La Paradoja de
la Inflación
EN UNA FALSA ECONOMÍA BASADA EN LA ESCASEZ
JUAN CASTRO SOTO
ivimos en un mundo de mentiras: falsa economía, falsa democracia,
falsa medicina, falsa pandemia, falsa ciencia, falsa información...
Nos han impuesto una imagen aparente de la realidad y así lo-
gran controlar a una población con pensamientos y acciones siempre es-
tán equivocados, ya que sus premisas para razonar son falsas. Usted va
y se inyecta porque cree que es lo mejor ante una supuesta pandemia. Va
y vota por un partido pues cree que eso es democracia. Usted aumenta
sus precios cuando le dicen que hay mucho dinero en circulación, por
ejemplo. Y todo es parte de una manipulación de la sociedad.
En realidad, usted aumenta sus precios porque no le alcanza el dinero.
Sin embargo, nos han enseñado que el aumento generalizado de los pre-
cios, llamado inflación, se debe a que hay mucho dinero en circulación.
Esto es una mentira y una paradoja. La paradoja es que, entre más
dinero se emite, más escasez de dinero hay. ¿Cómo se entiende esto?
Por la simple razón de que se trata de un dinero nuevo creado como
deuda, lo que genera más necesidad de dinero, de un dinero que no existe
para poder pagar dicha deuda, mucho menos los intereses.
De hecho, si echamos un vistazo a la historia de cómo ha sido creado
el dinero y el sistema financiero, constatamos que está basado en la es-
casez con todo propósito, como una manera de controlar a la población.
Puede ser muy útil leer el folleto “Los dueños del mundo”, como una
introducción para entender esta paradoja de la inflación y la creación del
dinero. * El dinero es creado sin respaldo y de la nada en una computadora
por los bancos privados y comerciales, no por los gobiernos. Los gobier-
nos también deben endeudarse con esa banca privada para tener el di-
nero que necesita el desarrollo de sus respectivos países, cuando podrían
crear dinero propio, libre de deudas ‒lo hizo Abraham Lincoln (presidente
de Estados Unidos en el siglo XIX) y fue asesinado por eso.
Entre más dinero se crea, más escaso es, y esto es lo que lleva a la
gente a elevar sus precios. En cambio, si el dinero creado no tuviera que
ser pagado, todo marcha bien y no habría escasez sino abundancia, sin
necesidad de aumentar los precios, la producción logra ser vendida y la
gente satisface sus necesidades. En efecto, es cuando hay escasez de
dinero que la gente sube sus precios para poder pagar sus deudas. Y esa
escasez se genera creando más dinero como deuda.
Sin embargo, la inflación puede ser causada por diversas razones, in-
cluso por ¡un rumor!: basta que la gente se espante.
Principalmente, los precios bajan o suben por decisiones arbitrarias de
las grandes corporaciones financieras que controlan la economía. Ellos
han monopolizado todos los sectores del mercado, poseen todos los me-
dios de producción y comercialización. Todo el sector primario, de la eco-
nomía extractiva, lo poseen; lo mismo que el sector secundario, de la
transformación industrial; y el terciario, de los servicios.
Literalmente son los dueños del mundo y los precios suben o bajan
según su capricho. Entonces los capitalistas compran y venden acciones
para sacar provecho de estas fluctuaciones de precios, la llamada espe-
culación. Pero no tiene que ver si hay mucho o poco dinero en circulación.
Por ello, la llamada “ley de la oferta y la demanda” es otra gran falsedad
de la historia. Para empezar, porque no es una ley, no es algo que siempre
sucederá. A veces funciona y otras no,
de un modo u otro, y nunca como algo
natural e inevitable ‒como nos han he-
cho creer‒, es totalmente arbitraria:
generalmente para especular en el
mercado, al generar escasez.
Por su parte, el pequeño productor
no sube sus precios porque el público
los demanda mucho, sino arrastrado
por la inflación creada por las corpora-
ciones. O lo hace si sus productos son
escasos, para aprovecharse de la si-
tuación, sobre todo si él mismo los es-
conde. Aunque también podría ser
que alguno no tiene otra cosa que ven-
der para sobrevivir. Pero, de nuevo, no
es porque aumentó el circulante.
Debemos aspirar a una sociedad
que no se basa en la escasez sino en
la abundancia, donde nunca falte el di-
nero, el instrumento para hacer inter-
cambios y satisfacer necesidades.
Si hay exceso de dinero, es simple-
mente dinero que espera una mayor
producción para poder ser usado.
Pero si no se necesitan más bienes y
servicios, es dinero que sobra y que
no puede ser usado. No pasa nada y
no tiene por qué haber inflación.
Pero siempre se dan premios nobel
a economistas que apoyan el actual
sistema bancario y la teoría econó-
mica basada en la escasez, contrario
al más elemental principio de la eco-
nomía: satisfacer necesidades.
Adam Smith daba por sentado que
el ser humano es en esencia egoísta,
para basar en ello todo un sistema
económico, el capitalismo. Nosotros
debemos dar por sentado que las per-
sonas son naturalmente solidarias
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