puede comparar con las declaraciones de Trump, quien llegó al poder en 2016, "Estados Unidos primero" o " Haz EEUU grande otra vez".
Los informes de estrategia de Estados Unidos señalan que, en el marco del sueño chino, China ha modernizado su armada y está cerca de alcanzar una capacidad de guerra capaz de intervenir no solo en su región, sino también en operaciones transoceánicas. Ha aumentado su influencia global y se está acercando a la realización "el sueño chino" de Xi. [2]
La estrategia de seis pasos de Xi
A Xi le preocupa mucho que el fortalecimiento de su país provoque un movimiento global en bloque liderado por EEUU y, en este contexto, sigue un plan de seis pasos.
Primero, brindar apoyo crediticio a países que han tenido dificultades para implementar grandes proyectos, especialmente después de la crisis de 2008. Por eso, la Iniciativa Franja y Ruta es el mayor paso hacia el sueño chino, ya que el gigante asiático, que ha establecido sus propios fondos, instituciones y bancos, demuestra que las instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, pertenecientes al orden liberal global de EEUU, sí tienen rival.
Estos desarrollos representan el primer desafío por parte de Pekín al orden económico establecido por EEUU después de la Guerra Fría.
En segundo lugar, Xi quiere evitar injerencias en sus asuntos internos a través de sus regiones autónomas.
Las crecientes protestas en Hong Kong y el problema de la soberanía de Taiwán de los últimos años surgen del deseo de China de que estas regiones autónomas, aceptadas en el contexto de "un país, dos sistemas", se sometan a ella en todo sentido.
Aunque Pekín dice favorecer una unión pacífica con Taiwán en el marco del "Consenso de 1992", Li Zuocheng, jefe del Departamento de Estado Mayor Conjunto de la Comisión Militar Central, afirmó públicamente, por primera vez durante el periodo Xi, que si Taiwán insiste en la independencia, su país le invadirá de ser necesario [3].
Ver también: Los problemas de China, acorralada a medida que aumenta su poder
En tercer lugar, Xi está desarrollando su capacidad de poder militar y su capacidad de guerra para demostrar que China es una potencia de disuasión.
La construcción china de islas artificiales en el Mar de China Meridional en 2015, donde se pueden anclar los buques de guerra y pueden aterrizar los aviones de combate, es uno de los indicadores del nuevo enfoque de la política exterior china. Se ha observado que Pekín no reconoce la decisión en su contra tomada por la Corte Internacional de Justicia sobre el archipiélago de Scarborough, que fue objeto de litigio con Filipinas, por lo que se considera que no habrá una solución con base en el derecho internacional en la región.
Además, Pekín comenzó a construir portaaviones por primera vez en el período de Xi y protegió sus fronteras con lanzadores de misiles avanzados. También continúa su agresivo enfoque de política exterior a lo largo de todas las fronteras marítimas, al declarar una Zona de Identificación Aérea en el Mar de la China Oriental por primera vez.
Cuarto, al mantener un papel político más activo en las organizaciones e instituciones internacionales, Xi trata de lograr un orden mundial multipolar en el sistema internacional. Xi cree que las organizaciones internacionales, así como los parámetros militares y económicos, juegan un papel importante en la transición a este orden.
Las acusaciones de Trump a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de convertirse en el patio trasero de China y de ser cómplice de ocultar la pandemia de coronavirus son un reflejo de la creciente influencia de Pekín.
En línea con su creciente poder económico, Pekín proporciona más apoyo financiero a las organizaciones internacionales y, por lo tanto, tiene una influencia cada vez mayor sobre estas. No satisfecha con esto, ofrece sus propias instituciones como alternativa en el sistema, especialmente en el campo de la economía, y pretende reducir la influencia global de instituciones y organizaciones internacionales en las que no tiene voz.
Quinto, Pekín ha logrado crear marcas líderes en el mundo en todos los sectores. Desde la tecnología espacial hasta las telecomunicaciones, desde la industria automotriz hasta las energías renovables. El país asiático ha logrado convertirse en una nueva fuerza de atracción en el mundo con sus marcas patentadas en un sistema competitivo y romper la percepción que alguna vez tuvieron los productos chinos. Esta es una de las principales razones por las que Estados Unidos inició una guerra comercial contra China.
Por último, Xi intenta utilizar los elementos del poder blando de forma eficaz para que su ascenso sea percibido como una relación "ganancia-ganancia" en lugar de una amenaza.
Por un lado, llega a los rincones más remotos del mundo a través de los medios de comunicación, al traducir directamente a los idiomas locales su ideología y puntos de vista, y por otro lado, tiene como objetivo enseñar tanto su idioma, como su cultura, a los ciudadanos de otros países con los Institutos Confucio. China busca la oportunidad de establecer una comunicación directa y busca romper los prejuicios contra su país.
Al hablar en el XVIII Comité Central del Partido Comunista Chino, Xi dijo: "La realización del gran desarrollo de la nación china es el mayor sueño de nuestra nación desde la era moderna" y afirmó que China ocupará su merecido lugar en el nuevo escenario mundial [4].
Las evaluaciones de que la realización del sueño chino no será muy pacífico para el resto del mundo cada vez ganan más terreno.
En resumen, el sueño chino expresa el objetivo de que China se convierta en una nación con gran reputación y líder en el sistema internacional, en lugar de una China humillada o con interferencias en sus asuntos internos. Aunque la realización de este sueño depende también de lo que pueden hacer los otros países en sistema, el enfoque político que ha seguido Xi durante los últimos siete años muestra que está decidido a llevar a cabo el sueño chino.
*Ishak Turan es un investigador de relaciones internacionales con énfasis en la política exterior china, seguridad energética y Taiwán de la Universidad Bulent Ecevit de Zonguldak, con sede en Turquía.
[1] BBC. “What does Xi Jinping's China Dream mean?” https://www.bbc.com/news/world-asia-china-22726375
[2] DOD (2016). “Military and Security Developments Involving the People’s Republic of China 2016”. Annual Report to Congress, Office of the Secretary of Defense.
[3] Yew Lun Tian (2020). Attack on Taiwan an option to stop independence, top China general says. Reuters. https://www.reuters.com/article/us-china-taiwan-security-idUSKBN2350AD
[4] Cinping, Şi. “China never seeks hegemony, expansion: Xi”. 2017d. http://www.xinhuanet.com/english/2017-10/18/c_136688622.htm
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
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